Podía pasar un día entero deambulando, tratando de conseguir agua y comida. Y todo ese movimiento sólo hacía que se me secara la garganta y se me vaciara el estómago. El simple hecho de estar sentado también lo hacía, por supuesto.
Asimismo tenía que protegerme del frío de la noche y de las ráfagas de viento que venían del mar.
Mientras buscaba comida, recogí ramas y hojas y me construí un refugio. Por el camino, reuní materiales que me sirvieran para construir una barca y escapar de la isla. Había demasiado que hacer.
El sol salió antes de que me diera cuenta, y se hundió con la misma rapidez. Por alguna razón, la noche parecía mucho más larga.
Me metí en mi refugio y me hice un ovillo con mi cuerpo agotado, pero me despertó el sonido de la brisa marina que soplaba con más fuerza por la noche. Parecía que venían a despertarme cada vez que sentía que el sueño se acercaba. El proceso se repitió durante toda la noche, hasta que empecé a sentir que alguien hacía soplar el viento intencionadamente para impedirme dormir.
Y cada vez que volvía a despertarme, murmuraba: «qué frío...» por costumbre.
Ni siquiera tenía que pensar para que las palabras acudieran a mis labios, y aunque lo intentaba día tras día, nunca conseguía encender el fuego. O lo hacía mal, o los árboles de la isla no eran los adecuados para hacer fuego, o ambas cosas. Tuve que soportar muchas noches sin un poco de calor.
—No puedo parar ahora. Tengo que salir de esta isla —escuché que murmuró Ace para sí mismo mientras se alejaba.
Parecía desesperado y abatido. No se le parecía al tipo alegre que había conocido en la arena.
Yo también me alejé, en la dirección opuesta. Todavía necesitaba conseguir el agua y la comida que me permitiera sobrevivir al día.
Mi estómago gruñó.
Sin darme cuenta, mi cara y mi cuerpo se habían marchitado y demacrado por la prueba que por poco y acababa conmigo, pero justo entonces se me ocurrió algo: Ace parecía ciertamente abatido, pero no lucía del todo esquelético al igual que yo.
Me giré. Ace ya se había perdido de vista. Decidí seguir sus pasos en la arena.
Había estado trabajando muy duro para mantenerme con vida, pero no tenía ni idea de lo que Ace estaba haciendo, aparte de intentar construir su barco.
Mis piernas se sentían pesadas. Estaban tan agotadas que apenas podía caminar. Avancé a trompicones, medio aturdido, hasta que por fin vi a Ace. Me escondí detrás de un árbol cercano para observarlo.
Al momento siguiente, casi jadeé delatando mi presencia.
Ace estaba de pie frente a la playa, de espaldas a mí, y, para mi sorpresa —pues no tenía ni idea de dónde la había encontrado—, llevaba una fruta grande y redonda en la mano.
ESTÁS LEYENDO
Ace's Story vol. 1 [Versión en español] ━━ [Finalizada]《44》
FanficFormación de los Piratas Espada. Arrastrados a las costas de una isla desierta en el borde del East Blue Azul, dos hombres de orígenes diferentes se unen en su sed de aventura compartida. Uno de ellos, Portgas D. Ace, seguirá los pasos de su infame...