Ace's Story vol. 1 [Versión en español] ━━ [Finalizada]《44》

2.1

Este hombre era nuestro compañero de tripulación y, como no podía ser de otra manera, se llamaba Skull.

—Me gusta tu estilo. No tienes nada más que estilo —le dijo al cazarrecompensas apuntando con el arma en cuestión. El cazador parecía un poco confundido por este tipo de atención—. El problema es que esta pistola se dejó de fabricar muy rápido. ¿Quieres saber por qué? —Skull cogió el arma—. Porque cuando haces esto, se atasca.

—¿Eh? ¿Qué...?

El gatillo de la pistola chasqueó sin más efecto que el repentino pánico del cazarrecompensas. No estaba disparando.

—Y por eso tengo que felicitarte por tu estilo, hombre —La cara del cazarrecompensas palideció, justo antes de que el puño de Skull conectara con ella—. Je, je. Realmente es una pieza rara. Voy a colgarla en mi camarote —deliró, mirando con avidez el arma que le quedaba en la mano.

Al igual que Mihal, no era el típico marinero. Skull se consideraba un coleccionista, y su categoría preferida era la de artículos piratas. Coleccionaba objetos con calaveras, es decir, ni siquiera era un pirata.

Simplemente amaba tanto a los piratas que se colaba en cualquier tipo de barco pirata, y luego trabajaba en éste hasta que llegaban al siguiente puerto y lo dejaban bajar. Sólo alguien más que un poco loco llevaría una vida así.

Muchos piratas que cruzaron su camino con Skull, lo catalogaron como un excéntrico, bueno para poco más que el trabajo de marinero, pero Ace lo veía de otra manera. Ace se basaba en su amplia experiencia como alguien que había navegado por todo el mundo en muchos barcos diferentes. Skull era valioso como fuente de información sobre los mares.

Después de conocer a Ace, había pasado de ser Skull el coleccionista a Skull el agente de información.

Por su parte, Skull estaba profundamente agradecido con Ace por ver tal potencial en él, y se unió a los Piratas de Espada prometiendo convertirse en el mayor traficante de información del mundo. Sin embargo, según él, sólo era un traficante de información, no un pirata.

—Tus métodos de recolección realmente me asustan —le dije a Skull, que estaba examinando con entusiasmo su nuevo botín—. No olvides que seguimos en la batalla.

—¡Eh, amo Deu! —dijo Skull, levantando la vista.

En realidad no podía ver su rostro, porque estaba oculto tras una máscara de calavera.

Como agente de información, consideraba que sus propios rasgos formaban parte de un inventario de detalles valiosos que podía vender. Me sentía identificado con eso. Habíamos llegado esencialmente al mismo lugar por caminos lógicos pero diferentes.

Por cierto, aunque consideraba que su rostro era una información de primera calidad que tenía un precio que nadie le había pagado por los bienes elegidos. Dado que se complacía en presumir de su aspecto cuando los recién llegados se unían a la tripulación, tuve la sensación de que quería quitarse la máscara, pero había esperado demasiado, y ahora sólo sería incómodo.