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—¡¿La Marina?!

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—¡¿La Marina?!

Pronto la insignia de la gaviota se abrió paso a través de la sábana blanca. Estaba pintada en una vela, el símbolo que los piratas temían. Debajo de ella estaba el conocido logotipo de la MARINA.

Efectivamente, la Marina había llegado. Los acorazados estaban en marcha, y todos venían a por nosotros.

—Ese es el barco de «Clavador». Es malo tenerlo tan cerca, pisándonos los talones —dijo Skull, señalando la nave líder—. Se supone que «el Clavador» es un alférez muy desagradable.

—Ese es un extraño epíteto. ¿Antiguo armador o algo así? —preguntó Ace.

Mientras tanto, yo daba órdenes a los demás compañeros de la tripulación.

—¡Necesitamos algo de distancia!

Un acorazado se adelantó a los demás. Si teníamos que enfrentarnos a ese primero, los otros nos rodearían mientras tanto. Ya se estaban distanciando unos de otros, abriéndose en una amplia formación. No íbamos a dejar que llegaran tan lejos.

—Había un arrecife cerca, si mal no recuerdo. Vamos a cambiar el rumbo para dirigirnos hacia allí. ¡A toda velocidad! ¡Despliega el mapa, profe! —Le grité a Mihal, que supuse que estaba en algún lugar de la biblioteca de la nave.

Dirigí el barco con cuidado, lejos de los buques de la Armada que estaban detrás de nosotros, y me apresuré a ir de un lado a otro de la cubierta.

—Este es un buen barco —dijo repentinamente una voz desconocida. Era una mujer joven.

Me giré conmocionado y vi a una oficial de la Marina de pie, sola, en la cubierta cercana. Pero no, no se trataba de una simple soldado. Como una capa que ondea al viento, llevaba sobre los hombros un abrigo blanco con la palabra «Justicia» bordada en la espalda. Sólo los oficiales de alto rango podían llevar éste tipo de prenda.

—¿Cuándo...? —murmuré, dándome cuenta que de alguna manera, un oficial de la Marina había saltado a nuestra cubierta.

—Me entristece informarles que su viaje termina aquí —dijo la mujer, colocando su mano en la estrecha espada en su cintura. Pude ver una fea cicatriz de quemadura en el dorso de su mano.

Había un disparo.

—¡Hmph!

Un estruendo. Ella resopló. Sin pestañear, había sacado su espada y la atravesó.

—Muy impresionante... —La voz de Mihal llegó desde algún lugar indeterminado un momento después. Todo sucedió en un parpadeo.

—Eres una bestia —balbuceé, retrocediendo.

—¡Maestro Ace, ese es «el Clavador»! —gritó Skull.

El disparo había atraído su atención hacia la mujer en la cubierta.

Ace's Story vol. 1 [Versión en español] ━━ [Finalizada]《44》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora