Capítulo 17

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—¿A donde vamos?— la voz del sexto príncipe llegó a los oídos de todos los presentes. No dejó de mirar a Ruin, quien parece un poco nerviosa por alguna razón —, hemos estado caminando por mucho tiempo.

La Alta Alma no respondió.

Se giró para mirar a Eira, quien sigue inconsciente sobre los brazos del tercer príncipe, quien no parece importarle llevarla sobre sus brazos. Ahrm está sobre el cabello blanquecino de ella, acariciando sus mechones con ternura, tienen una buena amistad, de eso no hay duda.

Se acercó hacia el príncipe y vio a la chica que tiene cargando, llevó una de sus manos hacia el pecho de Eira para sentirlo un poco. Su mano tembló al darse cuenta de que no tenía latidos y su pecho no subía ni bajaba.

—No respira — fueron las palabras que salieron de su boca —, ¿Como no te diste cuenta de que Eira no está respirando?

Shimhir se quedó helado al escuchar eso.

—Si Eira no está respirando, eso quiere decir que Naekian...— el segundo príncipe no pudo terminar de hablar.

—Sí, podría estar muerto — Ruin habló en un tono normal —. Las Altas Almas querían que ella se convierta en una Alta Alma, también querían al quinto príncipe. 

Los príncipes se quedaron callados durante unos segundos.

—Pero...— seguía teniendo su mano en el pecho de Eira, como si estuviese esperando a que latiera de nuevo —, ...es como si ellos se encontraran apagados.

La Alta Alma Ruin tomó a Eira entre sus brazos y comenzó a mirarla un poco, como si estuviera esperando a que ella abriera sus ojos en cualquier momento. Tocó su frente con las puntas de sus dedos, esperando que despertara de ese modo. No lo hizo.

Comenzó a respirar lentamente, todos lo vieron, por lo que suspiraron aliviados.

—Sigamos caminando. Casi llegamos.

—¿Naekian está bien?— preguntó el segundo príncipe.

—Sí.

—¿Como lo sabes?

—Eira está bien, por lo tanto el quinto príncipe también debe estarlo. Comparten un lazo espiritual, el cual está en sus corazones, si algo le sucede a uno, el otro lo sentirá — comenzó despacio —, la razón por la cual Eira estaba llena de sangre, fue porque alguien hirió a su príncipe.

Se detuvo para mirar de reojo a los príncipes, quienes la miraron de vuelta, solo que ellos están alerta, tienes sus armas espirituales en sus manos y no dudarán en usarlas contra Ruin. Luego de unos cuantos segundos volvió a caminar.

—El segundo príncipe tiene un dragón de agua espiritual, pero ellos no tienen un lazo que los hace uno. Solo tienen el lazo de una promesa, en la cual juraron pelear juntos y ser fieles, ¿no es cierto?

—Lo es — respondió Kael.

—Entonces, no hay nada más que decir.

A lo lejos vieron a la primera princesa sentada en la plataforma de vidrio que no se había roto, también vieron cómo el quinto príncipe estaba recostado en sus piernas, tan tranquilo y sin moverse.

A medida que se iban acercando, se dieron cuenta de que Arwen estaba inclinada hacia el quinto príncipe, dando una vista que dejó a los príncipes un poco confundidos. Parecía como si Arwen estuviese besando a Naekian, ya que tiene su cabeza baja y una de sus manos en la mejilla del príncipe.

Comenzaron a caminar rápidamente hacia ella.

En el camino, Eira se despertó. Dejó salir un ruido extraño, comenzó a tomar grandes bocanas de aire fresco para después volver a cerrar sus ojos muy lento. Ruin dejó que los príncipes se adelantaran, pues tiene que ver si Eira se encuentra mal o bien. Le dio leves golpes en su frente para despertarla, funcionó.

La princesa renacida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora