Capítulo 26

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El séptimo ejército logró cruzar la muralla.

Los guardias del sexto reino resultaron gravemente heridos durante la batalla, la muralla se llenó de cadáveres difícilmente de contar. Los sobrevivientes se llevaron la suerte de perder un ojo, un brazo o una pierna, los que tuvieron aún más suerte salieron ilesos.

Todo fue un gran caos.

Las personas que viven en el sexto reino vieron grandes bolas de viento que emitían una luz amarillenta, provenir del cielo durante la noche. Al caer sobre la tierra hicieron que hubiera un gran estruendo por todo el sexto reino, la tierra tembló y se partió en dos, haciendo que un par de cosas y construcciones se desvanecieran hasta no quedar nada.

Una vez que todas esas bolas de viento hicieran lo suyo en el sexto reino, el séptimo ejército comenzó a atacar la muralla. Al principio fue difícil, la muralla era aún más grande lo que habían pensando y resistente, hicieron grandes torbellinos de viento para deshacerse de los guardias que protegían la muralla.

Las personas trataron de refugiarse en sus casas para evitar ser atacados por el ejército del séptimo reino, pero hubo algunos que corrieron con la mala suerte de ser asesinados a sangre fría. La mayoría del pueblo del sexto reino tomó una decisión difícil, la cual se toma en caso de que el sexto reino no pueda defenderse de los ataques, las personas decidieron cortar sus cuellos, tomar venenos o simplemente colgarse.

La sexta princesa mayor luchó sin parar. Estuvo a lado de ejército en todo momento, ayudando a los generales y guardias que se encontraban heridos, ayudó a las personas a refugiarse bien. Todos la veían. Sus manos se tiñeron de sangre, su vestido, su rostro y su cabello. Cualquier persona que la vio durante la batalla la desconoció por completo.

Creó diversas armas con sus manos, desde espadas largas y delgadas, hasta cuchillas pequeñas y fáciles de arrogar desde lejos. Debido a que el séptimo reino se conocer por usar el elemento viento, el séptimo ejército les quitó el aire a todos los que viven en el sexto reino. Hicieron que la sexta princesa mayor se ahogase con el propio aire que estaba respirando, por lo que casi muere.

Su cuerpo se llenó de heridas.

Recibió una herida de gravedad en su ojo derecho, estuvo a punto de perderlo. Le cortaron tres dedos de su mano derecha, por suerte usa la izquierda. Estuvieron a nada de cortarle el cuello y una pierna, pero pudo lograr esquivar cada uno de los ataques que eran enviados hacia su persona.

El sexto rey no se quedó atrás, tan pronto como recibió la noticia de que habían logrado pasar la muralla, dejó el trono y a su hija menor en el palacio. Se colocó su armadura y se encaminó hacia el campo de batalla, el cual era en una de las plazas principales del sexto reino.

Al ser alguien por mucha experiencia pudo asesinar a muchos guardias y generales del séptimo reino, esquivó cada uno de los ataques que esos guardias le lanzaron con la intención de matarlo. Su gran espada — Mo — es conocida por ser una de las mejores, suele absorber la magia de las personas que logre herir. Por lo tanto, de su espada salían grandes ráfagas de viento blanquecino cada vez que la movía con fuerza, el séptimo ejército le temió al gran sexto rey.

Lograron tener la ventaja, pero minutos después, todo se desmoronó.

Los búhos espirituales del quinto reino no tuvieron más opción que ayudar al sexto reino, querían recibir las órdenes de la primera reina, pero al ver que todo se encontraba en un gran caos no tuvieron más opción que luchar. Hubo algunos que lograron vencer a unos cuantos guardias y generales del séptimo reino. Algunos búhos espirituales tuvieron la mala fortuna de perder sus alas, el séptimo ejército era despiadado, no solo arrancaron las alas de los búhos espirituales, sino que también les sacaron los ojos como troperos. Los ojos de los búhos espirituales eran tan bellos y de un tono color azul que no siempre se ven en los humanos. Existe una leyenda en la que se cuenta que los ojos de los búhos espirituales o de cualquier animal elemental se pueden convertir en joyas preciosas cuando son extraídos, esto sólo demuestra cuán cruel puede llegar a ser el humano.

La princesa renacida Donde viven las historias. Descúbrelo ahora