Los príncipes temblaron.
—Guardia, busca a mi hermano Thane y asegúrate de que se encuentra bien. Una vez que la primera reina tenga su alma, dígale que descanse y que no se preocupe por el reino. Seré yo quien reciba a las reinas.
—Sí, su alteza.
Miró a los príncipes, quienes se encuentran limpiando la sangre que hay sobre sus rostros. Sus manos están temblando ligeramente, como si tuviesen miedo de algo o más bien de alguien.
Cuando el guardia se retiró, se giró hacia ellos.
—¿Está todo en orden?
—Debemos estar presentables para las reinas — murmuró el segundo príncipe, a duras penas. Al ver que su cuerpo tiene ligeros golpes, hizo una mueca —. Harán muchas preguntas, seguramente dirán cosas horribles.
—¿Alguien ha visto mi abrigo?— el quinto príncipe comenzó a buscar por todos lados, sigue vistiendo prendas color negro, por lo que se siente un poco incómodo. Su cadera sigue estando a la vista de todo, por lo que comenzó a cubrirse. Al final, vio su abrigo blanquecino a lo lejos, se lo colocó.
En cuestión de segundos, los príncipes habían limpiado la sangre de sus rostros y se han puesto sus coronas. Son bellas y pequeñas, varían en el diseño. La corona del segundo príncipe de color azul, tiene un diamante del mismo color en el centro. La corona del tercer príncipe es morada y tiene un par de rayos sobresaliendo de ella. La del quinto es celeste, casi blanca, al parecer eso echa de hielo. Por último, la corona del sexto príncipe es de color negra, tiene un par de ondulaciones hacia arriba, por lo que llega a tener un ligero color rojizo.
Arwen tragó saliva al verlos, es la primera vez que los ve usando sus coronas. Durante la presentación no usaban, por alguna extraña razón. Pese a estar heridos, lucen atractivos.
—Sus coronas de le ven bien — dijo, despacio.
—Durante la presentación, nos quitamos las coronas — sexto príncipe habló lento, viendo si había alguna imperfección en su ropa —, el hermano Daesiel nos dijo que tú no tenías tu corona puesta, por lo que decidimos no usar las nuestras.
—¿Daesiel les dijo eso...?— miró de reojo a su hermano, el cual está siendo cargando por uno de los guardias del palacio. Su concubina está con él, tratando de asegurarse de que recobre la consciencia.
—Primera princesa, hemos encontrado al primer príncipe Thane. Está siendo llevado a sus aposentos, al parecer fue atrapado en una botella, por lo que toda su energía y magia se ha agotado por completo. Despertará en un par de horas.
—Entiendo, gracias por su arduo trabajo, guardia — le dio una sonrisa como agradecimiento.
—¿Las doncellas que trajo Thane...?— cerró su boca de golpe al ver a un par de guardias llevar a su hermano Thane en brazos, su piel luce pálida, casi como la nieve. Su estómago se removió —. Trae a los mejores sanadores del reino para que vean a mis hermanos ¿si? En los aposentos rosados, están mis concubinas, una de ellas está herida, también quiero que una sanadora la vea.
—Mandaré a los sanadores ahora mismo, primera princesa. Y, sobre las doncellas que trajo el primer príncipe Thane al palacio, ellas están bien, gracias a las almas. Haré que unas cuantas vengan a limpiar antes de que las reinas vengan al gran salón.
Ella asintió.
Al cabo de unos minutos, varias doncellas que trabajan en el palacio llegaron al gran salón y comenzaron a limpiar la sangre de los príncipes. Unas de ellas comenzó a hacer que los príncipes estuviesen todavía más presentables, les arreglaron el cabello haciéndoles trenzas o un par de coletas con broches en sus cabellos. Tuvieron un poco de dificultad con el cabello del quinto príncipe, ya que es quien lo tiene más largo, trataron de acomodar sus cadenas de plata y le colocaron un poco de brillo en sus ojos, justo como a los demás príncipes.
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La princesa renacida
FantasyEn su primera vida fue la joven maestra del séptimo príncipe, Círdan. Al enamorarse de él, no pensó que el séptimo rey la asesinaría al acusarla de traición. Durante sus últimos alientos, sucede algo que le da una segunda oportunidad. Renace como la...