¿Puede amar un monstruo?

Capítulo 5

No me había imaginado de que Ben trabajaba en una empresa de coche.

Es decir, en su propia empresa de coche por qué era suya y su padre es rico.

Se le veía la elegancia a kilómetros y que era adinerado pero..

¿En una empresa de coches?

Se que tiene uno, un BMV de color negro, pero a que trabajará en una empresa..

Le pega mucho más en su personalidad de que fuera artista aunque no lo practica, en estos dos años, jamás le vi de pintar un cuadro.

Tal vez era cuando cerraba las cortinas de su casa, y se ponía a dibujar.

Ben es una persona misteriosa pero a la vez amable.

Tengo que pasar página, solo es mi vecino, y solo ha intentando ser amable conmigo.

Yo le di el anillo y él una camiseta, ambos nos devolvimos el favor.

Pero tenía que seguir con mi vida.

Él está enamorado de su novia Jules,
y esta mal en querer meterse en una relación.

¿Que clase de persona me convertiría en eso?

Mis padres no me habían educado de esa forma.

Aunque deseo muchísimo a Ben pero más bien le tendré como un amor platónico.

Solo eso.

*******
Decidí salir con mis amigas de fiesta pero a otra discoteca.

Me puse un vestido largo de color azul y seda de tirantas con un escote holgado.

Me puse unos pequeños tacones de cristal, y me maquille natural.

Me eche un brillo en los labios sin color, y solo me maquille el delineador fino pero corto.

Esta noche me sentía conmigo misma guapa pero no destacaba entre las demás chicas de las discotecas.

Todas estaban desarrolladas pero yo no tenía pechos ni tampoco trasero, era plana.

Y eso me hacia sentir acomplejada por qué si tuviera pechos.. o culo.. pero nada de nada.

Estábamos las tres en la discoteca bailando sobre la pista y empecé a beber más de la cuenta.

El alcohol me hacía sentirme más libre, y bailaba mientras tocaba mi cabello intentando querer sensual, quería sentirme mujer aunque sé que no lo conseguiría.

Paso un rato desde que me encontraba en aquella discoteca y un chico se me acercó hablar conmigo.

Era un chico muy mono y me atrajo físicamente.

Lo típico en las discotecas ¿no?

Bailábamos aunque cada uno en su distancia, no me gustaba el restregarse cuerpo a cuerpo, y menos con un desconocido.

Seguíamos hablando mientras que yo desviaba mi mirada hacia otra parte de la discoteca por qué la música estaba alta y él chico me hablaba en el oído con un tono subido para que se le oyera.

Pasaba mis ojos a la planta de arriba que también había gente.

Creo que eso era los reservados.

Me fijé en un chico de espaldas vestido de negro con un cabello rubio platino.

Por un momento pensé que era Benjamín pero que obsesión.

No todos los chicos con el pelo rubio es Benjamín.

De repente se giraba apoyándose en el filo con una copa en la mano mirando a la nada y me quedé desconcertada por qué si que era él.

Me quedé mirandole sin disimulo por qué el no se daría cuenta.