Capítulo 31

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Desde el primer día de vacaciones de verano que nos dio la universidad, el día de las notas ya no volví a ver más a Bonnie.

Ella me estuvo llamando, aunque no se lo cogía o me escribía y le respondía que estaba trabajando, no era la misma intensidad que Naomi pero también estuvo detrás mía.

Quería quedar con ella, hablar, verla, estuve mal ignorándola casi todo el verano pero he estado trabajando y también viéndome con Benjamín.

También quería hablar con Bonnie para pedirle opinión sobre Benjamín.

Cuando salía del trabajo por la noche, me dirigía a casa a ducharme, me arreglé y me fui con tranquilidad por qué mis padres no estaban en casa.

Se fueron a pasar unos días a visitar las Islas de Grecia con unos amigos suyos, ahora que tenían una semana de vacaciones pues aprovecharon el momento y mejor para mí.

Cogí el autobús para encontrarme con Bonnie en el centro y estuve pensando que cosas contarle y que no contarle.

Pero si quiero saber qué diagnóstico tiene Benjamín tendré que contarle la mayoría de cosas.

No podía fiarme del todo.

¿Y si ella también le cuenta a mi madre?

No, Bonnie no es así, si no, Naomi hubiera sabido de mi relación mucho antes y ella se enteró por Román, por aquella noche de borrachera.

Maldita sea.

Me bajaba del autobús cuando llegaba al centro, y me dirigía junto a una estatua donde estaba Bonnie esperándome.

Ambas sonreímos de alegría al vernos la una a la otra y nos abrazamos mutuamente.

Nos apartamos lentamente mientras tocaba de sus manos y admiraba su belleza, la veía distinta.

-Que guapa estás.-dije haciéndole un halago sincero mirando su cara y luego su piel.-

-Si, estoy más morena, he ido bastante a playa.-ella se me quedaba mirando mientras me sonreía de la misma forma.- Tu también has cogido color, eh.-

-Si, a langosta roja.-dije bromeando con una media sonrisa y ella me seguía la broma.-

-Que fuerte que ahora estás trabajando, ¿De verdad que trabajas en el Coffe Sweet?-

-Si, quería ganarme un dinero extra para el verano.-

-Me quedé sorprendida cuando me contaste, el encargado de allí nos ha visto muchas veces de entrar a tomar café y ahora trabajas para él.-

-Que ironía, ¿Eh?-

-Si.-dijo riéndose levemente mientras se me quedaba mirándome contenta.- Vamos a tomarnos una copa y hablemos, tenemos que hablar de tantas cosas.-

Si, Bonnie, de muchas cosas....

Entramos en un pub de copas donde la copa te cuesta quince dólares por qué el pub situado en el centro y se reúne gente de alta clase como nosotras.

Yo me había pedido un Long Island y Bonnie un Martini seco.

Me contó que había conocido un a un chico hace dos semanas en una fiesta y que le gustaba mucho, que se estaban conociendo, que se veían pero no habían llegado a cruzar la línea importante.

Por qué Bonnie también es virgen.

Me alegraba tanto por ella, en serio, pero ahora mismo solo tenía el tema de Benjamín en mi cabeza.

No podía parecer descarada, tenía que escuchar a Bonnie y darle ánimos en que su ligue saliera bien.

Ella le dio un pequeño trago a su copa y luego se relamía los labios, dejó la copa sobre la mesa y me sonreía ampliamente.

¿Puede amar un monstruo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora