Me sentía fatal por lo que ocurrió aquella noche en la fiesta cupido.
Pero peor me sentía aguantando la bronca que me estaban dando mis padres en el salón, claramente, yo me encontraba callada mientras escuchaba a los dos como se quejaban.
Cuando terminaron los dos de regañarme, me dirigía a mi habitación y cerraba a la puerta sintiéndome culpable por lo que ocurrió.
Me sentaba en la cama, con aquel vestido rojo puesto, el mismo que me puse en año nuevo pensando en lo ocurrido.
Román se me estaba declarando en mitad de la pista, y estuvo casi a punto de besarme cuando Ashton se metió en problemas con un tipo pero el puñetazo lo recibió Román y ahí fue cuando empezó todo.
Querían llevar a calabozos a Román pero llame de inmediato al señor Velázquez para que eso no ocurriera y le ayudo.
Fue ahí cuando mis padres se quejaron.
"No tienes por qué molestar a ese señor"
"Él no tiene que hacerle favores a tu amigo"
"¿Que pensará ahora de nosotros?"
Yo no podía dejar que Román fuera a calabozo por algo que no tuvo culpa, y justo en ese momento me quería besar aunque yo le hubiese rechazado claramente pero no es mal chico, es intenso, pero no es mala persona.
En cambio Ashton, salió del problema, él desapareció.
Siempre los capullos salen ilesos ante cualquier problema.
Desvíe mi mirada por impulso hacia mi ventana y me fijé que tenía las cortinas puestas.
Eso significa que Jules a regresado y que se habrán reconciliado.
Me tumbaba en la cama deprimida con el vestido puesto, imaginándome que Benjamín era quien estaba en mi cama, abrazándome con el vestido rojo que a él le gusta.
O que él dice que me sienta bien.
*******
Me tiré días en mi habitación sin salir por qué me sentía mal por Román.
Estuvimos hablando por mensajes y lo último que me dijo fue:
"Aún sigo pensando en ti con tu vestido rojo"
Me entraron escalofríos por qué eso me hizo pensar en Benjamín.
Dejaba el móvil a un lado, con la libreta abierta y tenía el bolígrafo en la mano dando golpes al escritorio.
No me podía concentrar.
Me dirigía a la ventana mirando las nubes negras que hacía, creo que esta noche lloverá.
Me quedaba mirando al cielo apoyando una mano sobre mi rostro aún sintiéndome mal por las peleas de mis padres.
Pocas veces discutía con ellos, tenía una relación sana y me afecta estar en conflictos con mis padres.
De repente desvíe mi mirada a la ventana de en frente.
Benjamín me estaba mirando, eso me hizo sentirme asustada.
Era la primera vez que Benjamín miraba hacia aquí.
Me empezó a sonreír saludándome con la mano, le devolvía el saludo con la mano aunque desganada y me quedaba mirándole fijamente.
Él me hizo una señal de que fuera a su casa, y eso me hizo incorporarme mejor colocándome recta.
Me hizo aquella misma señal de que pegará a su puerta y comencé a reírme por ello.
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¿Puede amar un monstruo?
Misterio / SuspensoLa joven llamada Martha de 18 años lleva enamorada de un tipo llamado Benjamín de 25 años, de hace un tiempo. El vecino de en frente. Aunque su vecino no sabe de su existencia hasta que coinciden en un encuentro casual y Martha comenzará a conocerlo...