No sé cómo había pasado pero me había quedado en ese espeluznante sótano, cuando abría mis ojos aún estaba a oscuras pero mantenía mis ojos abiertos.
-¿Velázquez? ¿Está despierto?-pregunté de una forma débil como si estuviera un poco mareada por falta de comida y por los golpes recibido anteriormente.-
-Si.-respondió rápidamente a mi pregunta.- Te he estado llamando pero parecías que quedaste dormida.-
-Si.. me quedé dormida.-dije.- Señor Velázquez.. cuando usted llegó aquí..
¿A qué hora era?--Eran las doce y media de la noche.-
-Entonces.. creo que la policía vendrá si estamos desaparecidos cuarenta y ocho horas.-
Pero ahora que recuerdo le advertí a Naomi que si no volvía el Domingo por la tarde que avisará a mis padres en caso de emergencia.
-¿Le contaste a alguien que venías aquí?-preguntó.-
-A dos amigas pero les dije que me iba de escapada.. solo avisarán si no vuelvo está tarde.-
El señor Velázquez se quedó callado por minutos hasta que volvió hablar.
-Siento haberte fallado, Martha.-dijo de manera sincera.- Ojalá que haya parado de llover y estén en camino.-
Ojalá... pensé.
Benjamín de repente abría la puerta del sótano, encendía la luz y observé que se había cambiado de ropa.
Se había puesto una camiseta blanca junto una chaqueta de cuero y unos pantalones apretados vaqueros de color azul oscuro juntos unas deportivas marca Nike de color negra también.
Él dio una palmada con sus manos de forma emocionada y luego extendió sus brazos sonriente.
-¡Buenos días a mis invitados!-dijo emocionado mientras bajó las escaleras rápidamente sin antes no cerrar la puerta y finalmente estaba abajo con nosotros.- ¿Habéis dormido bien?-
También me fijé que se había puesto los mismos guantes para cometer algún crimen.
Nos quedamos callados ante su pregunta pero él se nos quedó mirando confuso a nuestra reacción.
-Que poco animados estáis..-dijo siendo irónico con nosotros pero mantenía su sonrisa.- Os entiendo, ya son casi las siete de la mañana y aún es muy temprano pero eso se va arreglar pronto.-
Él sacaba el cuchillo que tenía escondido detrás de su pantalón y lo mostraba.
-Ya hice las maletas para irme a otro país, tengo que cambiar de identidad, cambiar el color de mi pelo.. tal vez esta vez me lo ponga rojizo.-dejó su boca abierta como si se le ocurriera una idea y seguía sonriendo.- ¡O azul! Ahora se lleva mucho teñirse de colores, ¿Tu que piensas Martha?-
Seguía en silencio con los ojos entre cerrados sin querer escuchar nada de nada lo que decía.
-Esta mañana no estás muy habladora, vaya.-dijo de forma irónica y luego hizo una mueca pero no le tomo importancia.- Pues empecemos con el agente Velázquez.-dijo, dirigiéndose hacia a él para matarlo pero yo le detenía.-
-Ni se te ocurra tocarle.-dije sacando mis únicas fuerzas y valentía que tenía.-
Benjamín se detenía, y le escuché de suspirar con fastidio, de repente venía hacia a mí colocándose en frente de mí.
-¿Tu me vas a dar órdenes a mi?-dijo señalándose con el cuchillo.-
-Te vuelvo a repetir que no le toques.-
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¿Puede amar un monstruo?
Mystère / ThrillerLa joven llamada Martha de 18 años lleva enamorada de un tipo llamado Benjamín de 25 años, de hace un tiempo. El vecino de en frente. Aunque su vecino no sabe de su existencia hasta que coinciden en un encuentro casual y Martha comenzará a conocerlo...