Capítulo 27

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Bajaba las escaleras rápidamente y observé que estaba abriendo una botella de vino, en ese momento me miró por segundos, y yo alzaba mis cejas.

-¿Has traído vino?-

Él abría la botella, y se echaba una copa con concentración, luego dejaba la botella en la mesa cogiendo el vaso, me miraba de repente.

-Ya sabes que no me puede faltar.-

Dio un trago a su copa de vino, y yo de repente me acerqué quitándole su copa para darle un sorbo, él se me quedó mirando captando toda su atención y sonrió un poco.

-Pensaba que no te gustaba.-dijo.-

Terminé de darle el sorbo, y tenía decidido en que esa copa era mía.

-Pero yo también quiero divertirme.-dije mientras me mordía el labio y luego me reía.-

Él también se reía levemente tomando mi cara y me dio un beso en mis labios, luego se retiró de mi.

-La pizza no tardará mucho en hacerse, siéntate y cenamos.-

Le hice caso mientras me sentaba, y volvía a llenar la copa de vino dejándola sobre la mesa, él se giró mirando aquella copa y le hice un gesto con los ojos para que bebiese.

El cogía la copa de vino mientras me miraba y alzó sus cejas con misterio.

Al fin de cuentas, él es el amante de los vinos.

*******

Estábamos cenando aquella pizza carbonara pre-cocinada que había comprado mientras que hablábamos de nuestras cosas.

Nunca antes había visto a Benjamín tan sonriente como hoy y tan tierno.

Él suele siempre ser caballeroso, educado, no se salía de sus límites pero hoy estaba más divertido de lo normal y sobre todo desprendía ternura, sus ojos azules estaban brillosos y tenía una sonrisa de oreja a oreja.

Terminé de comerme la última porción qué él me había dejado y él me sonreía sin más señalando la pizza terminada.

-Teníamos hambre, eh.-dijo mientras se reía, y le daba otro trago a la copa.-

-Bastante.-dije divertida, también me reía con él y me quedaba mirándole hipnotizada ante su belleza angelical, ante su rostro.-

Él me miraba fijamente mientras estaba bebiendo, pero luego dejó de beber y dejó su copa en la mesa.

-¿Que te pasa?-

-Nada.-respondí neutra.- Es que nunca te había visto tan contento como hoy y eso me gusta.-

Benjamín me sonreía con dulzura, pasando su mano por mi barbilla de forma cariñosa.

-Por qué estoy contigo y deseaba que llegará este fin de semana para pasarla contigo, por eso estoy así de contento.-

El corazón se me inundaba de alegría al decirme aquello y me derretía de amor literalmente.

Benjamín me miraba con concentración a mi rostro y luego se puso en modo pensativo.

-Mis días son amargos desde que Jules ha vuelto a casa, estamos peleando siempre y me siento amarrado a una relación que ya no tiene sentido solo por su embarazo.-dijo, en un tono de resignación mientras se me quedaba mirándome.- Solo deseo el día en que llegue a nacer nuestro hijo y que se vaya de casa, solo eso.-

Tragaba saliva sintiéndome mal por él al escucharle decir todo aquello y acariciaba su mano que me la tenía puesta en mi cara.

-Por ahora esto es lo que nos ha tocado vivir, pero todo pasará pronto y volveremos a nuestra normalidad, ya verás.-dije intentando animarle pero él permanecía callado y empecé a preocuparme.- Benjamín.-

¿Puede amar un monstruo?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora