Los días volvieron a la normalidad.
Hablé con el señor Velázquez sobre el tema de Román.
El me dijo que no ocurría, que para eso estaban los vecinos, para ayudarse entre nosotros.
Ese hombre es buena persona pero lo que me dijo Benjamín también me hizo dudar mucho sobre la bondad de la gente.
Era por la noche, cuando me encontraba en mi cama, y me quedé pensando en los sentimientos de Román, cuándo había vuelto a la universidad a penas quería cruzarme con él, aunque era inevitable por qué era amigo de Bonnie.
Aquella noche no podía dormir, y eso me hacia enojarme por qué mañana tenía un examen importante.
Me sentaba en la cama repentinamente pensando en que podía repasar un poco más y me levantaba de la cama.
Tomaba el libro de mi mochila, sentándome en el escritorio y lo abría en las respectivas páginas que tenía que estudiar.
Pero desvíe mi mirada a mi ventana, y la luz del apartamento de Benjamín estaba encendida.
Lo más confuso de todo fue que no estaban las cortinas puestas.
Eran las tres y media de la mañana.
Y Benjamín aún estaba despierto.
Solo estaba despierto tan tarde cuando Jules no estaba pero creo que ella si estaba está noche.
Decidí levantarme de la silla del escritorio para dirigirme a la ventana pero me ocultaba tras la cortina.
Observaba aquella escena de tensión que ambos estaban viviendo.
Los dos estaban discutiendo muy alterados.
Podía ver a Jules verdaderamente enfadada aunque no se escuchaba nada desde aquí.
A si que no podía saber lo que hablaban.
Estuvieron un rato discutiendo hasta que ella desapareció del salón y Benjamín también lo hacía, parecía que iba detrás de ella.
Me quedé preocupada por qué no sabía por qué estaban discutiendo tan acalorados, nunca antes los había visto así.
Pasaron unos minutos cuando observé que Jules estaba saliendo a la calle de forma acelerada pero Benjamín iba andando tras ella.
Él la tomaba del brazo para que no se fuera pero Jules se soltaba de Benjamín dándole un pequeño empujón.
-¡Déjame en paz, Benjamín! ¡Estás loco!-gritó Jules en contra de él enfurecida.-
-¿A donde coño vas a las cuatro de la mañana?-
-A casa de mi madre, déjame en paz.-volvía a repetirle nuevamente de forma enojada mientras le miraba con furia y se iba dejando solo a Benjamín en la calle.-
Benjamín parecía suspirar colocando una mano sobre su cabeza, parecía sentirse mal por lo ocurrido, y se quedó mirando como ella se iba.
Luego, volvía a subirse a su casa hasta llegar a su apartamento y observé cómo Benjamín entraba en casa, llegando al salón y se sentaba en el sofá colocando sus manos en su rostro de forma pensativo.
Tragaba saliva sintiéndome mal por la pelea que tuvo con su pareja.
¿Que podría haberle pasado?
Decidí alejarme de la ventana dando unos pasos atrás y suspiré.
Pobre Benjamín.
A saber el motivo por lo que discutieron pero seguro que mañana volverán a estar bien.
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¿Puede amar un monstruo?
Mystery / ThrillerLa joven llamada Martha de 18 años lleva enamorada de un tipo llamado Benjamín de 25 años, de hace un tiempo. El vecino de en frente. Aunque su vecino no sabe de su existencia hasta que coinciden en un encuentro casual y Martha comenzará a conocerlo...