Y así mi fin de semana mágico llegó a su final. Este sentimiento de desdicha es probablemente el que sintió Cenicienta cuando vio que su carruaje se convertía en una calabaza y su hermoso vestido azul desaparecía. Antes de darme cuenta, era medianoche y definitivamente no tenía ganas de volver a casa. NamJoon me dio un beso en los labios para despedirse, lo alargó todo lo que pudo y desapareció por el horizonte de la calle.
—¡Vaya!—exclama TaeHyung al verme pasar—. Al fin recordaste que tienes casa.
Abulto los labios y me dejo caer en el sofá, un largo suspiro se escapa de mis labios mientras intento procesar lo que ocurrió en los últimos tres días de mi vida. Tae alza una ceja, curioso por mi silencio deja a un lado la taza de té y sus manos se entrelazan entre sí al verme nuevamente.
—¿Y esa cara?—pregunta—. Vienes de pasar un estupendo fin de semana y entras pareciendo el ex novio de alguien.
Él me mira un rato más y como si hubiera descubierto algo aplaude ante sus locuras.
—¡Ya sé!—grita, la decepción y la burla se mezclan en su mirada—. Te diste cuenta que NamJoon no es tan bueno como pensabas.
Realmente es un tonto, dios.
—Tú sólo estás enojado porque Hobi estuvo de turno y no pudo venir a verte.
El modo en que cruza los brazos e hincha las mejillas es como ver a un niño caprichoso. No suele estar frustrado por el trabajo, lo está por los días en los que no recibe la atención requerida. Así que intenta compensarlo burlándose de mí o haciéndome enfadar.
—Ni me lo recuerdes—arruga la frente y rasca su cabeza apaciguando su molestia—. Quería llevarlo al cine y luego venir aquí para-
—¡Demasiada información!—exclamo antes de que termine de decirlo.
Él exhala cansado.
—Como sea, al menos uno de los dos se divirtió el fin de semana.
—Fue divertido—su rostro se llena de picardía—, pero no como tú crees.
Rueda los ojos y se deja caer en el respaldo del sofá, un largo suspiro sale de sus labios.
—No me digas—su tono sarcástico me hizo rodar los ojos y sonreír a pesar de su actitud a la defensiva—. Se acurrucaron en el sofá todo el día, vieron películas mientras comían algo y luego se dieron besitos hasta quedarse dormidos.
—Eres insoportable.
—No lo puedo creer—se levanta del sofá fingiendo indignación—. ¿Así pasan la temporada de apareamiento los de tu especie?
¿Los de mi especie?
A mi Omega no le gustó escuchar eso.
—¿Temporada de apareamiento?—una risa se escucha fuerte y claro desde mi pecho—. ¿En qué siglo vives? Ya nadie le dice así.
Le resta importancia con un gesto con la mano, se dirige a la cocina y saca algo de la alacena que al parecer escondía muy bien. En ningún momento me di cuenta que guardara algún tipo de vino caro en el amueblado de nuestra cocina, su característica sonrisa aparece en sus labios y regresa a la sala de estar con un par de copas.
Me entrega una pese a la duda en mi cara.
—¿Y esto por qué?—pregunto, el 'pop' del corcho salir de la botella se escucha.
—¿En serio preguntas?—dice sin perder su sonrisa, me sirve un poco del líquido transparente y luego se sirve a él—. Estamos conmemorando tu virginidad perdida.
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FanfictionJeon JungKook es un atractivo Omega de cabellos rojos; simpático, hábil e infantil empleado de una tienda departamental. A sus dulces 26 no está enlazado, es sano y pretende seguir así hasta el día de su muerte. ¡Pero sus amigos insisten en que no...