20

2.1K 338 74
                                    

¿Sus padres? ¿Acaso quiere que me dé un infarto aquí?

¿Es momento de empezar a preocuparme por mi apariencia? ¿Qué se dice cuando conoces a los padres de... de qué?

¿Qué es NamJoon? ¿Qué es lo que somos? Estamos saliendo, ¿no?

¿Esto no es demasiado pronto aún?

¿Por qué mi madre no me dijo qué se hace en situaciones como estas? Quizás sólo estoy siendo un poco paranoico.

Estás volviéndote un desquiciado por completo.

Si lo piensas bien y repites muchas veces la palabra desquiciado pierde sentido.

Desquiciado, desquiciado, desquiciado, desquiciado.

¿Qué se supone que es desquiciado? 

Me examino a mí mismo de abajo hacia arriba y hago una mueca; el pantalón rasgado y esta vieja playera negra agujereada no son la mejor combinación o siquiera una opción para este tipo de ocasiones. Ni siquiera tengo el cabello peinado de una forma decente. Los padres de NamJoon se ven tan cuidadosamente arreglados, sofisticados y elegantes. De la misma manera en que se ve YooHyeon por muy mínimo y sencillo que sea el lugar al que vaya.

Veo a los señores Kim de espaldas conversando amenamente con los demás amigos y familia de Jin, no puedo distinguir nada a esta distancia y no trato mucho a decir verdad. El miedo y la impaciencia por salir corriendo de aquí se acrecienta con el paso de los segundos. Mi corazón empieza a agitarse de una forma incómoda y el miedo hace que mi estómago se revuelva. No quiero estar aquí, puedo sentir ese incómodo calor cubriendo mi espalda por el nerviosismo. 

Veo a NamJoon y su ceño fruncido me hace sentir más preocupación que antes, porque al juzgar por su tono de voz él tampoco esperaba ver a sus padres hoy. Él suspira pesadamente y se para frente a mí con una mirada segura, pero detrás de ello puedo notar el esfuerzo que hace para transmitir sus sentimientos cuando acaricia mi mano con dulzura.

—Podemos huir juntos o caminar hasta allá y ver lo que sucede, estará bien de cualquier forma—él traga duro y aprieta mi mano—. No voy a obligarte a que te sientas incómodo.

Sus palabras no tienen ni una pizca de romanticismo, ni tampoco me está diciendo que me ama o que nos casemos ahora mismo. No parece una escena de un beso bajo la lluvia, ni mucho menos la confesión más cursi de un libro. Tampoco se parece al Alfa con el que pasé una adolescencia entera soñando cuando creí que sería un Omega normal; pero es suficiente para hacerme sentir cosquillas en el estómago, lo suficiente para hacerme sentir seguro y lo suficiente como para que caminemos juntos hasta plantarnos frente a sus padres.

Y aunque quiera decirle que continuemos, yo también puedo notarlo. Él está dispuesto a caminar aunque sus ojos brillen con ese matiz de miedo y de inseguridad implorando silenciosamente por no acercarse más. No estoy seguro a qué se deba y que quizás este no sea el momento para averiguarlo, pero yo tampoco quiero que te sientas incómodo NamJoon.

Le sonrío sincero—. No te preocupes.

Sé que no es por mí porque él ha querido que lleguemos hasta ahí. Es probablemente esa mirada que ha puesto, la misma que tenía en la cafetería mientras charlaba con su padre. No es sólo inseguridad y miedo, es agobio y cansancio.

A estas alturas no pareciera haber necesidad de tener un lazo entre nosotros.

—Podemos dejarlo para después, cuando ambos estemos preparados—tomo cuidadosamente su mano y escapamos silenciosamente de allí.

Caminamos entre la gente, hasta casi olvidarnos de que dejamos atrás un posible problema. Parece que el cielo despejado se ha compadecido de nosotros para regalarnos una tarde tranquila.

Error 404 Not FoundDonde viven las historias. Descúbrelo ahora