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Me seco las lágrimas con la palma de la mano, mientras en la otra, sujeto con mucho cuidado una rosa de cristal preciosa.

- Quise que fuera de cristal para que nunca se marchitara y durase para siempre.

- No se que decir, es simplemente un detalle precioso.

Vuelvo a juntar nuestros labios. Sin prisas esta vez, saboreando el momento. disfrutando de todos los besos que nunca pudimos darnos. Nos separamos sin ganas y me pierdo en sus ojos y en esa sonrisa que siempre me ha encantado. No puedo ser más feliz. Suena el timbre, la pizza ya está aquí.

- Yo abro, la señorita que escoja la película.

Busco entre los dvd's y encuentro una que hacia mucho tiempo que no veia. Sheakespeare in love. Una de mis favoritas. Preparo el dvd y voy a la cocina a sacar las cosas para preparar la mesita del salón. cuando vuelvo con la bebida, Blas ya tiene la pizza preparada. Comemos tranquilos, charlando animadamente de nuestras cosas, pasando un rato agradable. Terminamos y mientras recojo la mesa, ël prepara palomitas en el microhondas. No acurrucamos en el sofá, debajo de una mantita, abrazados. Y le doy al play. A mitad de la película Blas se ha dormido, lo dejo dormir tranquilo y acabo de ver yo sola la película. Media hora más tarde la película ha acabado, con cuidado lo despierto, que ternura verle tan adormilado.

- La película ha termido, bella durmiente.

- Lo siento. Es que ha sido un día un poco intenso.

- No pasa nada. ¿Te quedas a dormir conmigo esta noche?

- Claro que si, princesa.

Nos dormimos abrazados, si que ha sido un día completo, y uno de los más fantásticos y felices de mi vida. Aun no me creo que esto haya ocurrido por fin, que lo tenga a mi lado, que ya no haya malos entendidos y que podamos estar juntos por fin. Con este pensamiento poso mi cabeza en su pecho y me fundo en los brazos de Mórfeo.

StillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora