Still

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Hemos empezado a gravar, estamos poniendo la misma fuerza e ilusión que pusimos en nuestro primer disco. Los días van pasando despacio, y el disco va cogiendo forma. Sera uno de nuestros mejores trabajos. Enma h hecho un trabajo excelente, y aunque no hemos podido pasar demasiado tiempo juntos, el poco que hemos pasado lo hemos disfrutado al máximo.

- Chicos hoy es el último día de grabación, en dos días tenemos la presentación.

- Carlos: Solo falta corregir un par de detalles y listo. Blas entra que solo falta acabar tu parte.

- Blas: A sus órdenes jejejje

- Voy a llamar a Leire para ver cómo va la decoración del karaoke

- Carlos: Mándale muchos besos y dile que estoy deseando verla

- No seas dramático, la viste ayer.

- Carlos: pero ya la echo de menos.

- Pues si la presentación va según lo previsto, la echarás mucho más de menos cuando empiecen las firmas y la gira.

- Carlos: Va a ser que no. Tengo pensado que se vengan con nosotros en lo que Carlota no empieza la escuela.

- Buena idea. Así no estaré sola con vosotros

- Carlos: Reconoce que nos adoras.

- Jamás jajajaj

Desde dentro de la cabina de grabación veo a Enma y Carlos hablar animadamente. Se está dejando la piel para que este proyecto salga adelante. Muchas veces si no fuese por ella habríamos abandonado, pero siempre tiene un as escondido en la manga para solucionar todo lo que surge y para levantarnos el ánimo. La veo salir con prisa. Se de sobra que tiene mil cosas en las que pensar, pero Leire me ha dicho que ella se encarga de lo que falta, asique en cuanto salga de aquí la secuestro y me la llevo hasta el día de la presentación.

Por fin. Hemos acabado el disco. Está totalmente perfecto. No dudo que sea uno de nuestros mejores trabajos. Dejo a los chicos escuchando la maqueta y me voy a casa a por Enma.

- ¿Princesa?

- En la cocina.

- ¿Tienes un momento?

- Dame cinco minutos que tengo al teléfono a los de la tele para confirmar hora.

No me desanimo y mientras ella acaba con sus llamadas haga una maleta para los dos y la llevo al coche sin que se dé cuenta. Media hora después por fin la oigo despedirse y me acerco a la cocina para ver si me presta atención.

- ¿Has acabado?

- Si, lo siento. Es que me vuelven loca.

- No pasa nada, pero tenemos que irnos inmediatamente.

- ¿Qué ha pasado?

- Nos han llamado a última hora para decirnos que viene alguien muy importante y necesita un lugar donde alojarse. Pero no puede ser un hotelito de ciudad. Quiere algo donde pueda relajarse.

- ¿Y tenemos que encargarnos nosotros?

- Ha sido una petición especial. No pude negarme.

- Está bien. Vamos.

Nos metemos en el coche y conduzco hacia las afueras. A una casa rural preciosa, sin ruido, sin estrés y sobre todo, sin cobertura.