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Me despierto entre sus brazos, con su aliento en mi cuello, y su cuerpo dando calor al mio. Como puedo doy media vuelta y me quedo mirandole, aun dormido es perfecto. Me quedo un buen rato mirándole, sintiéndome la mujer más feliz del mundo. La alarma suena. Ya son las diez. Blas abre los ojos, me mira medio adormilado y sonrie. Su sonrisa es la más linda del mundo, y sin dudarlo ni medio segundo lo beso. Un beso dulce, lleno de amor y de sentimientos acumulados.

 - Si me despiertas así todos los días, no vuelves a dormir sola

.- ¿ Es una promesa?

- No. Una amenaza.

- Me gustan tus amenazas.

 - A mi me gustas tú. Tengo que levantarme, hoy firmo el contrato. ¿Quieres venir conmigo?

- Claro, y podemos pasar a saludar a Carlos y Leire. Les he cogido mucho cariño.

- Sin problema, les llamo y quedamos con ellos a comer. Me vuelvo a casa a vestirme y paso a por ti en media hora.

- ¿ No te quedas a desayunar?

- No, me tomo un café rapidito en casa. Y no me pongas morritos, o no salimos de esta cama en lo que queda de semana.

 - ¿Otra amenaza?

- Esta vez era una promesa.

Me da un beso rápido, de esos que te dejan con ganas de más y se va. Me doy una ducha rápida y me visto con mis vaqueros favoritos y una camiseta negra con tiras en la espalda, me calzé unos tacones, me maquillé un poco, nada exagerado, y bajé a desayunar. En media hora justa Blas llamó a la puerta.

Hay poco tráfico asique llegamos con tiempo de sobra al colegio. Aun así nada más llegar la directora nos hace pasar a su despacho.

- Siento ser la portadora de malas noticias, pero me parece que no podremos firmar el contrato como habíamos previsto.

- ¿ Y eso? ¿Qué ha pasado?

- Por lo visto ha habido problemas con el presupuesto de la asignatura, los malditos recortes siguen tocando la educación.

- Comprendo la situación. No dude en llamarme si surge cualquier cosa.

- No se preocupe, será el primero al que llamaremos si conseguimos fondos.

Salimos del recinto y sin más esboza una sonrisa.

- ¿ Y esa felicidad? ¿Sabes que te acabas de quedar sin trabajo no?

- Si. Y la verdad es que no me importa. Tú tampoco tienes trabajo y así tendremos más tiempo para estar juntos y recuperar el tiempo perdido. El dinero no es que me haga mucha falta. Gracias a dios tengo dinero invertido del que gané con Auryn y puedo vivir cómodamente. Así que me dedicaré exclusivamente a hacerte feliz y a seguir componiendo.

- Me gusta tu idea, pero yo si tengo que buscar un trabajo, no me falta el dinero, pero no me puedo permitir vivir sin trabajar.

- Está bien, pero nada de quitarnos horas.

- Cambiemos de tema, ¿ Sigues componiendo?

- Claro, nunca lo he dejado.

- ¿Tienes suficientes canciones como para un disco?

- Para dos o tres. ¿Porqué tantas preguntas?

- Por que ya no necesitaré un trabajo.

- ¿Quieres que grabe un disco?

- Quiero que Auryn vuelva.

StillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora