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No tardó  en regresar ni 10 minutos, no me había dado tiempo más que a poner música de Melendi  y cortar el pan para los bocadillos cuando lo escuche entrar en casa.

-       ¡He vuelto! ¿En qué te ayudo?

-       ¿sabes pelar patatas?

-       No me menosprecies pequeña, se hacer muchas cosas jajajaj

-       Demuéstramelo entonces. Tú te encargas de las tortillas mientras yo me cambio y preparo mi mochila.

-       No hay problema. Pero no me tengas toda la mañana esperando.

20 minutos y todo estaba listo en el maletero de mi coche. Lo encendí y sonó a todo volumen  Enrique Iglesias. Nos dirigimos a una pequeña cala que descubrí hace años y que no suele ir nadie. Es pequeña, de arena fina y con un agua azul cristalina preciosa. Es mi playa preferida, donde suelo ir a desconectar  y relajarme. Sé que le encantará.

Colocamos la cesta con la comida debajo de un árbol para que le diera la sombra y las toallas al sol. Me senté en la mía aun vestida y me perdí en la inmensidad del mar. Blas por su parte estaba sacándose la ropa y me saco de mis pensamientos. ¡Dios mío, en bañador está aun mas bueno! Llevaba unas bermudas blancas con unas líneas verticales en negro.

-       Enma, te has quedado embobada.

-       Perdona, es una mala costumbre que tengo desde niña. Cuando veo el mar desconecto totalmente

-       No pasa nada mujer, ¿te vienes al agua?

-       ¡claro! Lo estoy deseando.

El agua estaba buenísima, nos pasamos la mañana entre risas y juegos dentro del agua. Cuando salimos eran casi las tres de la tarde. Es curioso cómo se me pasa el tiempo en compañía de Blas y eso que lo acabo de conocer hoy mismo, pero me da mucha confianza y me cae genial.

Después de una buena comida a base de bocadillos de pollo con queso que yo hice y la maravillosa tortilla de Blas decidimos dar un paseo por la orilla de la playa para hacer la digestión.

-       ¿Sabes? Me has sorprendido, la tortilla estaba deliciosa.

-       Ya te dije que sabía hacer bien muchas cosas. Aunque la cocina no es uno de mis fuertes.

-       ¿Y cuáles son?

-       Obviamente la música jajajaj

-       Si eres profesor de música se supone que se te tiene que dar bien ¿no?

-       Parece que sí. Te propongo algo. Mañana me pongo enserio a limpiar la casa y te invito a una cena con concierto incluido.

-       Me parece perfecto

Nos echamos en las toallas a tomar el sol un ratito y Blas se quedó dormido. Es simplemente perfecto, me encanta mirarlo mientras duerme, se ve adorable e inocente. Aun dormido sigue con esa preciosa sonrisa en sus labios. Me resulta tan conocida…, tan familiar…

-       Te he pillado, creí que solo te embobabas mirando el mar.

-       Jajaj no seas malo, es que me hizo gracia verte sonreir mientras dormías.

-       Pues vaya, no sabía que lo hacía.

-       ¿Qué te parece si recogemos y nos vamos? Tienes mucho que limpiar para mañana y yo debería acostarme temprano que esta mañana algún desaprensivo me despertó súper pronto.

-       Por mi perfecto.

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