Capítulo XXII

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El campamento se alargó ese verano. Duró dos semanas más, justo hasta el principio del nuevo curso escolar, y tengo que admitir que fueron las dos mejores semanas de mi vida.

Habiamos padado mucho tiempocon nuestros amigos, Will estaba siempre cerca mio al igual que Nico. Grover se había hecho cargo de los buscadores sátiros y los había enviado alrededor del mundo a encontrar semidioses no reconocidos. Hasta ahora, los dioses habían cumplido su palabra. Nuevos semidioses surgían por todas partes - no solo en América, sino en otros países también. Y mi hermano y Annabeth también había pasado mucho tiempo juntos.

-Apenas nos damos abasto- admitió Grover una tarde que tomábamos un descanso en el lago de las canoas. -Vamos a necesitar un presupuesto para viajes mas grande, y me vendrían bien unos cientos más de sátiros.-

-Si, pero los sátiros que tienes están trabajando durísimo.- le dije -Pienso que los asustas.-

Grover se ruborizó. -Eso es una tontería. Yo no asusto.-

-Eres un Señor de lo Salvaje, hombre. El elegido de Pan. Un miembro del Consejo de...-se burló Percy.

-¡Alto!- protestó Grover -Son tan malos como Enebro. Creo que ella quiere que me postule para presidente también.-

Él masticaba una lata mientras observábamos el espacio de las nuevas cabañas en construcción. La forma de "U" pronto sería un rectángulo completo, y los semidioses realmente se habían tomado la nueva tarea con gusto.

Nico tenía algunos constructores no-muertos trabajando en la cabaña de Hades. Aún cuando él iba a ser el único chico en ella iba a lucir de veras genial: muros de obsidiana sólida con una calavera sobre la puerta y antorchas que ardían con fuego verde las 24 horas del día, pocas veces iba a ayudarle pero nunca salio el tema que queria. Junto a ésa estaban las cabañas de Iris, Némesis, Hécate y varias otras que no reconocí. Seguían añadiendo nuevas cabañas a los modelos cada día. Eso iba muy bien, Annabeth y Quirón estaban
hablando de agregar una nueva ala completa de cabañas para que pudieran tener cuartos suficientes.

La cabaña de Hermes estaba mucho menos poblada ahora, porque la mayoría de los niños no reclamados había recibido señales de sus padres divinos.
Sucedía casi cada noche, y cada noche más semidioses llegaban al límite de la propiedad guiados por sátiros, usualmente con desagradables monstruos persiguiéndolos, pero casi todos ellos lo lograban.

-Será muy diferente el próximo verano- dijo Percy -Quirón espera que tengamos el doble de campistas.-

-Si- Grover aceptó -pero será el mismo viejo lugar.- Suspiró contento.

Miramos mientras Tyson guiaba a un grupo de constructores cíclopes. Estaba poniendo en su sitio enormes piedras para la cabaña de Hécate, y nosotros sabía que era un trabajo delicado. Cada piedra estaba grabada con escrituras mágicas, y si ellos tiraban una, podía o explotar o convertir a todos en un kilometro en árboles. Me imaginé que a nadie más que a Grover le gustaría eso.

-Viajaré mucho- Nos advirtió Grover -Entre proteger a la naturaleza y encontrar mestizos. No podré verlos mucho.-

-No cambiará nada- dije sonriendo

-Si, siguen siendo mis mejores amigos.- Él sonrió -Excepto por
Annabeth y Will Solace-

-Eso es diferente- dijo Percy

-Will y yo no tenemos nada-defendí

-Si- accedió -Seguro les creo.-

Ya avanzada la tarde, estabamos dando un último paseo por la playa, un momento entre hermanos cuando una voz familiar dijo:

Los Hermanos Jackson y El Último Héroe del Olimpo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora