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Bailaron hasta que se cansaron luego de la cena. Katsuki no podía despegar su nariz del cuello de Izuku, algo en su aroma lo estaba volviendo loco pero Izuku quería beber un poco y bailar hasta que el baile se acabará. La embriaguez de ambos los hizo a dar un paseo por la cubierta del barco para respirar un poco de aire fresco. Ambos estaban abrazados, acaramelados, olvidándose de todo.

-¿Ya te sientes mejor? -preguntó Bakugou a Izuku quien reposaba su cabeza en el hombro del rubio.
-Sí, sólo quería respirar un poco de aire fresco.
-¿Fresco? Sigues ebrio -se burló el ojirubí- el aroma a sal se siente más intenso.
-Kacchan... -reclamó Deku- No arruines el momento, quería sentir la brisa marina ¿Contento?
-Bien nerd... -lo abrazó por detrás para oler su cuello- Sólo respóndeme algo ¿Qué demonios te echaste para oler tan malditamente bien? -recorría el cuello del peliverde a besos.
-Na... Nada... Sabes que... -respondió nervioso y un poco exitado- no uso... Perfumes.
-No intentes mentirme... Conozco muy bien tu aroma y me estoy volviendo loco por abrazarte.
-Kacchan... Vayamos a la habitación.

Sin decir nada Katsuki cargo a Izuku estilo nupcial y se dirigió a la habitación, Izuku aún estaba lo suficientemente ebrio para no respingar por la manera en la que era cargado, así que solo escondía su rostro avergonzado en el cuello de su esposo, mientras se deleitaba con el aroma de Kacchan.

Cuando entraron al cuarto, comenzaron a besarse de manera apasionada, Bakugou trataba desesperadamente de desabotonar la camisa de Izuku pero el alcohol y la misma exitación que sentía no le permitían coordinar correctamente. Izuku lo detuvo e hizo que Bakugou se recostara en la cama, con la mirada suplicó que no se moviera y el alfa al ver el rubor del Omega sabía que un paso en falso y la noche se acabaría así de expectante se deleitó con la vista que Izuku le ofrecía: el pecoso desabrochando su ropa de manera lenta y tentadora para ir mostrando un conjunto extremadamente sexy, si la parte superior era ese top que quería desgarrar la inferior lo llevó al décimo cielo al ver que la pantaleta se encontraba abierta por en medio lo que dejaba expuesta todas la zonas íntimas de Izuku. También, acercó la caja con aceites, lubricantes, juguetes y preservativos.

-Tu mamá, Ochako y mi madre prepararon esto... -dijo volteando al otro lado- pero es mi primera vez, ¿podríamos hacerlo de la manera tradicional? Estoy asustado pero quiero hacerlo contigo.
-Eres experto en volverme loco Izuku...

Kacchan tomó sólo el lubricante y la caja de condones y el resto quedó en alguna parte del camarote. Kacchan se desvistió, hizo que Izuku quien se había recostado mirara cada movimiento del rubio hasta que quedó en ropa interior. Dejó que el peliverde hiciera el primer paso y lo tocara. Tocó su abdomen, pectorales, brazos, cuello, hasta que tomó entre sus manos el rostro de ojirubí para besarlo y lentamente recostarse con el rubio sobre él. Kacchan de dejó guiar por esos tiernos toque y abrazó a su esposo por la cintura, se besaron hasta que el labial prácticamente había desaparecido del rostro de Izuku y sólo quedarán pequeñas evidencias de lo que fue un todo rojo quemado en los labios del pecoso.

Kacchan llevo sus manos más allá, haciendo que cada uno masturbara el falo del contrario. Izuku se dejó guiar no era la primera vez que hacían esto pero la atmósfera era totalmente diferente, parecía que era la primera vez que se tocaban, ver el rostro de placer de Katsuki lo hacía feliz, así acariciándose mutuamente el pecoso besó de manera demandante a su esposo, dejó el falo de blondo para tomar el rostro contrario y recostarse con Bakugou sobre él. Quería ser uno con el, en ese punto cualquier cláusula no importaba y decidió hacer caso al consejo de sus amigos y disfrutar de todo el amor que Kacchan le ofreciera en ese año.

-Kacchan... Por favor seamos uno.
-Deku... No quiero apresurarte y no me ayudas...

El rubio siguió besando a Deku hasta que las erecciones de ambos eran dolorosas tomó la caja de condones y se colocó el primero que usarían esa noche, así como el lubricante que complementaría al propio de Izuku, lo preparó de la mejor manera que pudo, hasta que los gemidos de Izuku eran imposibles de callar para el Omega. Kacchan se colocó entre las piernas de Midoriya y besándolo se introdujo en él quién al principio quiso alejar al alfa ya que el dolor de la penetración lo hizo llorar. Bakugou quiso parar en ese momento y se separó de su querido peliverde, lo besó y limpió las lágrimas sin embargo Izuku no quiso rendirse.

-Intentemos de nuevo, realmente quiero hacerlo... -decía con lágrimas.
-Izuku... No quiero lastimarte...
-Voy a soportarlo, sino, nunca podremos hacerlo.
-Maldita sea Deku... -lo abrazo- Jamás te dejaré ir, incluso cuando esto se acabe, nos vamos a volver a casar y le cerraremos la boca a esos malditos ancianos.
-Sí, son unos idiotas pero no hablemos de ellos -lo hizo verlo- es nuestra noche de bodas y quiero consumarla.

Katsuki de nueva cuenta se colocó entre las piernas de Izuku, al intentar penetrarlo, el pecoso lo mordió en el hombro para mitigar el dolor hasta que Kacchan logró entrar en él. Dejó que Izuku se acostumbrara y después comenzó con ese vaivén sexual que poco a poco fue logrando que los gemidos de ambos fuera lo único que se escuchara en el lugar. Besos, gemidos, abrazos y bastantes condones terminaron en una marca en el cuello de Izuku.

-Márcame... Soy tu omega y quiero que todos lo sepan....
-Entonces tu también hazlo, quiero que todos sepan que soy del Omega más hermoso e inteligente del mundo.
-Desde hace rato te marqué -sonrió Izuku y lamió la gran marca de mordida que había hecho en el hombro de Bakugou.
-Eres un maldito Nerd -sonrió el blondo.

Cambio el condón, por suerte aún quedaba uno, ahora era tiempo de marcar al omega. Puso a Izuku en cuatro para tener mejor acceso a su cuello, volvió a penetrarlo y cuando sintió que su nudo estaba formándose presionó para que entrara en Izuku, lo que hizo el peliverde diera un grito de dolor y placer cuando el nudo y los colmillos de Katsuki se clavaron en Izuku. La sensación que los invadió comprobó el miedo de ambos, aunque no lo dijeron supieron en ese momento que eran destinados, el cúmulo de emociones los embargo, Izuku lloró feliz y desconsolado mientras que Bakugou lo abrazó por la espalda esperando a que el nudo se desinflamara, besó y lamió la herida en el cuello del pecoso y lo dejó llorar hasta que se durmió. Cuando el nudo se deshizo, Kacchan salió de Izuku y lo acomodó para abrazarlo de nuevo y dormir junto a su esposo.

A la mañana siguiente, Izuku fue el primero en despertar, aún tenía un mundo de emociones mezcladas pero estaba feliz, al fin era el Omega del alfa que había amado toda su vida. El contrato podía irse a la mierda, él se quedaría con Kacchan hasta su muerte. Volvió a dormir hasta que el blondo lo despertó para curar los estragos en el cuerpo de su esposo, quien no podía moverse y el dolor en su parte baja lo mantenía acostado boca abajo.

Atados... (1ra edición) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora