Si bien, las cosas se habían tranquilizado, Izuku seguía esquivo, la duda y el temor se habían apoderado de él. Kacchan por su parte, hacía todo lo posible para reconfortar al pecoso y aunque éste no rechazaba las caricias inocentes, no permitía nada más de parte del rubio.
Bakugou había hecho que Izuku disfrutara, lo más posible, su estancia lejos de la ciudad. Si lo veía haciendo trabajo innecesario, con cualquier pretexto lo llevaba a dar un paseo por el bosque, iban al pueblo cercano a comer o comprar algo "necesitaba" el rubio, o simplemente le pedía que lo acompañara a beber chocolate caliente mientras admiraban la naturaleza. Aunque no quisiera admitirlo esas actividades también relajaban a Bakugou, podía no pensar en todo el desastre de Enji Todoroki, quién seguía poniéndole trabas a cada sugerencia y orden que dictaba el blondo.
En ese lapso también, tuvieron mucho tiempo para la introspección. Ambos se dieron cuenta de lo poco que hablaban sobre sus trabajos. Entre charlas de café o esas salidas al bosque Izuku comprendió un poco las frustraciones que sentía el rubio; el comité de socios no lo respetaba debido a que la mayoría esperaba a Enji como nuevo presidente, por suerte su madre y Hakamada lo respaldaban, pero no era suficiente contra los ancianos que conformaban esa mesa directiva.
-¡No! -gritaba al teléfono- dile al inútil de Todoroki que nada se aprueba o pasa al comité a menos que yo lo apruebe primero -renegaba y aunque había salido de la cabaña para no molestar a Izuku, quien dormía, los gritos se escuchaban por cada rincón del lugar- no, no, tendré tiempo de leerlo hasta la próxima semana, además si mi madre o Hakamada no lo aprobaron ¿Qué haces haciéndome perder el tiempo? No vuelvas a molestarme hasta que me veas en la oficina...
Katsuki colgó la llamada y lanzó el aparato al sofá que estaba en la sala exterior, respiraba profundamente para tratar de relajarse, en ese punto se sentía muy frustrado con lo molesto que no era lidiar con los ancianos de la mesa directiva, por culpa de ello estaba en ese lío, por culpa de ellos había descuidado a Deku, aunque sabía que sólo buscaba algún culpable.
El blondo se sorprendió al sentir unos brazos que lo rodeaban por la espalda, esos que conocía bastante y que eran un consuelo antes cualquier situación. Dejó que el pecoso, al que no podía verle la cara, lo mimara, sentía como frotaba el rostro en su espalda como un pequeño minino. Tomó las manos de su compañero para alejarlas y poder girarse para ver el rostro pecoso de su esposo quien, parecía conflictuado, un puchero como cuando quieres algo pero te obligas a negar que lo deseas. Katsuki abrazó al peliverde, se dejó envolver por su calor y su aroma que se le había negado desde hace días. Sentía ganas de llorar, extrañaba a su padre y se sorprendía de cómo ese tan afable hombre podía lidiar con esos extras insufribles.
-¿Quieres comer algo? -preguntó Midoriya, el blondo hizo un ademán de negación- ¿Quieres ir adentro? -un asentimiento- ¿Quieres ver una película... o algo? -negación- ¿Quieres que nos recostemos? -otro asentimiento- está bien... Vamos.
Izuku guio a Bakugou a la habitación e hizo que se recostara, él hizo lo mismo, quedando sus rostros uno frente al otro. El pecoso acariciaba el rostro del blondo hasta que quedaron lo suficientemente cerca para que sus alientos se mezclaran, ninguno quería dar el primer paso, el peliverde por su conflicto interno y el blondo porque no quería equivocarse de nuevo.
-¿Por qué no me besas? -se animó a preguntar el pecoso.
-Porque no quiero cagarla de nuevo...
-No lo harás...
Izuku acercó su rostro hasta que los labios de ambos se fundieron en un beso intenso que ninguno parecía querer terminar. Ambos necesitaban ese contacto, de hecho necesitaban más tanto que fueron deshaciéndose de las ropas del contrario. Bakugou fue en extremo delicado, cosa que Izuku agradeció, realmente no habían vuelto a intimar desde su luna de miel, casi cumplirían un mes son tocarse. Un mes dónde prácticamente no hablaron, si acaso cruzaban los buenos días y buenas noches, un mes donde el cansancio casi destruyó todo lo que habían construido, un mes donde dieron por sentado que sólo sería una racha y que todo se arreglaría por sí solo.
Poco les importo usar protección, Kacchan e Izuku se unieron una y otra vez esa tarde, mientras se susurraban palabras de amor entre los gritos de placer que ambos dejaban salir. Fue imposible para ambos no volver a marcarse, su necesidad de saberse del contrario imperaba, ambos estaban ansiosos, en especial después de la petición de Izuku de días anteriores son sugirió cortar toda relación después de terminado el contrato
-Kacchan... ¿Estaremos bien? -preguntaba viendo los ojos rubís del blondo.
-Lo vamos a estar, dejaremos el maldito trabajo en la maldita oficina y en nuestra casa nos dedicaremos a planear el nuevo color de las cortinas si así lo decides...
-Qué bueno que lo mencionas, necesitamos cambiar no las cortinas pero sí la alfombra del estudio...
-¿Qué tiene la alfombra?
-Digamos que no se lleva bien con mi ritmo de trabajo...
-Vaya, era la favorita de mamá, tendremos que buscar una idéntica... ¿pero qué tanto pudo haberse ensuciado para que necesite ser cambiada?
-No preguntes, sólo encontremos la alfombra...
Katsuki se rio como tenía días que no lo hacía, sabía que el pecoso era un desastre cuando trabajaba, así que lo mejor sería poner algún mosaico lindo en esa área de trabajo, porque sería difícil reemplazar la alfombra cada que Midoriya la destruyera. Luego de cenar y tomar un baño, siguieron disfrutándose hasta el cansancio y hasta el día que Mitsuki llegó gritando a la alcoba:
-¡Más les vale que un nieto esté en camino en este momento, sino los despediré de la empresa!
-¡MALDITA ANCIANA! ¿NO TE ENSEÑARON A TOCAR? -Katsuki renegó, mientras ocultaba al pecoso que sentía que la vía se le iba, ya que estaba desnudo y su suegra lo había visto.
Izuku y Katsuki fueron despertados por la enérgica rubia, quien los hizo darse una ducha e irse arreglar con las maquillistas, ahora el tiempo estaba contado, así que le advirtió que esta vez no habría espacio a errores, que al primero que surgiera el que se equivocara sería reemplazado por un modelo. Ambos sintieron la sangre hervir de molestia y pánico, no lo decían pero ninguno quería que un extraño posara y tocara a su esposo.
La sesión fotográfica fue un éxito, la seguridad de Katsuki y el ligero nerviosismo de Izuku, fue un plus que complementó el aire de las fotos, las cuales fueron mejores de lo que se esperaban, en especial cuando al parecer se olvidaron de los demás y se enfocaron en el contrario, ambos se sentían que de nuevo estaban en su sesión de boda, aunque la ropa deportiva que llevaban puesta en ese momento estaba lejos de los conjuntos que volaron la cabeza de Bakugou. Además todos notaron algo muy especial que no pudieron evitar usar como parte de la utilería: las marcas que parecían haberse vuelto a hacer, se coronaron como la cereza del pastel.
Al regresar a la normalidad, lo primero que hicieron fue reemplazar la alfombra, Katsuki no entendía cómo es que Izuku le había hecho un agujero de tamaño de una pelota de básquetbol e Izuku sabía que si le contaba que había derramado ácido para revelar fotografías lo regañaría, porque ese trabajo no le correspondía al pecoso pero, simplemente no se pudo negar a ayudar a su compañero Kaminari con un poco de su trabajo, así que decidió no revelar lo sucedido.
Lo segundo que hicieron fue pegar una lista de acuerdos en la puerta del refrigerador:
1. NO TRAER EL TRABAJO A CASA.
2. EN CASO DE TRAERLO, DEBE SER NOTIFICADO ANTES DE SALIR DE TRABAJAR Y SE AYUDARÍAN PARA TERMINARLO LO ANTES POSIBLE.
3. NO DORMIR EN HABITACIONES SEPARADAS.
4. HABLAR RESPECTO A SU DÍA DURANTE LA CENA.
5. CENARÍAN JUNTOS TODOS LOS DÍAS QUE PUDIERAN.
6. SE DIRÍAN TE AMO AL MENOS UNA VEZ AL DÍA.
7. NO VOLVERÍAN A DORMIR ENOJADOS.
Cuando vieron la lista, se habían avergonzado de lo que habían escrito parecían adolescentes haciendo su lista de cosas para hacer cuando se casaran, pero fue la manera para no olvidar que no todo en su vida era el trabajo y el contrato que traían a cuestas, tenían que recordar que eran una pareja que se amaba bajo cualquier circunstancia.

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Atados... (1ra edición)
FanfictionAhí estaban uno frente al otro, cada uno observaba esos orbes esmeraldas y rubíes del contrario. Esos que conocían bastante bien desde su infancia. Bakugou Katsuki debía casarse para heredar la compañía de su padre recién fallecido. Midoriya Izuku d...