Atados... (1ra edición)

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Las circunstancias estaban peor que nunca, Izuku no podía dejar de pensar en el beso y las palabras de Bakugou. Se encontraba en un bar con sus amigos y no podía concentrarse ya que si querida suegra le había dicho que aprovechar para invitar a sus amigos a la fiesta de compromiso. Quería mucho a Mitsuki pero estaba haciendo demasiado y exigiendo demasiado para la farsa que estaban montando, lo malo era que no podía decirle a sus amigos nada y lo peor es que todos sabían de su pequeño enamoramiento por su amigo de la infancia.

-Chicos... Necesito decirles algo yo me voy a casar -soltó de golpe.
-¡Qué! -exclamaron a la par Iida y Ochako.
-¿Cuándo y con quién? -la castaña cuestionaba emocionada hasta que se percató del rostro de su amigo, algo no estaba bien- Izuku no pareces feliz con ello.
-En unos meses, con Bakugou... No estoy feliz -dijo cabizbajo.
-Pero Midoriya siempre haz dicho que Bakugou...
-Lo sé pero...
- Izuku sabes que puedes decirnos...
-Sólo me casaré con el por conveniencia... Si padre estipuló que si no me casaba con él las acciones que hacen que los Bakugou sean socios mayoritarios pasarían al socio de su padre... Y la sra. Mitsuki no quiere que... Después de casarnos sólo estaremos juntos poco tiempo y después nos vamos a divorciar...
-Pero tú lo amas ¿No? ¿Y si Bakugou también...? -Cuestionó Iida.
-Él me odia, sólo lo hace por que es la última voluntad de su padre -dijo y se tomo el resto de su bebida de un sorbo.
-Midoriya ni deberías esforzarte... Sabes que tú serás el más afectado un omega divorciado...
-Ya hay plan de contingencia... Bakugou declarará que me fue infiel, que nunca me tocó y que embarazó a otro Omega para que yo quedé como víctima...
-Eso es demasiado...
-Tal vez pero... No quiero que la tía Mitsuki y Kacchan pierdan lo que les queda del Tío Masaru -sonrió dolido y pidió otro trago- por cierto están invitados a mi fiesta de compromiso.

El tema se cambió, Izuku prefirió hablar sobre la vida de sus amigos y su trabajo, aunque bebió en exceso hasta el punto de caer dormido sobre la mesa, sus amigos estaban en un aprieto no sabían dónde vivía Midoriya, así que revisaron su célula, no había indicios de su dirección y su escasa lista de contactos era inútil salvo por un número: Bakugou Katsuki.

-Bro ¿Por qué no eres sincero? -dijo Kirishima a su amigo-Midoriya es una excelente persona por lo que puedo ver...
-Lo es... Soy yo quien no lo merece, parezco un niño cuando estoy con él tratándolo mal cuando está esforzándose por mi familia, cuando no tiene ninguna obligación.
-Eres un idiota...
-¿Quieres morir?
-Bakugou... Insisto que debes...
-Ayer lo hice pero en este punto ya no me cree... -Bebió el último trago de su cerveza, cuando dejó el tarro sobre la mesa su teléfono comenzó a vibrar y el nombre de la llamada lo hizo preocuparse no era normal que él lo llamara y en especial tan tarde- Deku ¿qué sucede?
-¿Midoriya te habló? -cuestionó Kirishima extrañado y Bakugou le pidió que se callara con un ademán.
-¿Quién demonios eres tú y por qué tienes el celular de Deku? -esa voz no la conocía y algo se removió en su interior irá y preocupación- ¿Qué el nerd qué? Maldición... Mándame ma ubicación y no me cuelgues -en cuánto el mensaje con el lugar llegó Bakugou lo vio- en menos de 10 minutos estoy ahí, si algo le pasa a Deku ten por seguro que no vivirás para contarlo -colgó de inmediato- Pelos de mierda, debo ir por Deku, está ebrio en un bar al otro lado de la Ciudad -sacó de su cartera un billete y lo dejó sobre la barra- yo pago deja propina y usa el resto para un taxi.

Kirishima se quedó en blanco por un momento, mié tras vio como su amigo salía corriendo del bar ¿Cómo demonios llegaría al otro lado de la ciudad en menos de 10 minutos? Salió corriendo trás de él pero cuando llegó el rubio ya se había ido a toda velocidad. Suspiró cansado, no tenía remedio Bakugou, regreso al bar pagó la cuenta y regresó a casa con Kaminari, su pareja.

-Iida ¿Que dijo Bakugou? -cuestionó Ochako.
-Que si le pasa algo no viviría para contarlo -suspiró.
-Vaya, al menos vendrá por él, siendo como nos cuenta Izuku hubiera esperado que lo dejara a la Deriva.
-Izuku no puede casarse con ese salvaje agresivo -renegaba Iida con sus clásicos ademanes mecánicos.