¿Recuerdas el día en que nos conocimos?-Byler

Gracias, Mike.

Los cumpleaños: día de aniversario se una persona.

Algunas personas esperan el suyo por las fiestas, otros por ver a los que aman, otros por los regalos.

Yo estaba esperando el mío porque ese día ibas a recorrer todos esos estados del país para visitarnos. Mike, eres mi mejor amigo, era obvio que te extrañaba.

Un día antes había terminado la pintura que te quería regalar, preparé mi mejor ropa y alisté mis pocos ahorros en caso de necesitarlos.

A la hora de dormir estaba demasiado nervioso. Después de tanto tiempo iba a ver a la persona que más amo en este planeta (pido perdón por eso, mamá). A la mañana... Dios, creo que me levanté antes que Ce.

Mi mamá pudo ver mi cara de felicidad y mi sonrisa boba.
—Ya casi, cariño, ya casi— me dijo.

Me apresuré a los pendientes que tenía, como tender mi cama y cosas ridículas como ver que las puertas de los vecinos estuvieran bien cerradas, cualquier cosa para dejar de ponerme nervioso y sentir ese hueco en el estómago por pensar en lo especial que sería ese día.

Entonces llegó la hora. Tocó ir por ti al aeropuerto. Enrollé la pintura a la que le dediqué mi alma entera, tomé mis ahorros e intentaba ver que mi cabello se viera bien.

Al llegar al lugar, Argyle, el amigo de Jonathan me dio una palmada en el hombro y me dijo:
—Tranquilo. Te están temblando las manos.

Caminaba entre las personas y las piernas me temblaban, no respondían.

De verdad tenía muchas ganas de verte, Mike.

Ingenuo.

Miré a Once. Aunque en su cara se veía el entusiasmo ideal para alguien que va a ver a quien quiere, te puedo asegurar que no estaba ni la mitad de entusiasmada.

Te vimos.

Sentí ese vacío en el estómago que sentía cada que pensaba en ese día.

Cielos, te veías totalmente como un turista. Tu ropa te delató. ¿Y tú cabello? Nunca lo había visto tan largo. Y me encantó.

Estaba totalmente dispuesto a correr y abrazarte, pero en cuanto diste señales de vida en ese lugar tan concurrido, Once corrió hacia ti. La comprendí, porque a final de cuentas significas mucho para ella, y lleva el mismo tiempo que yo sin verte. La besaste. Como un desesperado.

Pero yo tenía por encima el efecto Mike: sin importar lo que hagas, no se me van a quitar las ganas de verte.

Cuando por fin te dignaste a saludarme, esperaba un abrazo cálido o al menos un "te extrañé" de tu parte. ¿Cuándo voy a aprender que soy insignificante para ti cuando ella está?

Un abrazo, y ya. Fue todo.

Estúpido.

Pero eso no me iba a bajar el ánimo. Aún queda mi cumpleaños por delante. Sí, mi cumpleaños. Que por cierto olvidaste.

Bueno, no quise pensar de inmediato que lo habías olvidado, porque a lo mejor aún venía agitado por el viaje. ¿Cuándo dejaré de ser tan estúpido?

Desde ese momento supe que no sería bueno darte la pintura.

¿Por qué sigues rompiendo mi corazón?

Juro que no quería dejar que eso me bajara el ánimo. Pero ni siquiera mi hermano me dio mi "Feliz cumpleaños" lleno de abrazos y cosquillas de hace apenas unos años. Supongo que eso pasa cuando comienzas a crecer.

La verdad, yo no quería una fiesta, no quería salir. Pero Once se veía demasiado entusiasmada cuando Jonathan sugirió el patinaje que sólo por ver su sonrisa accedí. Es raro el amor de hermanos.

El día continuó a lo que ya estaba acostumbrado desde el año pasado: ustedes existen y se aman y yo soy un cero a la izquierda.

Vi a Angela, la bully de once de la cual nunca te había hablado, ah, lo recuerdo, sí te habló de ella pero sólo con mentiras.

Tal vez sentía la necesidad de echarla de cabeza porque así podrías ver que hay más en el mundo que sólo colores.

Si supieras cuanto duele ser el que se queda atrás.

Ánimo. Tú puedes, Will. Que eso no te baje el ánimo, es tu día especial.

En estos momentos quisiera estar acostado en mi cama.

De repente se me hizo un nudo en la garganta.

Te apuesto a que ni siquiera sabías cuál era el motivo de estar en un lugar de patinaje.

Sonríe. Tú puedes. Aguanta un rato más.

Me metí al baño— y también te apuesto a que no habías notado mi ausencia —. Se me hizo un nudo en la garganta. La primera lágrima cayó.

Debes estar feliz. Es tu día.

¿Es normal llorar en tu cumpleaños?

Salí. Y fue cuando comenzaron los acosos.

Juro que hubiera hecho algo por ella. Pero no pude. Cada que veo cómo hacen eso con alguien...

Estabas enojado conmigo, por algo que no hice. Que novedad.

Por un momento tuve un deja vu. Julio del ochenta y cinco.

Quería gritar. Supuse que como ya me había desahogado en el baño no iba a ser necesario que se me llenaran los ojos de lágrimas otra vez.

—¿Y nosotros?

—Sólo somos amigos.

Me hubiera conformado si al menos lo hubieras dicho con un poco más de compasión o algo así. Pero lo dijiste de una forma tan fría y seca que hizo que pareciera que lo decías por compromiso. Como si ya no lo fuera. Creí que conocerme había sido lo mejor que te había pasado.
O eso lo dijiste sólo porque no estaba ella.

Mira, no soy alguien que suela tener ataques de ira, pero... vi mi refresco en esa mesa y lo único que hice fue tirarlo al suelo.

Pasó lo de los patines. Me miraste de nuevo como si fuera mi culpa.

Esa noche.

Se supone que debía ser inolvidable.

Pero no de esa manera.

El corazón se me ahogaba, me daba vuelcos.

Por un momento sentí que no podía respirar. El aire se me fue al menos diez segundos. Los suficientes para hacer que me levantara de la cama y me pusiera a dar vueltas por la habitación. Miré el royo de papel con tu regalo. Lo tomé, subí la mano, tomé impulso. Estuve a muy poco de lanzarlo. Pero no quería repetir esa escena. Ya había destruido el castillo Byers por tu culpa, no lo iba a hacer de nuevo.

Lo dejé en su lugar.

Repito la pregunta y la cambio un poco: ¿es normal llorar en tu cumpleaños dos veces?

Esto es raro, porque sin importar cuantas veces me hagas sentir inferior, me destruyas el corazón y me hagas sentir como si mis emociones no importaran, siempre te voy a perdonar.

Ojalá algún día llegue a sentir que te importó tanto como tú me importas a mí.

Te quiero. Ah, y por cierto. Gracias por hacer mi cumpleaños miserable. Gracias, Mike.

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AGHHHHHH terminé de ver stranger things en un día y tengo unas cuantas cosas que decir.

1- ¿Qué vrgs pasó ahí?
2- PTM!!! A NANCY NO.
3- ctm, Mike.

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Bueno, quise publicar esto porque casi se hace una semana del estreno y no me había dado el tiempo de escribir algo (además de que me quedé sin ideas).
Otro de los motivos por el que lo publiqué es pq hoy fue mi cumpleaños y me sentí de la chingada, y claro, necesitaba desahogarme con mi celular y una aplicación naranja.

Gracias si llegaste a esta parte del capítulo <3
Ah, ¿va viste la publicación de los Duffer? :0

"De corazón a corazón con una mirada".
Una foto de Mike y Will en el mes del orgullo :0.

Bueno, bai.🏳️‍🌈