Noticia Inesperada

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Días más tarde, narra Kristal.

Después de esa primera noche, Minnie y yo nos volvimos más cercanas, a pesar de todo no éramos tan diferentes, ambas fuimos traicionadas por nuestros padres en su momento. Los primeros días pasaron e irónicamente sentía en mi estómago aquellos retorcijones al tenerla cerca, eran esas mariposas revoloteando en mi interior que me hacían dudar si sentía o no algo por esa asesina... ¿Será que me estoy enamorando? No lo puedo creer.

Una mañana Minnie entro en la habitación, como de costumbre sin tocar. Me encontraba sentada en la cama con mi laptop en las piernas, terminando un par de trabajos para la escuela, cuando la vi sentarse a mi lado una sonrisa boba se formó en mi rostro. 

—Hola princesa —sonríe de manera amable.

—Hola, Minnie... —le respondí con una sonrisa, algo sonrojada por su alago, aún no me acostumbraba a este tipo de cosas.

—¿Qué haces? ¿Necesitas ayuda? 

—Nada, solo un aburrido trabajo de campo —reí levemente antes de cerrar la pantalla concentrando mi vista en ella, sus hermosos ojos azulejos me atrapaban.

—Está bien —sonríe con cierta ternura antes de tomar una de sus manos para mirarle a los ojos— te tengo una noticia, no sé si te alegrará o te vas a enojar conmigo, pero solo lo hice pensando en ti.

—¿Por qué me debería enojar? Dime ¿Qué pasa? —le mire algo preocupada imaginándome lo peor.

—Bueno, lo que sucede es que le compré la empresa a tu padre como él se quería retirar, supongo que ya sabías, así que para evitar que quede en malas manos se la compre yo. ¿No te agrada?

—¿En serio te la vendió?... No es que no me agrade, solo que me sorprende como papá se atrevió a vender la empresa que formó con mi madre...

—Por eso, como te dije, no quedo en malas manos, sino en su hija que la cuidara mucho, ¿no es así? 

Sentí su caricia en mi mejilla, permitiendo que mi sonrojo aumentara más de lo que ya estaba, por lo que cubrí mis ojos negando un poco.

—¿T... Tú crees que si pueda?

—Estoy segura de que si princesa, por eso la compré, para qué te quedará para ti, por qué sabes que con todo el dinero que tengo puedo comprarme más cosas —suelta una pequeña risita antes de verle con una sonrisa— yo confío en tu potencial, además nos veremos seguido y te ayudaré.

—¿Qué? ¿Por qué? Y ¿en dónde? ¿Cuándo? —objete completamente confundida y sorprendida por su comentario, considero que fueron muchas preguntas de un solo golpe.

—Tu escuela solicitó a la empresa de tu padre para que le hicieran remodelaciones, así que te irás conmigo a partir de mañana por varios días.

—Pero... Pero, ¿por qué? 

Hago un puchero levemente, seguro por su semblante, debió pensar algo malo, pero lo que en verdad no me gusta de la idea es que en ese lugar existen muchos pervertidos, no me gustaría que le lleguen a poner sus sucias miradas a ella. 

—Veo que no te agrada la idea, Kristal. 

—No, no es que no me agrade y gracias por comprar tu la empresa de mis padres y hermanos en vez de unos desconocidos —sonrió leve mientras me ponía en pie junto a ella— solo que no quiero que te vean en mi escuela.

—¿Te doy pena acaso? Porque si es así nada más dímelo y cancelamos el contrato.

—No, no es eso, solo que esos chicos de mi escuela son unos cerdos y lo que menos quiero es que te vean de más... Minnie, ya tú eres mía, y no quiero que nadie ponga sus sucios ojos en ti...

 Le abracé con un tono algo posesivo y muy roja, por lo que acaba de decir, ¿en verdad sentí celos? Joder, Minnie Demon, que me hiciste.  Su cuerpo al parecer también estaba en shock al no reaccionar más que abrazar mi cuerpo también, nuestras miradas se elevaron para conectarse, aunque yo temblaba del nervio, pero ella con una sonrisa se atrevió a lo que tanto temía, y era que besara mis labios inexpertos. 

—Eres muy hermosa Kristal... Y estando celosa, causas demasiada ternura. 

—¡Minnie!


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