Pelea De Mafiosos

424 20 0
                                    

Narra Minnie.

Nuestra cena fuese sido tan maravillosa como nuestro amor si no fuese sido interrumpida a disparados. Todos los que seguían dentro del restaurante temían de aquellos que habían ingresado, mientras que nosotros estábamos aún escondidos en la cocina buscando soluciones que no fuesen violentas, o bueno, eso decía Eduar para controlarme, puesto que de los tres, Kristal estaba muy mal, seguramente por el miedo. 

—Eduar, ¿sabes qué carajos está pasando?

—No lo sé Vicky, de seguro alguien se enteró de que vendrías aquí y sabes que todos piensan que cuando nos juntamos los Moore es que abra futuro muerto —suspira levemente pesado para tratar de asomarse por la pequeña ventana, viendo como eran varios hombres con la cara cubierta, se podría especular un robo, aunque ellos sabían que no era así.

—Le romperé la cara al idiota que haya venido a dañarnos la cena —suspire pesado para lograr separarme de Kristal levemente dándosela a Eduar para mirarlo—. Cuidarla con tu vida hermano, yo solucionare esto, Kristal, quédate con él, ¿ok? 

—¿Qué? No, amor, no. Ah, ¿dónde irás? No, quédate conmigo, por favor...  —dice casi llorando tratando de ir a los brazos de su chica, pero unas manos más grandes la sujetaron—. Victoria, por favor...

—Eduar, no la sueltes, Kristal es algo quisquillosa, pero por nada del mundo la dejes salir, por favor. 

—La cuidaré con mi vida, ten cuidado, Vicky. 

Lo miré antes de asentir y darle un beso en corto en los labios a Kristal para que se relaje. En la alacena, busque dos de las armas cargándolas, para así darle una última mirada a ambos, notando como esta quería sobrepasar el cuerpo de Eduar. Suspire un poco para salir del lugar hacia los comedores, notando a un tipo sentando en una de las mesas, un tipo que reconocería en cualquier lugar. 

—Los idiotas vuelven donde les patean el trasero una y otra vez, ¿no es así Raúl?

—Miren nada más y nada menos a esta hermosura que tengo de frente, ¿cómo has estado mi pequeña Vicky, digo Minnie Demon? —sonríe malicioso como si el decir su nombre ha sido un gran descubrimiento de América.

—Ja, ja, mira con qué desgracia se juntan mis ojos, con el dizque "mafioso" —hice comillas y reí en burla mientras veía como se levantaba molesto—. ¿Cuántas veces ya te han quitado el cargamento? O mejor dicho, ¿aún te dan cargamento a ti imbécil?, porque yo no lo haría —reí más mientras lo miraba.

—Eres una idiota —se acercó a tal punto que la tomó del cuello para callarle su burla— yo sí soy un mafioso, no como tú que eres una farsa.

Sonreí ladina mientras lo miraba directamente a los ojos, que al tomar su mano le torcí el dedo pulgar logrando que me suelte, por lo que le di una patada fuerte a la altura de su ingle, ver como se retorcía de rodillas me hizo reír un poco, que termine apuntándolo directo a la cien. 

—¿Eso piensas imbécil? Porque no parece, más bien eres el imbécil de primera, no tienes nada a comparación de mí, pero eso es lo de menos, dime, ¿para qué viniste aquí? Estás en terreno caliente y lo sabes.

—Solo vine a comer nada más —ríe para también sacar su arma y apuntarle igual— vine a comerte y deshacerme de ti.

Solté una pequeña carcajada, pero a uno de sus guardias se le dispara el arma, de la cual dicha bala termina pasando en medio de mis piernas que estaban en posición de defensa, que en distracción termine en el suelo con Raúl encima de mí.

—Bon appetit, Vicky.

Este iba a soltar un golpe, pero la joven ágilmente reacciono primero dándole en el rostro para que se separaran, mientras que con un movimiento de sus dedos en la nuca del contrario lo puso a dormir, no tenía tiempo de lidiar con este idiota a lo que dispararos empezaron a ser producidos por los acompañantes de Raúl que tuve que correr detrás de la mesa. Pero allí no termino la situación, unos hombres con armas salieron desde la cocina, era un intercambio de disparos que terminaba en chorretes de sangre en el suelo. Varios de los empleados ayudaron a salir a las personas por la salida de emergencia, muchos grababan, pero al estar fuera los hacían borrar tales videos, esto no podía dejar mal el restaurante. 

Al ver como los disparos cesaron me puse en pie estando alerta, pero ver salir corriendo a Kristal me hizo reaccionar e ir a abrazarla para poder tranquilizarla. Suspire al tenerla en mis brazos y ver como Eduar tenía un morado en su mejilla, a lo que le mire avergonzada, no puedo creer que Kristal lo golpeo. 

—¿Cómo se te ocurre salir así pequeña? 

—Hermana, tu novia es peligrosa, mira lo que me hizo, me pego con una sartén —señala su rostro algo serio.

—Lo siento, pero fue por no querer dejarme salir —se acurruca en los brazos de su pareja mientras nuevas lágrimas salían de su rostro y se escondía en el cuerpo contrario.

—Lo siento por todo Eduar, no pensé que esto pasaría, en verdad esta debía haber sido una gran noche, no una catástrofe. 

—Lo sé Vicky, no te preocupes entiendo todo, pero bueno, ¿qué quieres que haga con ese tonto?

—Llévate a esa basura dónde se merece, le daremos una linda lección por arruinarnos la noche.

—Como órdenes pequeña.

Eduar da órdenes a sus guardias, los cuales se llevaron cargado al inconsciente de Raúl. Las personas ingresaban por sus pertenencias algo temerosas, a lo que les mire notando como algunos volvían a grabar al ingresar. 

—Los que deseen pueden seguir con su cena, la casa les invita por el amargo trago, pero eso sí, el que tenga un vídeo de lo ocurrido, bórrelo o se meterá en problemas, no creo que quieran terminar como ellos. 

Dije con tal seriedad, antes de salir con Kristal al auto, necesitábamos estar más tranquilas, a lo que ir a casa sería la mejor opción. 

La ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora