Escape De Prisión

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Narra Kristal.

Han pasado tres semanas desde que Victoria y Raúl están en la prisión federal sin escapatoria alguna o eso dicen ser porque para mí que he entrado es muy fácil de escapar moviendo las fichas correctas, por lo que solo toca accionar de manera adecuada estando en concordancia con los dos que están en la celda. Hoy sería un día importante en la historia, un escape glorioso que dejaría mal a las autoridades, mientras que Kevin, quien me acompaña en esta travesía, nos volveríamos un par de criminales más como ellos, definitivamente lo que hace uno por amor no tiene comparación. 

Cabe resaltar que la escuela no es tan astuta como parece, logramos interceptar antes que la policía a nuestro director, el hombre estaba disfrutando en una casa de playa cuando en verdad fue secuestrado por los hombres de Victoria, la idea era entregarlo de forma anónima, pero después de haber escapado, el susto de su vida se lo merecía; aquí ya estaba dentro de la prisión vestida de oficial, mientras que Kevin nos esperaba en el auto para huir. 

—Ten cuidado, estoy ubicado ya en el lugar acordado —hablábamos por el auricular que ambos portábamos— nunca pensé que después de esto me volvería un fugitivo de la justicia Kris.

—Ni yo, pero gracias por apoyarme Kevin, en verdad no sabes cuanto agradezco que estés en esto conmigo, sola no hubiese podido —sonreí antes de entrar la primera puerta solicitando ver a Minnie Demon con una orden falsa.

—¡Siempre juntos! Nos vemos, me avisas cuando salgan.

Apaga levemente la conexión para esperar la señal, al momento que entraba en las cámaras de seguridad para encargarse de apagar las cámaras por donde pasaba Kristal y reencenderlas después que esta ya pasaba. Todo esto lo aprendió en tres semanas con unos amigos de Victoria, se sentía un criminal, pero una sensación placentera, ¿eso sentiría Victoria al matar gente mala?

Por mi parte, suspire profundo al entrar en el cuarto de interrogación donde podíamos estar a solas. Kevin me confirmo que tenía el control, estaba algo ansiosa a decir verdad, pero al ver entrar a mi novia con ese atuendo naranja de prisionera se veía muy bien; su rostro marcaba seriedad, hasta que tomo asiento notando como el guardia se fue, que fue donde levante mi rostro para verla.

—Qué sexy te ves con ese overol. 

Al notar que su visita era una astuta Kristal, sonríe para apoyarse con las manos esposadas en la mesa viendo a su chica. —Con que así entraste, en verdad pensé que un agente federal en serio me quería hablar, pero miren nada más que es mi sexy novia. 

—Amor, soy la mejor actriz que has podido ver en tu vida, solo mejoramos un poco la entrada de tu plan para tener más estilo —me levante del asiento para hacer como si estuviera preguntando, siendo esa secuencia la que se repetiría en toda la grabación— me haces tanta falta, ya deseo que todo acabe —sonrió para por fin sentarme en sus piernas plasmando un tierno beso en sus labios.

—Tú me has hecho mucha más falta, pero mira el lado positivo, pronto saldré de aquí —le toma la cintura para poder verla— ¿Tienes las llaves?

Asentí para sacarlas de en medio de mi sostén entregándoselas, su sonrisa pícara me hizo levemente sonrojarme, pero era el único escondite seguro que no revisarían con el tacto.

—No me mires así, más bien, escódela bien y no las sueltes, en ellas hay un micrófono incorporado, cuando puedan salir después de soltar a los presos que formen el alboroto sabremos donde encontrarles.

—Anotado, pero debo admitir que es buen escondite el tuyo amor, ya quiero volver a besar esos pechos —suelta una pequeña risita para así guardar bien las llaves y levantarse. —Nos vemos mi oficial.

Sale junto al guardia que estaba fuera, el cual me llevo inmediatamente a la celda, que tras abrir la puerta y soltarle las manos, termina dándole un golpe a la cara del hombre y luego a su entrepierna para hacerlo caer; al tenerlo bajo de sí le toma el nervio de su cuello para hacerlo dormir. Al visualizar a Raúl le avienta las llaves para este poder empezar a abrir todas las celdas y que los guardias se les dificultara volver a atraparlos de vuelta a todos. Una conmoción se activó en la cárcel, todos estaban escapando.

 Raúl y Victoria salen al patio trasero donde varios intentaban escapar, escuchando los disparos de parte de varios oficiales; ignorando tal peligro, estos dos terminaron por escalar la parelilla y saltar la maya ágilmente sin tocar los cables eléctricos para caer a un callejón aparentemente sin salida. Pero, más adelante, había un edificio abandonado con un gran hueco en la pared que lograba dar a la calle principal. Sin importar que fuese a gatas se adentraron para lograr salir a la zona segura donde un auto negro los esperaba. 

Las puertas se abrieron a lo que ambos entraron, Kristal le dio la orden a Kevin a que anduviera a gran velocidad hasta la pista privada de Victoria, allí tomarían un vuelo para marcharse a Roma, el hogar de Raúl.

—Estos tontos pensaban atraparnos, en verdad que jamás podrán —suelta una risita para acomodarse en el asiento, extendiéndole la mano a Victoria. —Un placer estar aliado contigo Victoria, creo que funcionamos bien juntos.

—Lo mismo puedo decir, aunque el crédito es para este par de jovencitos que se atrevieron a ayudarnos a escapar.  —sonríe para abrazar a Kristal la cual miraba incrédula junto a Kevin, que los dos que tanto se odiaban ahora trabajaban juntos.

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