Libertad Y Relato Final

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Después de aquel escape y enterarnos de paso que ellos dos trabajarían juntos a partir de ahora, nos fuimos rumbo a Italia, directamente a Roma, donde era Raúl de nacimiento, y ambos tenían un par de amigos peculiares con los que hacían negocios, estos nos ayudaron a cambiar de identidad, al igual que en nuestros físicos. A partir de ahora si me sentía muy feliz, después de durar tres tortuosas semanas sin mi novia, por fin la tenía a mi lado, además que esta travesía sirvió para que Raúl dejase su obsesión con mi chica y descubriera sus gustos hacía otro chico, se imaginaran lo bien que congenio con Kevin, que inclusive ahora son pareja. 

Nos asentamos muy bien en esta ciudad, Kevin y yo apoyábamos a nuestras parejas en sus labores, además de pasar por varias locuras junto a ellos. Llevábamos seis meses ya desde lo ocurrido, todo lo recordábamos en risas, pero más con admiración, porque la noticia del victorioso escape se volvió tendencia en gran parte del mundo. Ya hoy estábamos celebrando mi cumpleaños número dieciocho, por fin sería "legal", lo haríamos en una de las mejores discotecas de la ciudad, como dice mi novia, lo mejor para nosotros. 

—Amor, es hora de irnos, la fiesta nos espera. ¡Vamos! —sonríe mientras sube al lado del conductor, dejando a esta chica del lado de copiloto, mientras atrás estaban Kevin y Raúl. 

—Vamos, que la noche es joven, señoritas. 

—Así es, pero antes con su permiso.

Reí antes de tomar el rostro de mi novia, la cual estaba encendiendo el auto para poder besarla de manera intensa, un fogoso beso que nos dimos ignorando los ruidos de parte de aquellos dos que estaban detrás.

—Mejor yo manejo si se pondrán así —suelta una risita Raúl al verlas separar.

—Tú cállate —Kevin, lo toma de la misma forma que hizo Kristal para evitar que responda algo en su contra.

Al ver el accionar de Kevin, Victoria y yo solo pudimos reír, ya dejaría que esta pudiese conducir. Tosí para notar como ambos se separaban y con una risita burlesca mire a Raúl.

—¿Ahora quién es el que anda con las besuqueadas? 

—Fue contra mi voluntad, no es mi culpa tener un novio tan sexy.

—Eso es cierto, pero bien que te gusta al final. 

Todos terminamos por soltar un par de carcajadas disfrutando de aquella vida loca. A decir verdad, no me arrepiento que mi padre alguna vez me fuese apostado a esa mujer, Victoria o mejor dicho Minnie Demon, se volvió mi respirar y logro enamorar, quizás puedan tomarme como loca por haber amado a esta chica como la amo para hacer tantas de esas tonterías, pero he aquí, simplemente me siento la mujer más feliz por solo tenerla a mi lado, y he aquí como una vez me pregunte; la vida con adrenalina en verdad es más divertida. Hasta aquí mi historia, espero les haya gustado.

FIN.

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