¿Director Desaparecido?

347 11 0
                                    

Narra Kristal.

Victoria estuvo muy callada en todo el camino a la escuela, se veía un tanto pensativa, pero ella considera que yo no me di cuenta, planea algo o está pensando en algo, y me temo que es malo por los distintos gestos que ha realizado de manera inconsciente con sus labios. Al detenerse en el estacionamiento evité que bajara al tomar su mano.

—Amor, te ves distraída, ¿paso algo?

—¿Yo? La verdad no pensaba en nada amor, ¿por qué? 

—Estabas muy callada y tú nunca estás así. —objeté y está solo negó levemente.

—Solo estaba pensando en que ya vamos a empezar a trabajar aquí, creo que pocas serán las veces que venga contigo, extrañaré verte —comenta de forma rápida para darle un beso en la mejilla a su contraria.

—Amor, tranquila, sabes que igual forma nos vemos todos los días en casa, me portaré bien.

Sonreí para poder abrazarla, no sé si esta era una excusa, pero en parte tenía razón, ya no nos veríamos casi como ahora. Por su parte, solo asintió, terminando por darle un beso rápido en sus labios, escuchando una nueva voz a sus espaldas, que por inercia se giraron para saludar.  

—Pero qué linda parejita, aunque no está muy bien que digamos darse besos cerca de la entrada —ríe levemente mientras las miraba.

—Sh, tú no sabes nada del amor —reí un poco antes de darle su respectivo abrazo— hola conejito.

—Hola, Kris —corresponde el abrazo con una sonrisa para después separarse extendiéndole la mano a Victoria— hola, señorita Vicky.

—Hola Kevin —sonríe para ver a lo lejos a Manuel, el cual estaba con un grupo de chicos, por lo que mira a los dos que tenían de frente para reír— cuidado, allí viene su mejor amigo —esta ríe antes de darse media vuelta para caminar rápidamente.

El extraño comentario de mi novia me hizo dudar, que al girar mi cabeza con Kevin, nos dimos cuenta de que detrás de nosotros se acercaba Manuel, a lo que ambos rodamos los ojos para acercanos a la mayor.

—Amor, él no es nuestro mejor amigo.

—Sí, claro

Los tres ríen para al final dividirse, ambos jóvenes se dirigieron a su salón, mientras que Victoria fue a la dirección, necesitaba hablar con el hombre encargado de ese lugar, el director. 

Narra Minnie.

Iba caminando por el solitario pasillo cuando sentí unos pasos rápidos detrás de mí y luego que me agarraban el cuello reteniéndome desde la espalda, su estúpida voz retumbó en mis oídos, no puedo creer que este fuera el idiota que pensé que le habían dado una lección.

—¿Cómo escapaste Raúl? Pensé que un tonto como tú no podría.

—Fíjate que este tonto como dices no lo es tanto, ahora es momento de encargarme de ti Victoria —deja salir una navaja de su manga para hacerle la amenaza— pero antes debo comerte.

—Me habías sorprendido, pero en verdad eres un tonto —le miré de reojo riendo para gruñir al sentir el filo puntiagudo en mi cuello— eres un tonto Raúl.

—Sh, no es mi culpa que te hayan entregado a mí después de nuestra pequeña discusión, solo queda agradecer al mísero director de este lugar.

—No me sorprende de que un hombre como usted sea así, pensé que era bueno. 

—No puedo tener criminales en mi escuela, señorita Minnie Demon, era lo mínimo que podía hacer.

—Qué extraño, usted es uno y sigue aquí.

Dije de la manera más sarcástica, notando como su semblante paso a uno ofendido; un estruendo se escuchó desde el pasillo, por lo que ágilmente Raúl y yo nos terminamos escondiendo detrás del escritorio vacío de la recepción observando como tres hombres con pasamontañas se acercaban al director. Este quiso correr, pero estos solo se reían al tener el forcejeo en la puerta de su oficina con este hombre.

—¡Venga viejo! Ahórrenos la molestia y venga con nosotros —decía carismático mientras trataba de abrir la puerta.

—¿Qué mierda está pasando aquí? —susurra a Victoria escuchando un nuevo golpe en seco; al ambos asomarse levemente notan como los hombres huían con el cuerpo del director por la ventana, a los segundos también se escuchaban sirenas de policía. 

—No lo sé, pero debemos huir de aquí, pero ya —le miré para ambos salir corriendo de vuelta al pasillo, pero al tomar el desvío al pasillo principal nos encontramos con un grupo de oficiales, los cuales se dirigían a la oficina de donde habíamos salido.

—¡Alto ustedes dos! Pongan las manos arriba donde las podamos ver —apunta con el arma a ambos.

—Mierda —susurra Raúl mientras levanta las manos junto a su contraria para ser ambos tomados y siendo esposados sin justificación válida— oiga, usted no puede hacer esto.

—Nosotros no hicimos nada para que nos tomen de esta forma —objete para mirar mal al hombre que teníamos de frente.

—Que ustedes dos estén juntos es muy sospechoso, vamos, señores, llévenselos.

Ordena el oficial quedando a la vista de varios de los estudiantes que miraban sorprendidos lo que ocurría, tenían dos personajes importantes cerca de ellos y no lo sabían. Los rumores empezaron a esparcirse rápidamente que todos los estudiantes se asomaban por la ventana para ver a los que se llevaban esposados.

—En verdad son unos incompetentes cuando quieren, ¡imbéciles!, los que se llevaron al viejo siguen fuera —objeta molesto.

Mire a Raúl algo molesta, por su culpa estaba en esta situación, solo caminaba que al llegar al estacionamiento note a Kristal junto a Kevin sorprendidos. Mi chica estaba confundida y se notaba seria, seguro piensa que tuve algo que ver, pero no fue así a lo que negué la cabeza mientras le miraba.

—Nosotros no hicimos nada, no creas en lo que te dicen, mi amor. 

—Cállense los dos, tienen derecho a guardar silencio, o lo que digan puede ser usado en su contra —el oficial los hace entrar al auto para llevarlos a la comisaria.

La ApuestaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora