Cena Frustrada

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Narra Kristal.

Definitivamente, fui muy tonta de pensar que Victoria me seguía mintiendo y me engañaba, la sorpresa que me dio me encanto demasiado, aunque sentí algo de culpa por mi comportamiento, a ella no le importo, estaba tranquila y yo ya no enojada. Después de calmar la situación que había ocurrido, me arregle para poder ir a la cena; me coloque un vestido corto de color azul ajustado a mi cuerpo con sus respectivos tacones, me puse en frente de mi pareja mientras daba una pequeña vuelta con una sonrisa. 

—¿Y como me veo amor? 

—Hermosa como siempre, simplemente mi novia es una diosa —sonríe con picardía para levantarse de la cama mientras tomaba sus caderas dejando un beso; ella tenía puesto un vestido de mangas color negro acompañado de sus tacones que la hacían de todas maneras quedar más alta que su menor.

—Tu igual te ves muy guapa, vamos amor, que la noche es larga para nosotras dos.

Sonreí encantada mientras le tomaba su mano derecha y entrelazaba nuestros dedos. Subimos al auto y una llamada le entro a Minnie la cual contesto de forma rápida al ver el nombre del contacto. Se llamaba un tal John, se me hacía conocido, pero no recordaba de dónde, así que decidí abrazar a mi chica al momento que el chofer arranco para ver si podía escuchar un poco de la conversación.

—¿Pasa algo John?

—Mi hermosa Minnie Demon, ¿dónde estás?

—Voy a cenar con mi novia, ¿por qué? Ahora no me puedo encargar de algo, ¿ok? Esta noche no John y sabes bien que habíamos hablado que James era el último que mataría.

—Tranquila, Victoria, no es de trabajo, es para informarte que tengas mucho cuidado, los Cornell te andan siguiendo los pasos, Raúl está empedernido contigo definitivamente. 

—¿Ese tonto de nuevo? Dios, está bien John, gracias por la información.

La conversación la llegué escuchar de manera clara, como que ya he molestado tanto a mi novia que no se esconde para hablarlo, ¿qué pensara de mí? Bueno, eso es lo de menos, ahora me preocupa lo que paso, puesto que colgó y llego a suspirar algo irritada. ¿Quién ese Raúl que la quiere molestar? 

—¿Qué está pasando? ¿Quién es Raúl?

—Nada Kristal, no te preocupes princesa, nada nos pasará, mejor disfrutemos.

Esta sonrió no tan convencida antes de mirar por la ventana notando como el auto estaciono al llegar al restaurante. Ambas bajamos agarradas de nuevo de la mano, Victoria le dio unas directrices al chofer antes de ingresar, eso fue como en código morse, por qué no entendí nada. 

—Wouh, amor, esto es hermoso. 

—¿Verdad que sí? La idea era que disfrutemos las dos cómodas. 

Esta sonríe encantada por la felicidad de su menor. La verdad es que este restaurante me sorprendió, nunca había venido a un sitio que me transportara en verdad a Italia con su ambiente, nuevo lugar desbloqueado. Una de las empleadas nos condujo a nuestra mesa, se notaba que era un punto bastante costoso, y en verdad lo era, al momento de recibir el menú no sabía qué pedir. Mire a mí contraría quien pedía una botella de vino blanco con un plato de lasaña, a lo que esta me miro atenta para saber que pediría por mi lado.  

—Amor, siento que todo es muy costoso...

—Pide lo que quieras princesa, este restaurante es de mi hermano, y aunque no fuese, nos merecemos esto y más —sonríe para tomarle de la mano.

—¿En... En serio es de tu hermano? No sabía que tenías uno...

—Mi querida Kris, nadie sabe nada mi, además de mi apellido, me estás conociendo, y si tengo hermano, mi único hermano del cual en su momento tiempo atrás nos separaron, pero nos volvimos a reencontrar. Así que no te preocupes, este lugar también es mío, y como dato curioso, los fondos que salen de este lugar van a una fundación; para que veas que los Moore no somos tan malos. —le guiña el ojo antes de dejar salir una risita.

Sinceramente, la miré muy sorprendida por todo lo que decía, me pareció muy tierno de su parte, a lo que asentí como respuesta y solo pedí unas pastas con salsa bechamel. Cuando miré a mi contraria con una sonrisa, noté que el mesero se retiraba y en su lugar, un joven guapo se acerca y sujeta de los hombros a mi pareja. Tal vez su hermano tenía facciones parecidas. 

—Eduar, mi querido hermano. 

Comenta la chica al sentir unas manos en sus hombros y al elevar su vista visualiza al chico. Esta se puso en pie para poder abrazarlo, conversando un poco antes de que este se inquietara por la presencia de la hermosa mujer. 

—Vicky, veo que has estado muy bien estos últimos meses, tú has de ser mi cuñada, ¿no es así? —sonríe extendiéndole la mano a Kristal.

—Así es Edu, yo he estado muy bien, ella es Kristal mi pareja; amor, mi hermano —sonríe presentándolos.

—Un gusto.

Sonreí de gran manera para tomar su mano y saludarnos, pero al momento que nos íbamos a sentar los tres en la mesa se empiezan a escuchar disparos, a lo que Eduar nos lleva a ambas a la cocina del restaurante. Del susto solo pude abrazar a mi pareja sin intención de soltarle, estaba temblando. 

—Amor... ¿Qué es eso? 

—Tranquila, amor, el que nos frustró nuestra cena no saldrá vivo de aquí —dice totalmente sería al escuchar aún los disparos se escuchaban cada vez más cerca.

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