¿Amigo o enemigo?

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Narra Kristal.

Al momento que decidí huir de Minnie, fue más por vergüenza hacia ella que por mí misma, no me reconocía con estos celos, jamás había sentido algo parecido por ninguna mujer. Llegué a mi respectivo salón de clases unos minutos más tarde de lo habitual, antes de ingresar acomode mi uniforme al notar que ya se encontraban varios de nuestros compañeros, por lo que sosteniendo mi mochila me fui a sentar con mis dos mejores amigos; Kevin y Manuel. Puedo decir que hemos sido mejores amigos desde la infancia, éramos el trío "especial", puesto que Kevin era homosexual, Manuel hetero y yo bisexual. Al momento que llegue las preguntas no faltaron, solo ellos sabían de mi relación ya no tan forzosa con la bella Minnie Demon. 

—Kristal, cómo así que ya tú sabes quién está aquí. ¿Sabes lo peligroso que es eso? —comenta preocupado el de tés morena de los tres amigos.

—No exageres Kevin, ¿por qué sería peligroso que esa chica linda estuviera aquí? —rueda los ojos con algo de vacilación en su hablar— peligroso para los hombres, con ese tremendo cuerpazo que se trae —desvía a su mirada a Kristal al sentir su desconcierto dándole una sonrisa— con todo respeto porque es tu novia.

Mi mirada se plantó en el de tés trigueño, Manuel no tenía por qué expresarse así de Minnie, yo que ella está linda, y tiene tremendo cuerpazo, pero se pasó de la raya con su tonto comentario. Confieso que cuando estoy con una chica, no me gusta que venga Manuel y le empiece a alagar; a veces me hace pensar si es mi amigo o es mi enemigo, por qué con Kevin he notado como casi siempre está con nosotros es para que lo ayudemos y eso ya me empezaba a fastidiar.

—Kris, ¿podemos hablar un momento a solas? —Kevin se pone en pie mientras sonríe con cierta ternura para extenderle la mano a la chica.

—Oh, si claro gatito —así le solía llamar de cariño, Kevin tenía más mi amor que Manuel, creo que es bastante obvio por qué, por lo que tome su mano para poder levantarme del asiento.

—Está bien Kris, vamos a afuera aprovechando que el profesor no ha llegado. 

—Hey que significa esto, ¿cómo así? ¿Y yo qué? No deseo tampoco quedarme, solo chicos.

—Es que es de los temas que a ti no te gustan, por eso no te digo para que vengas —rueda los ojos para mirarlo— ¿O acaso quieres escuchar mi biblia entera del nuevo chico que me atrae? No verdad.

—Kevin, relájate amigo, no es para tanto sí, vayan y no demoren que el profe entra y me empieza a preguntar a mí, ¿y luego yo que le digo?

—Solo le dices que Kevin se sintió mal y lo acompañe a la enfermería, porque si bien él sabe que a este pequeño gatito le dan miedo los consultorios.

—Ay... Pero por qué el que le pase algo debe ser a mí, por qué no a ti, puesto que eres bien loca amiga, decimos que te doblaste el pie y ya —le mira para cruzarse de brazos— todo, todo debo ser yo acaso... ¿Qué injusticia es esa?

Reí un poco para negar—. Pero qué dramático eres Kevin, ya le dices eso Manuel que me puse mal y Kevin fue el que me acompaño para que el niño no se recienta.

—Mejor, ya vámonos, venimos luego Manuel.

—Igual no demoren chicos.

Kevin, tomo del brazo a Kristal y luego de asentir estos se retiraron del salón. Manuel por su parte rueda sus ojos y decide irse con sus demás amigos a conversar, definitivamente se creía un buen vencedor, puesto que por su mente lo único que en verdad pasaba era tener a Minnie en su poder, como toda novia guapa que se ha conseguido Kristal.

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