CassandraLa Margarita ayer me dejó preocupada, pero hoy en la mañana cuando llego solo sonrió y recalco que estaba bien, que solo había sido una pelea. Y se supone que ya se habían arreglado.
Pero no me deja tranquila. Solo espero que no nos esconda nada importante.
Ella hablando de esconder cosas importantes.
Es distinto por que yo no sufro por él Bastian ni me hace llorar día por medio.
— Cassy, ¿tú podi? — la Alison se me para en frente y me mira con cara de perrito mojado.
Contexto, en el curso estamos vendiendo dulces para generar unas moneas de más.
— Ya, pásamelos— estiro mis manos y me entrega los coyacs — ¿A cuanto?
— 150.
— Si no tengo monedas ¿los puedo vender a 200? — indagó, mente de tiburón me dicen por ahí.
— Si te los compran, obvio.
Me voy a hacer weones a algunos.
Y aquí estaba el cuarto medio, vendiendo hasta las mesas de la sala para pagar la fiesta de fin de año. Prioridades, que el alcohol no es gratis.
— Aprovecha de vender en música con la Laura — me dice la Elena.
La mierda, no me aprendi las notas musicales.
Me giro hacia la Laura, que no sea hoy la prueba.
— ¡La prueba conchemimadre! — grita la Laura y se tapa la boca rápidamente.
Espero que la profe no la escuchara, aunque estaban hablando más que la chucha así que lo dudo.
— Uno, dos, tres — cuenta la Margarita— Salvaste weona no te escucho.
La Laura se persina y tira un beso al cielo, agradecida. Si la profe la escuchaba nos deja en trauma con su grito.
— ¿Era de las notas musicales?
— Es solo identificarlas, no es difícil.
Igual el profe nos tiene buena, ojalá las deje anotadas en la pizarra para anotarlas en la mesa.
El cambio de hora se hace presente, no tenemos ni tiempo pa pensar por que nos tenemos que mover de una sala a otra en modo flash. La wea penca es que tenemos que cruzar la cancha para llegar a las salas de artes y música.
— El otro día vi una serie de una banda pero ellos eran fantasmas, buenísima y ellos están buenísimos.
La Laurita vive en las series y películas, va a estar eso incluso. Su sueño es ser directora de cine y el mio es ir a ver una de sus películas.
Entramos a la sala y el sonido de los metalofonos, ya no quiero entrar. Dios mis oídos.
— Chicos por favor silencio— pide él profe.
Ahora me cae bien. Cuando recién llego me caía raro, como que se notaba que trataba de caer bien y esa wea me cae mal. Pero ahora se ha ido alivianando y ya hasta me cae bien.
Con la Laura lo saludamos con la mano y nos sentamos a la orilla de la ventana, nos esperan dos horas aquí sentadas tratando de escribir las notas musicales.
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Que te voy a estar mirando a vo'
Fiksi Remajasoy una mentirosa culia, si lo estaba mirando a él