Capitulo 21 Visita medica

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Cuando me percaté que era de día, giré rápido, a mis espaldas se encontraban las sabanas sin Lørem en ellas, perfectamente dobladas y sobre una butaca que yo guardaba como recuerdo de la abuela.

Suspire, no se si alivio o decepción, pero el sentimiento provocaba que mi corazón no estuviera en paz.

Estaba lista para irme a la universidad, papá como de costumbre y por lo lejos que queda su oficina, ya se había ido, Sofi a diferencia de mí llevaba clases hasta la tarde por lo que no debía preocuparse si despertarse temprano o no, mamá me había dejado sobre el desayunador algo de jugo y sándwich, Marta regaba las flores mientras cantaba una canción que solo ella había escuchado probablemente, por más que buscara el ritmo de su tarareo no podía dar con la melodía.

Estaba sola, de nuevo, en el camino de la universidad y yo.

Cerré la puerta y camine a la acera, iba temprano por lo que no debía preocuparme por el autobús. Antes de avanzar, con el rabillo del ojo hecho un último vistazo a la casa del doc.
La aura de su casa parecía pacífica, como si nadie viviese ahí, me sobre exalto cuando vi a su madre recoger el periódico, por instinto me giré y avance.

Llamar la atención era lo menos que quería, pero... una bocina de auto, estaba siguiéndome, no quería girarme hasta estar lo suficientemente lejos porque sabía de quien se trataba.

—¡Avestruz! —Chillo Lørem sin desafiarme con la vista, pero tampoco era una miradita normal, era una mirada que te neutralizaba el alma.

¿cómo puede un humano tener esa profundidad al mirar?, como sea sacudí mi cabeza y resignada entre al auto.

—Buenos días —Balbucee
—No creo que lo sean, tenemos reunión estudiantil a primera hora
—¿Todos? —Pregunte indignada
—Lo sé, es un fastidio
—Desde tu perspectiva Lørem, todo es un fastidio —Bromee por lo bajo y el chasqueo la lengua
—Seguro desde la tuya todo es color de rosa o lleva la cara de tu vecino —Se giró para regalarme una risa de victoria, pero me limité a verlo, a apreciar su rostro, porque lamentablemente lo único que veía últimamente era esa cara.

—Desde mi perspectiva...—Dije pero se me hizo un nudo en la garganta que no me dejaba terminar.

Quería decirle que desde mi perspectiva era él quien estaba constantemente interponiéndose en mis pensamientos y en mi realidad.

Pero guarde silencio, por primera vez ante Lørem me sentía incómoda.

Lørem frunció el entrecejo mientras me dio una última mirada, hasta hacer un gesto de molestia y girar la vista hacia adelante para no decir nada hasta llegar a la universidad.

—No quiero que te quedes callada nunca más, frente a mi —Me expuso cuando apago el auto —Escucha TN, no quiero una señal de incomodidad entre nosotros, somos amigos y eso no debe cambiar, sabes que si pasa o tú sentimiento de aprecio hacia a mi, se atreve o tiene la osadía de mudar a un sentimiento de amor entre nosotros, sabes que dejaremos de ser amigo, debes entenderlo —Concluyó, para él eran simples palabras, para mí era un recordatorio de que Lørem era mi mejor y único amigo varón del cual no debía sentir más que solo eso.

—Deja de creerte la gran cosa Lørem, sería un honor para ti, si eso pasará, pero esta avestruz se mantiene fuera de tu nido —Sonreí para aligera el ambiente, pero él permaneció callado.

Probablemente sin darme cuenta, inconscientemente había desarrollado otro tipo de afecto hacia a él, pero me niego a creer que es así.

Los dos caminábamos hacia la reunión estudiantil como ovejas al matadero, era mi primera vez ahí. Era un salón grande, posiblemente el que usaban para dar conferencias, tesis y otras actividades, aún no me creía estar en esta prestigiosa universidad, aunque haya aplicado por motivos románticos, agradezco a —mi mente se quedó en blanco — cuando ...
Me siento en uno de los asientes del salón para escuchar lo que tenían que decir.

EL HEREDERO De W.PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora