Cap 32 No existen las almas gemelas

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TN

Quería conocerlo, pero no suele decirme lo que piensa, es tan difícil en momentos así que está cerca mío y un milímetro a la vez parece tan lejano.

Tuve que irme aunque no quería, recibí un mensaje de mamá que me necesitaba urgentemente. Cuando llegue a casa estaba sola, las luces apagadas y cuando me percaté.

—¡Sorpresa! —Mamá salió de una esquina cerca del refrigerador, por un momento pensé que era una película de terror

Sonreí aunque apenas y pude, lo que acababa de pasar hacia una semana me dejó consternada.

Cualquier cosa me altera los nervios.

Por ejemplo, cuando recién estuve en la casa de Løren vi a su padre, iba a chocarme con él pero mis pies fueron más astutos, me escondí detrás de una puerta y evité su oscura presencia.

Cuando vi que iba a regresar porque había olvidado algo en su despacho corrí a prisas hacia la habitación de Loren. porque cerca de Loren me sentía a salvo.

—Feliz cumpleaños! —Gritó Sofi con un obsequio en la mano
—Es tan pequeño! —Bromeó a lo que chisto los labios
—El de papá es aún más pequeño que el mío

—¡Oye! —Interrumpió él para darme un abrazo

Mamá por su parte nos observaba feliz —¡Gracias! —Dije extasiada

Ese Gracias en realidad era por todo, Gracias por alegrarme la vida aún cuando no saben lo difícil que fue hoy, cuando el chico a quien amas prefirió quedarse a solas con alguien más y pensaste por un momento que te había pedido quedarte a su lado.

Incluso me pongo celosa de Luca, debí ser demasiado patética.

Aun con todos sentados a la mesa sobraba un asiento, no pude evitar pensar en él.

Alguien llamó al timbre y me paré por inercia, quería saber de quien se trataba.

—¡Feliz cumpleaños! —confeti saltó en mi cara, Lilian había llegado y también con ella estaba su amigo el pelirrojo y Luca.

Mi hermana me confesó que había invitado al doc, pero probablemente estaba ocupado porque no había venido.

La tarde transcurrió normal, a veces reíamos y otras simplemente hablábamos de la simples cosas.

—¡Falta mi regalo! —Papá saco de su bolsillo una moña, recién había desaparecido y cuando volvió extendió su mano —Es automático —Dijo poniendo frente a mí una llave de auto —porque los mecánicos no se te dan

Todos se rieron y yo estaba consternada.

Me lancé para abrazarlo, estaba realmente feliz. Los autos automáticos eran más fáciles así que me hice a la idea de poder ir y visitar a Loren cuando yo quisiera.

[...]
Estuve en su apartamento las últimas semanas, cuidando al minino, a veces solía quedarme a dormir y mamá lo aceptaba. Después de todo
Løren no estaba aquí.

Este lugar es tan sombrío y solo.

Tanto tiempo sin verlo, empezaba a lastimarme porque no nos permitía entrar, cuando llegábamos a visitarlo siempre decían que estaba descansando aún así si era medio día.

La última vez que desee verlo no paso exactamente lo que esperaba, tenía miedo de cerrar los ojos, pronunciar su nombre y hacer que apareciera frente a mis narices.

Mamá me había pedido que le trajera de camino a la universidad unos documentos que mi padre había olvidado, últimamente se la pasaba en su trabajo y salía a altas horas de la noche donde policías lo escoltaban después de lo último que sucedió, mi padre renunció al caso. Se lo dejo a la fiscalía y mamá le dijo cuanto más lo amaba por eso.

EL HEREDERO De W.PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora