EL HEREDERO De W.P

Cap 23 El color de sus ojos

¡Ensayo! Teníamos ensayo teatral después de clases, y Justo hoy mi escritora favorita iba a actualizar el capítulo final de la trilogía que venía leyendo hace meses, tenía que decidir qué era lo que iba a hacer, mi futuro o el de un ser ficticio al que mi mente creía que era real, definitivamente me iba a decidir por lo segundo, pero la persona que me regresaba a la tierra estaba frente a mi.
—¿Como va tu día Tn? —Joseph camina a mi lado mientras aún compartimos el camino hacia nuestras próximas clases
—Excelente, con decisiones difíciles pero creo que ya decidí
—Ahora decide sobre otra, ¿Quiere salir este fin de semana? —Preguntó con naturalidad

La felicidad que sentía era indescriptible pero no podía dejar que él se diera cuenta de eso, así que tragué grueso, tal vez eso no ayudaba a disimular pero en momentos como este era mi mejor opción —Claro, si quiero —Recalque para que le quedara claro
—Perfecto, es difícil encontrar alguien que te quiera acompañar a ver reptiles todo un día, sabia que no me ibas a decepcionar —Avanzó de espalda mientras se despedía de mí

¿Reptiles? !No puede ser! Si había algo a lo que temía era a eso.

No recuerdo que lo haya mencionado, si lo hubiere hecho de todas formas habría aceptado.
—A penas te descuido y ya estas traicionándome —Reconocía la ironía con la que hablaba así que me giré a verlo
—Hoy estás de buen humor
—No lo estoy, pero crees eso porque tú sí que lo estás, solo mira esa sonrisa de oreja a oreja, deberías disimularlo un poco
—Inmaduro, solo avancemos —Musité porque no quería que arruinara mi momento.

Por fin vivía algo romántico con Joseph, no era con Lørem era con !Joseph! Cuanto me gusta ese tipo. Aunque Justo ahora esté caminando con Lørem, puedo decir que mi felicidad se debe a alguien más, y no me siento incómoda ante él.
—Debe gustar te mucho como a mi me gusta la música —Dijo por fin Lørem, en un tono no muy alegre
—No creo que tanto —Bromeé y él se rio por lo bajo —Si yo vivo en un mundo de libros, seguro el tuyo es dentro de canciones donde pasas sorteándolas con todo tipo de chicas, aunque tu música no es muy variada —Lørem movió la cabeza en negación y se plantó frente a mi para interrumpirme el paso
—No digas eso, jamás he sorteado una canción con alguien que me gusta, simplemente porque no me gusta nadie, y claro que tengo música variada, me gusta desde la ópera, hasta el pop en español —Levantó una ceja sonriéndome en una sonrisa disimulada.

Luca como un niño pequeño le suplicaba a Lørem que por favor fuera menos intimidante, una risita se me escapaba en secreto por las ganas de decirle que no está intimidándolo, ese es su rostro todo el tiempo.

El karma hizo su presencia en mi vida, casi finalizábamos, la última escena era con Lørem, tendría que verlo fijamente unos segundos antes de que se bajara el telón, una mirada de desafío, ambos éramos competidores en un concurso de talentos, según mi guion debía verlo con fervor y fijamente, pero aunque Justo ahora esté frente a él, me cuesta mantenerme cuerda, sus ojos negros me confunden cuando la luz se cuela por sus cabellos, tienen un destello café de vez en cuando, ¿A caso tiene dos tonos en ellos?
Cuando salí de ahí y camine al estacionamiento después de despedirme de Lili, Lørem se acercó y caminando a mi lado con sus cabellos cayendo en su rostro, sus manos en sus bolsillos inhalo antes de preguntar —¿Estas bien? —Mordió su labio como si esperara una respuesta incómoda
—Tengo una inquietud —Le solté, quería ser sincera, éramos amigos después de todo —Tus ojos...—Susurré deteniendo el paso y viendo lo por un momento fijo a los ojos —¿Son negros o café? —Exhale como si me aliviara
—Son tuyos —Respondió acercándose a mi rostro, luego se rio cubriendo con su antebrazo como si mi cara le provocara aquella risa desbordada.