Malas noticias: Un amor prohibido

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-Va, Valeria me la dio, se lo juro señora Céspedes- Replique nerviosa y temblorosa 

-¿Cuando te la dio?- Replico Soraya furiosa 

- N no lo señora Céspedes- dije casi estallando en llanto y miedo

Era natural que Soraya se sintiese nerviosa, enojada y tal vez hasta un poco aludida, si el liceo se enteraba, era su fin, ya no tendría un trabajo, tampoco una fuente de ingresos y toda la vida que conocía se podía descartar y quemar en un abrir y cerrar de ojos.

-Soraya- escuche la voz de Miss Katsa y me pareció algo angelical, salido del cielo, en parte por que su voz era fina y melódica y por el otro lado por que apareció antes de que la conserje me haga pedacitos- ¿Qué esta ocurriendo?- pregunto acuciosa- ella sabe de Stonewall- respondía Soraya.

-Y yo yo- tartamudeaba y lo único que alcance a hacer es taparme la cara y sentarme en el suelo mientras sollozaba impactada sin saber que más hacer

-Cariño escucha- Katsa se dirigió a su amor- es solo una niña, no creo que tenga malas intenciones, esta junto a Valeria, nuestra amiga ¿recuerdas?

-Tu nombre- me dijo con una voz seria y seca

-I iris S santos señorita- respondí entre lagrimas y sollozos

El corazón de Soraya casi dio un vuelco, no me reconoció con el otro uniforme

-I iris- alcanzo a decir- ¿Qué haces tan tarde? ¿ y tus padres?

-V vine por algunas horas extras y y y

- Y a ver si estaba Jade ¿no es así?

No pude evitarlo, mis ojos se llenaron de lagrimas y di rienda suelta a mi pena, llore desconsolada, la maestra Katsa me alzo en brazos y me acaricio maternalmente 

-Lo que siento esta mal - llegue a decir entre lagrimas que corrían por mis mejillas 

-No, no- respondió paciente miss Katsa- solo que algunas personas pueden llegar a ser muy bruscas a veces- dijo y miro a Soraya.

Soraya se sentó a nuestro lado, emitió un suspiro largo y dijo: Sabes, fui así por que si alguien aquí en el liceo nos descubre, nos echaran 

- Ay cariño, basta con eso, te esta afectando- corto repentinamente Miss Katsa 

-¿Sucede algo malo?- llegue a decir

-Bueno una nueva ley de la directriz contra las "accidentadas de Stonewall"

-Pero no son accidentadas- dije sin pensarlo dos veces- solo es amor

-Mierda- dijo la conserje 

-Sii gane la apuesta- dijo Miss Katsa alegre y saltando de alegría 

-Tus 20 marroquíes bruja- alcanzo a farfullar Soraya y le alcanzo dos billetes de 10

-Te dije que ella no estaba en contra- replico la alegre maestra de música aceptándolos y guardándolos en un bolsillo de su vestido floreado

-Perdóname por favor con esta nueva ley estoy nerviosa, creo que todo el mundo nos podría delatar- dijo avergonzada Soraya

-N no se preocupe señorita

Y antes de que pueda terminar Soraya continuo 

-Te protegeremos, al menos te debemos una, pero se discreta por favor, la ley esa aplica a todas- siguió explicándome Soraya- en el distrito norte multaron a dos niñas y sus padres con 5 000 marroquíes y esta por verse su expulsión.

El liceo era enorme y a nivel nacional, generalmente no nos llegaban noticias de "las otras" ya que estaba a 5 000 o más kilómetros de aquí, al oír la cantidad, quede helada, nuestra familia de 3, papá. mamá y yo podíamos comer y vivir bien con 500 marroquíes al mes, nuestra casa costo 1 000 así que 5 000 marroquíes es casi como comprar un terreno de muchos kilómetros afuera de la ciudad 

-Te recomendaría que te alejaras de Jade- dijo Miss Katsa

Ese momento se me partió el corazón en dos, el amor de mi vida convivía junto a mí, pero verla tal vez podría significar que todo mi mundo se borre y que con esto afecte también a mi familia, se me hizo un nudo en la garganta y sentí una presión en el pecho 

-E esta bien Miss, s si señorita- replique 

Me despedí y fui directo a casa, tenía muchas ideas en la cabeza y no podía quitármelas, me invadían pensamientos y estaba estresada.

Lo único que me pareció razonable al llegar a casa fue preparar mis cosas para el día siguiente, estudiar y despejarme . Solo recuerdo haberme recostado. Lloraba amargamente, mi corazón había sido atravesado por una daga llamada sociedad 


Elévame, cámbiame, disfrútameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora