¿Quién lo diría? Había una chica y no servía para aquella misión, claro que estaba molesta, pero el jefe dijo que no podía ir y debía cumplirlo, aunque todos sabían que era porque sería "peligroso", pero estaban en una organización criminal, tranquilo no iba a ser.
De todos modos, en la misión se necesitaría mínimo dos chicas, y Rina no estaba entre ellas, no sabían que hacer.
—¿Por qué no fingen alguno de vosotros ser chicas?—preguntó la chica. —No creo que funcione —No seas negativo Koko...—suspirando pidió Rina. —¿Y quién querría hacer eso? Serían horas llevando tacones, con maquillaje y—el de pelo largo suspiro—son muchas cosas...—Koko sentía que eso no funcionaría. —Yo podría ayudar, enseñaría usar los tacones y como comportarse como chicas, además, puedo vestir yo y maquillar —Si eres tú confío más —Mikey, ¿cuántos días tengo? —Una semana —Bien—se levantó—solo nos falta elegir quién hará de chica —¡Yo!—los dos hermanos Haitani y el menor de los Akashi se levantaron a la vez. —Bueno, supongo que con tres son suficientes. Rina, te encargas de ellos. Koko, compra todo lo que Rina te pida, ¿de acuerdo? —De acuerdo—los dos nombrados respondieron a la vez.
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Los cuatro estaban en la habitación de la chica, la cual miraba en unos cajones de su baño particular, buscaba alguna cosa que debían usar esos tres.
—Rina-chan me aburro~—se quejó el mayor de todos dejándose caer en la cama. —Ran, impaciente—suspirando, la chica se levanto y fue hacia ellos. —¿Qué es todo eso?—un poco preocupado miró Sanzu todas las cosas que llevaba Rina. —Para la piel —¿Eh? —Solo os haré un tratamiento para que tengáis la cara limpia y suave —¿Es necesario? —Sip
Dicho eso, Rina dejó todo en su mesilla de noche de forma ordenada, mientras, seis ojos miraban como la fémina organizaba las cosas.
—¿Q-qué es todo eso...?—parpadeaba confundido el mayor. —Ya lo dije, para vuestra piel—dijo levantándose—¿quién quiere ser el primero? —¡Ran! —¿¡Qué?! —Bien
La chica agarró un pequeño bote y se sentó en las piernas del chico, el cual se puso nervioso, todo aquello era nuevo para los chicos y estaban "asustados".
Al mismo tiempo, Rina lo disfrutaba, nunca tuvo una amistad exceptuando a Chifuyu, y aunque pasaran tiempo juntos, el rubio lo pasaba más con Baji, aunque tampoco le enfadaba ya que este le gustaba el moreno, volviendo al presente, Rina estaba feliz por pasar ese rato con ellos.
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Durante un gran rato, la de ojos morados daba tratamientos de skincare a los chicos, que una vez la chica les explico mejor de que se trataba, lo disfrutaban de alguna forma, aunque lo hacían más por ver a esa chica bastante feliz.
Cuando terminaron aquello, decidieron ir a comprar algo de ropa, o al menos algún conjunto. Koko les dejó la tarjeta de la organización, pero bajo amenazas y algún que otro insulto.
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Fueron a algunas tiendas, ir con aquellos chicos era horrible, no les gustaba nada o decían si a pesar de que la ropa ni les valía, pero por suerte, Rina estaba con ellos, sabía poco de moda, pero algo sabía, y gracias a ello, pudo conseguir algo de ropa.
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Durante esa semana, los tres chicos recibían lecciones de la pelirroja hasta que llegó el día de la misión.
Aunque los tres chicos estaban seguros de ellos mismo, y el resto de la organización confiaba en ellos, Rina estaba preocupada, no por si sabían fingir ser chicas o no, sino por el grado de peligrosidad que requería aquella misión.
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A las horas, los tres chicos llegaron a la mansión, no sabían que pasó, solo sentían sus cuerpos cansados y algo doloridos. Al poco de ingresar a la mansión Kakucho y Rina se acercaron a ellos, notablemente preocupados, al parecer los tres estaban llenos de sangre, estaban sangrando tanto que no se sabía ni donde tenían las heridas.
—¡Voy a por las cosas!—dijo el de pelo blanco largo. —¡Mierda Sanzu! ¿¡Estás bien?!—preocupado preguntó el hermano del nombrado. —¿Eh? Sí...creo que sí... —¿R-Rina-chan...?
Todos dirigieron su mirada a la chica quien no se movía, se quedó paralizada, sabía que algo pasaría, pero no creía que vinieran esos tres llenos de sangre.
—S-sí...estoy bien...
Koko llegó con las cosas necesarias para curar las heridas. Rina ayudo a quitar la ropa y el maquillaje que llevaban, Kakucho y Takeomi fueron quienes curaron las heridas.
Es cierto que algunas heridas eran más pequeñas de lo que parecía, pero otras eran graves, por suerte, los tres sobrevivieron, o al menos pudieron curar las heridasa
Ahora descansaban cada uno en su habitación siendo Kakucho y Rina quienes los iban cuidando.
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Perdón si este capítulo quedó mal, pero no tenía inspiración y hacía mucho que no escribía, prometo que el siguiente será mucho mejor <3
