3

982 78 0
                                    

Narra Mi-suk

Son pasadas de las diez y media, estoy en mi casa, hace unos minutos había logrado dormir a mi bebé. Había llegado con mucha energía de la guardería y no se quería dormir. Lo dejo asegurado en la cama y me levanto para darme una ducha, tengo un fuerte dolor de cabeza, hoy estuve buscando algún trabajo y fue en vano y los trabajos de la universidad tampoco han salido, así que no hay mucho ingreso.

Salgo del baño con una toalla mi cabeza, tratando de quitar un poco lo húmedo de mi cabello. Veo que Joon sigue dormido, acomodo su cobija y cuando estoy por entrar nuevamente al baño siento unos toques en la puerta para despues ver como un papel se desliza por esta, tomo el papel y abro la puerta imaginando de quien se trata.

—Te hacía dormida, por eso te dejé el papel. Que habláramos mañana.

Yo niego levemente —hace unos minutos logré dormir a Joon, estuvo algo intranquilo.

Él camina hacia las escaleras y se sienta en unos de los escalones, por mi parte cierro la puerta y me siento a su lado. Él da un suspiro y arremanga las mangas de su camisa.

—¿Cómo te fue hoy?

—Bien, a mis jefes les gusto el diseño que hice, solo debo hacer algunos ajustes. Mi jefe directo me comentó qué tal vez me dejen al acabar las prácticas.

—Jungkook, eso es muy bueno, te felicito en serio estoy muy feliz por ti. Se lo duro que has trabajado todo este tiempo.

Él asiente sonriente —en parte es un alivio.

Se forma un silencio que no es incómodo, a veces solemos hacer esto, es como un descanso que los dos nos damos. Yo recuesto mi cabeza en su hombro y cierro mis ojos disfrutando de ese silencio.

—¿Y tú?

—Igual...no he logrado conseguir otro trabajo y bueno no han salido más cosas de la universidad.

—Es que ya acabaron semestre— dice en un tono bajo.

En definitiva eso complica las cosas, debo encontrar algo lo más rápido posible, no puedo esperar dos meses. En esos dos meses hay muchas cosas que pagar.

—Sabes que te ayudaré, no debes preocuparte.

Yo niego y me alejo de él —ese no es tu deber, tú ya has hecho mucho por nosotros.

Él da un pesado suspiro —siempre te voy a ayudar.

Él busca algo en su bolso y me extiende una especie de carpeta, yo lo miro confundida y él la deja en mis piernas, con cuidado lo abro y comienzo leer lo que dicen esos papeles.

—Esto...

—Están buscando varios puestos, había pensado otro para ti, pero logré que puedas aplicar a este. Sé que eres buena en inglés, así que puede ser fácil para ti. He escuchado que ahora vendrán inversiones con extranjeros, así que...

No dejo que termine y lanzo sobre él, siento como corresponde mi abrazo, cierro mis ojos para evitar que mis lágrimas caigan pero es imposible.

—No sé qué haría sin ti kookie.

Siento como él ríe, nos alejamos y ambos sonreímos. Él me explica un poco sobre la empresa y sobre cómo debo comportarme. Por suerte tengo unos días para practicar y prepararme bien para ello.

—Deberías ir a descansar.

Yo asiento y me levanto para ir hacia mi apartamento, nos despedimos y entro, me siento en la cama y prendo la luz para ver nuevamente aquellos papeles. Si esto sale será una gran ayuda, tal vez pueda que no sea algo fijo, pero será una entrada muy buena.

Papá por Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora