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Narra Mi-Suk

Abro mis ojos lentamente y me encuentro con una habitación totalmente oscura. Miro a un lado viendo la cama vacía. Doy un suspiro llevando mi mirada al techo, anoche no había dormido bien, pensando en Joon, tenía temor que se despertará llorando o asustado.

Me levanté y voy hacia el baño para hacer mi rutina de cada mañana. Aprovecho que el pelinegro no está y me doy un baño, estoy más tranquila que este no esté.

Después de unos minutos salgo del baño y vuelvo a la habitación para ir por mi ropa. Tomo un jogger beige junto con un cárdigan amarillo, dejo mi cabello suelto,  aplico algo de perfume y por último un poco de brillo en mis labios.

Salgo de la habitación y camino hacia donde se está quedando Min-Joon, me extraño al ver que la puerta está cerrada, recuerdo que la había dejado abierta por si llegaba a llorar. Pero me llevo una gran sorpresa al ver aquella imagen.

Jimin está acostado boca arriba, mientras que Min-Joon está acostado sobre su brazo, su brazo izquierdo está sobre su pecho como si quisiera abrazarlo. En el medio de estos está su pequeño peluche con el cual siempre suele dormir.

Sonrió levemente y salgo de la habitación para ir hacia la sala en donde me encuentro al señor Park desayunando.

—Buenos días— digo haciendo una reverencia

—Buenos Suk.

Doy una leve sonrisa y me siento a un lado de la mesa, una de las trabajadoras me sirve una taza de café junto con un plato de fruta.

—¿Jimin y Joon siguen durmiendo?— pregunta dejando la taza de café en la mesa.

—Si.

—Señora Bae, puede prepararle el desayuno a mis nietos, por favor.

—Señor Park, el joven Jimin y el pequeño ya desayunaron, ambos se levantaron temprano.

La señora Bae se retira dejándonos nuevamente solos. Tomo los cubiertos y comienzo a comer, esto está delicioso, y el café está perfecto, más este clima frío.

—Buenos días.

Volteo al escuchar la voz de Jimin a mi espalda, sonrió al ver cómo tiene cargado a Joon. Se sienta a un lado mientras mi bebé está en sus brazos.

—Buenos días, hijo, veo que descansaron.

Él asiente levemente —si, Joon se levantó temprano, comimos, jugamos un rato y nos volvimos a acostar quedándonos dormidos.

Min-Joon se remueve en sus brazos sentándose en sus piernas, sonrió al ver como talla sus ojitos. Muero por tenerlo en mis brazos, pero más que nadie sé que hay que darle su tiempo para que se despierte y quiera hablar y moverse.

—Buenos días Joon —dice el señor Park en un tono dulce.

Él solo lo mira y saluda con su manito. Jimin peina su cabello para después dejarlo en el suelo. Le estiro mis brazos y viene a mí.

—Buenos días, bebé— dejó unos besitos en su cabeza a la vez que lo apretujó un poco en mis brazos.

Él juega con mi cabello mientras yo termino de comer, al parecer hoy no tenía ganas de hablar.

—Omma.

—Dime bebé.

Él se mueve un poco y lo bajo para después verlo ir hacia el árbol, toma un sobre blanco y vuelve corriendo a mí.

—Mía Santa.

—La hicimos esta mañana, Joon se ha portado bien, así que él sabe que está en la lista de niños, buenos, ¿Verdad?— dice Jimin

Papá por Contrato Donde viven las historias. Descúbrelo ahora