-Puedes repetirlo? quiero poder volver a oír tú voz... -bebé tu voz es preciosa
Kim Taehyung un omega de 6 años dejó de usar su voz, aquellos días llenos del sonido de las carcajadas del pequeño quedaron aún lado.
No fue hasta sus 25 años donde co...
Eran las siete de la tarde con treinta y tres minutos, Jungkook tecleaba las ultimas palabras en su ordenador para después cerrarla y dirigir su mirada al castaño que yacía en el sillón que se encontraba en la oficina leyendo un libro del alfa. Se acerco a él pasando una mano por los pequeños risos que se formaban en su cabello, se inclino y dejo un beso en la frente contraria.
-Nos podemos ir ya. -dejo otro beso y se separo del omega sonriéndole con su preciosa sonrisa.
-¿Lo contactaste?. -pregunto viendo a los ojos azabaches
-Así es, en unos días estará aquí. -tomando la mano del castaño se dirigieron a la puerta del consultorio, pero antes de salir susurro en el oído contrario.
-Tu y yo necesitamos planear una cena.
El omega asintió con sus mejillas completamente rojas, sus labios apresados en sus labios, sus pestañas cerrándose rápidamente. Sonriendo al sentir como el alfa tomaba su cintura y ponía sus labios contra los suyos moviéndolos lentamente, se separaron con una pequeña mordida que el alfa dio en el labio inferior del omega. Juntando sus frentes murmuró sobre los labios ajenos.
-Me encantas.
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El día de la cena había llegado trayendo consigo la llegada del hermano mayor del castaño, que justamente estaba acostado en las piernas de su padre ronroneando al sentir los dedos del mayor jugar con su pelo, los dos estaban en uno de los sillones de la sala mientras que la alfa yacía en la cocina bebiendo una taza de té.
Sonó el timbre poniendo alerta a los dos omegas, que se miraban fijamente desafiando la mirada del otro levantándose rápidamente al ver las intensiones del otro dispuestos a correr.
-Ni se les ocurra. -dijo la alfa pasando por donde los dos omegas se encontraban para poder ir a la puerta, no sin antes dirigirles una mirada a los omegas diciéndoles que debían esperar en la sala para poder saludar correctamente.
-Jinie!! mi pequeño Jinie, mamá te ha extrañado tanto. -abrazando al omega de olor a Jazmines fuertemente inhaló su dulce aroma.
-Mamá te extrañé mucho. -dijo dejando besos por toda la cara de la preciosa alfa.
-Taetae!! ¿Qué haces ahí? no saludaras a tu hyung más hermoso. -soltó una carcajada que resonó en toda la casa al percatarse que su lindo hermanito obedecía a su madre.
-Te extrañe mucho papá. -dijo acercándose y abrazando el cuerpo del omega sonriendo al sentir el olor tan familiar que lo hacía sentir en casa. Sintiendo como este comenzaba a llorar se separo un poco. -¿Cómo has estado?
-Bien, muy bien Jinie no te preocupes.
-Mi hermoso Tae, te extrañe mucho cariño. -dijo sonriendo al ver las mejillas contrarias tomar un color carmín.
-Yo también lo extrañe hyung. -señalo antes de ser apresado por los brazos de su hyung, quien movía su nariz inhalando el aroma del omega castaño hallando en él un toque a café.
