Taehyung los apoyó y en esos dos años en donde trataba de arreglar lazos rotos, en donde trataba de erradicar leyes tan metidas en la cultura de su gente, que simplemente ya no debían exigir, fue que Hoseok y él se enamoraron.
Hobi era todo lo que siempre esperó en uno de esos amores clichés que pensó que nunca le pasarían en su vida, tan dulce y tan lleno de vida.
Tan loco en la mejor manera, que simplemente no pudo evitar sentirse atraído a él de una forma embarazosa, tanto, que tuvo a Jungkook gruñendo cada vez que los veía juntos o veía su pésimo intento de coqueteo.El de cabello blanco era tan malo en eso del amor como él, pero ambos confiaron en el otro y llegaron al punto en donde un fría noche de Enero, ambos se recostaron en el pasto tratando de ponerle nombres graciosos a las constelaciones, simplemente ya no pudieron evitarlo.
—Esa se parece a la cabeza de Jungkook — Hoseok se rió.
Su hermosa risa haciéndolo sonreír sinceramente. Algo que usualmente no hacía. El chico se aferraba a él, ambos acostados al lado del otro con el río que rodeaba el pueblo frente a ellos y una cuantas voces detrás acompañándolos.
—En serio, y esa otra se parece a un trasero.
Hoseok lo golpeó juguetón en el hombro, escondiendo su rostro en su pecho hasta que se dejó de reír limpiando una lágrima, el brazo de Tae alrededor de cintura.
—Taehyung-Ah, eres ridículo — le susurró con los ojos entrecerrados, brillando en un sentimiento que Taehyung conocía bien.
Tal vez por eso se arriesgó. Sus ojos oscuros se cerraron y unió su boca con la de un Hoseok que le correspondió con la misma intensidad y pasión. Sus manos tomando su rostro mientras sus labios bailaban juntos.
Hoseok gimió cuando su lengua entró en su boca, el olor dulce a melocotón se hizo fuerte, tan fuerte como su olor a menta. Ambos sintiendo exactamente la misma cosa por el otro.
Desde ese día, en ese lugar, Hobi y él decidieron casarse. Taehyung aún un poco inseguro de hacerlo al saber todo el peso que podría generarle, pero Hoseok insistió en que lo amaba. Desde la primera vez que lo vio se había sentido atraído por él y Taehyung entendía, porque a él le pasó lo mismo.
Aún así supuso que siempre escondió esa parte de él que le gritaba que no jodiera a Hoseok haciéndolo casarse con alguien tan jodido como él.
Pero fue egoísta, Hoseok era demasiado para él. Su rostro, sus besos, su cuerpo; la manera en que lo amaba y le susurraba las cosas que nunca obtuvo con nadie, que no quería de nadie más. Simplemente no pudo alejarlo de él.
Así como Hobi nunca lo alejó de su lado, siempre tan perdido en esos hermosos ojos oscuros de Taehyung que a veces deambulaban en el paisaje, con un semblante triste, de esas bromas tontas y actitud despreocupación que lo enamoraron desde el momento en donde Tae y él se conocieron a profundidad.
Fue algo que los dos solidificaron con su matrimonio, el mismo día en donde Taehyung pudo ejercer como líder totalmente.
Cuando Sorae nació, su matrimonio ya tenía cuatro años y medio. Su hermoso bebé nació en una mañana helada de Diciembre en donde el castaño estaba demasiado nervioso a su lado mientras veía con ojos fijos cualquier movimiento de la partera entre sus piernas.
Fue un parto difícil, duró demasiadas horas tratando de sacar a ese gordo bebé de mejillas rosadas y cabello castaño oscuro. Apenas abrió sus ojos y el hermoso negro de Taehyung lo recibió, lloró.
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Home [Vhope]
FanfictionManada. Traición. ¿Amor? Jimin y Hoseok escapan. Jungkook y Taehyung enloquecen. Nadie sabrá que futuros les espera. [Vhope] [Kookmin] [Namjin]