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Jimin tembló de pies a cabeza, los golpes que esos dos lobos se estaban dando no eran nada que hubiese visto antes.

La manera en la que Taehyung golpeaba a ese hombre de cabello castaño un poco más largo que lo suyos, esos ojos oscuros tan fríos como témpano y esa sonrisa psicópata; hacía temblar todo el terreno en el que estaban.

Aferró la mano a su estómago, le dolía el vientre, si no se conociese mejor, diría que estaba sangrando debido a la herida del parto.

Pero tenía que aguantar.

Hobi mientras tanto, ya no estaba en estado de shock, pero las lágrimas seguían manchando sus mejillas de una amanera que dejaba rojizo su rostro. El cuerpo que aún regaba sangre en la antes blanca nieve bajó sus pies, aún estaba ahí.

La cabeza de Seo Joon, aún estaba ahí.

Hoseok mordió su labio inferior con fuerza, el odio y el enojo que sentía destroza el cualquier pensamiento coherente en su mente lo asustaba. Era algo que nunca había sentido, sólo quería acercarse a ese hombre y matarlo.

Con cada ráfaga de viento que causaban los golpes de él y su esposo, más miedo se mezclaba a todo ese canvas de desesperación que se pintaba en su interior. Ni siquiera se podía mover y acercarse a ayudar, Kim Haeihyung peleaba con él mismo poder de Taehyung, utilizando las mismas técnicas que su hijo.

La energía maldita que formaba una barrera en sus cuerpos chocaba y se contraía con cada golpe, cancelándose de vez en cuando para permitir al otro rasgar la piel.

Era una guerra de poderse fuera de ese mundo, el clan Kim no era más que pedazos de madera y astillas, la mayoría de todas las casas echas polvo. Namjoon aferraba la espalda en su mano con fuerza... quería ayudar a Taehyung.

Tanto como Namjoon, Yoongi temblaba de ira y limpiando sus lágrimas al ver el cuerpo de Seo joon sobre la nieve.

Su cuerpo de estremecía en incertidumbre, si se metía podrías ayudar a Taehyung o ser una molestia. Él, que era orgulloso de sus habilidades, no se veía peleando de una manera igualitaria con esos dos. Mucho menos después de ver lo qué pasó con Seo Joon.

—¡Te has hecho tan fuerte, hijo! — lo escuchó gritar.

Los ojos oscuros tan parecidos a los suyos no veían nada, sólo placer de matar. De controlar. Las feromonas de su padre eran lo que siempre imaginó: impotencia. Una impotencia que hacía que él mismo temblara, que generaba náuseas en su garganta.

—Pero aún no eres un lobo de verdad — lo escuchó susurrar, y el golpe que llegó a su barbilla lo hizo caer am suelo levantando la nieve del lugar.

Lo alejó de él.

Se levantó rápido, notando que había ido directo a donde Hoseok estaba. Gruñó. Se acercó a él a una velocidad envidiable, Hobi lo golpeó en el estómago con un destello negro y sus feromonas llenas de ira le dieron la decisión para tomar la cabeza de su padre y arrancar parte de su cuello, la piel rompiéndose y los alaridos de dolor brotando de su cabeza.

El cabello castaño tapó su visión por segundos, en donde Namjoon incrustó su espada a la boca del hombre con una mirada sombría, mientras Jimin llamaba a su lobo para que rasguñara sus piernas.

La sangre manchó sus ropas y la nieve.

La tarde estaba cayendo y todo eso parecía un cuento de terror. Uno en donde el villano ya no estaba gritando, pero comenzó a reír, apuñalando a Namjoon en el costado, dándole a él un cabezazo y empujando cualquier otra cosa menos a Hoseok de sí.

El moreno maldijo cuando su espada no pudo traspasar el jodido campo que protegía su cuerpo que ahora entendía no era tan estable como el de Taehyung.