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Namjoon and SeokJin

Y no hay nada más doloroso que saber que el error que cometiste es demasiado grande como para arreglarlo.

Namjoon suspiró hondo poniendo un pie en la aldea en la que tenía meses sin ver, los ojos cansados y gran culpabilidad por haber dejado a Jin tanto tiempo solo.

No solo eso, el peli gris de ojos azules se arrepentía, se arrepentía muchísimo de todo lo que le había hecho pasar a su pareja. Todas las peleas, todos los golpes que ambos se dieron cuando Nam llegaba enojado de todo un día escuchar las palabras asquerosas de esos ancianos corrompiendo su mente. Se desquitaba con Jin, como si él fuese el culpable, llegando a hacer aquello que tanto desearon esos bastardos.

"Tienes que ser un lobo, tienes que actuar como uno. Tienes que ser fuerte o si no te va a dejar, no te va a querer. Eres tú el que tiene el mando Namjoon ¿Crees que ser totalmente humano es lo correcto?"

La misión que Seo Joon le había ordenado hacer, únicamente le dio tiempo de limpiar su mente de todas las cosas que ese ambiente tóxico de la manada le había hecho creer. De pensar en su matrimonio con SeokJin de una mejor manera.

Jin, la persona que siempre lo había apoyado desde que era un mocoso siendo molestado por todos por haber "asesinado" a su amigo. Jin, el que siempre le regalaba una dulce sonrisa cuando llegaba a casa, mostrándole todo lo nuevo que le había enseñado a los niños de la aldea.

Jin, que había aceptado ser su novio cuando ambos cumplieron diecisiete años, el que lo besaba de una manera profunda y amorosa siempre que lo veía triste o en aquellos días fríos en donde la memoria de Taemin, su difunto amigo, lo acechaba. Era un bastardo por haber tratado a SeokJin de esa manera.

Golpeado, insultado e incluso detenido de seguir sus sueños de ser un cazador de clan porque en ese entonces, según los ancianos, Jin no servía para ello. Y fue asqueroso y horrible ver las lágrimas del chico manchar su rostro, por su culpa, era algo que no se perdonaría nunca.

Tener todo ese odio y miedo en sí y dejar que lo controlan, ni siquiera entendia como había llegado a ese punto. El pensamiento de crear excusas para sí mismo le impulsaba, tal vez por eso simplemente no buscaba pensar si realmente esos bastardos ancianos le habían hecho algo.

No. De una u otra manera, era su culpa.

Por eso caminó directo a la casa principal del líder del clan, listo para pedirle a Taehyung que nombrara a Jin cazador en su lugar, con su título. Jin lo merecía más que él... y de paso, tenía en mente disculparse por cada cosa hecha, aún
si supiera que no sería suficiente, dar por ello toda su vida si así tenía que ser, pero lo que se encontró fue toda la casa oliendo a lobos enojados y desesperados.

Al instante un mal presentimiento se hundió en su pecho.

—Esto es horrible —escuchó decir a Seo Joon. Tragó grueso llevando la mano a su pecho.— No puedo creer que tu permites que las cosas terminaran así de nuevo.

—Deja de regañar al líder, Seo Joon, solo hizo lo correcto — la voz de uno de los ancianos se escuchaba llena de enojo.

Eso multiplicó sus sospechas. Si esos malditos viejos estaban metidos, nada podía estar bien.

–¡¿Y lo correcto es volver a permitir ese tipo de tratos con aquellos que no son guerreros o cazadores?! ¡Es una estupidez! !Hablame Taehyung!

Namjoon frunció el ceño en preocupación y en vergüenza, sus uñas hundiéndose en las palmas de sus manos.

—Seo joon, señor, no sólo el líder Kim hizo mal, yo también — se dejó ver al fin, subiendo las escaleras de la casa.

Seo joon quedó sin aire, la decepción en su mirada se clavó en su pecho.