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Stay with you

Jimin llevó su mano a la frente una, dos y tres veces masajeando para que la migraña se fuese, pero era difícil. El vaso de té que Jungkook le pasó fue una bendición del cielo.

—Gracias... tu hijo me produce las jaquecas más raras.

Jungkook rodó los ojos, por primera vez en todos esos días tomando asiento a su lado, el piso de madera crujió un poco bajo su peso y Jimin analizó cada pequeño cambio en su expresión. No tenían una unión como la de Taehyung y Hoseok, pero incluso sin ella, el rubio era fácil de leer. La manera en que sus manos se cerraron en su regazo, manteniendo la distancia entre sus cuerpos fue notable.

Los ojos negros fueron a él con confusión al notarlo tan silencioso, Jimin sólo negó llevando la mirada al frente. La nieve caía frente a ellos de manera lenta, las campanillas de la casa tintineando por el fuerte viento, parecía estar totalmente árido y escaso de vida pero en ese preciso momento, con Jungkook de su lado, se sintió en tranquilidad.

—Escuchamos que Felix Lee se infiltra en uno de los clanes del sur — Jimin detuvo el vaso que se dirigía a su boca al escuchar eso, los ojos azules viajando de la luna llena a él — Sabíamos que pasaría, Manobal siempre ha querido aliarse con maldiciones. Es una hija de perra, tenemos que estar preparados para lo que planee hacer — Jimin asintió.

—Las cosas han mejorado ¿No crees? Estoy feliz por ello.

El rubio se tensó por varios segundos antes de asentir siguiendo su mirada a la hermosa luna de esa noche.

—Taehyung eliminó todas las leyes de la ley de los lobos, los lobos y lobas que cometieron los mismo pecados que nosotros están protegiendo al pueblo y ayudando a proteger las nuevas leyes — no tuvo que bajar su mirada del cielo estrellado para oler la culpa de la persona a su lado.— Lo único que falta es que nosotros seamos apresados, después de ello, Taehyung cree que la mejor decisión es que Seo joon sea el líder de nuevo.

—No voy a decir que no lo merecen — dijo firme Jimin, al fin viéndolo a los ojos negros.— Pero creo que lo que toda la manada quiere es ver a su líder, Kim Taehyung y a sus lobos más fuertes, Namjoon y tú, haciendo un cambio en la misma. Pudriéndose en un hoyo no vas a ayudar, Jungkook.

—Tan romántico como siempre — susurró, bajando la mirada.— Todos merecemos un castigo, Jimin.

—Por supuesto, pero en este caso el tuyo será cargar con ello toda la vida y dar a cambio. Y ¿Quien mejor que la víctima de tu mierda para darte sentencia? — el rubio negó con una pequeña sonrisa.

Misma sonrisa que Jimin no pudo ver porque ya se estaba poniéndose de pie, sus manos dentro de los bolsillos de la yukata.—No sé si sepas, pero el poder de Taehyung puede ser... "sellado" y si esto pasa, él muere en el proceso — Jimin lo miró extrañado, como preguntándole por qué le estaba diciendo eso.— Taehyung le dio el contenedor donde tiene que ser sellado a Seo joon, le dijo que si en algún momento volvía a ser como antes... que lo sellara de inmediato. — el azabache junto aún más sus cejas. No dijo nada porque eso se oía jodido, realmente jodido.— ¿Sabes cómo es el proceso del sellado?

Jimin no abrió la boca, porque en realidad no sabía nada respecto al tema. El rubio guardó silencio por varios segundos en donde Jimin moría por darle un golpe y hacerlo hablar, pero a la vez no quería escuchar. Suspiró hondo y se puso de pie.

—La sangre de mi hermano. Hoseok es el único que puede sellarlo porque es el único al que Taehyung no puede matar... tal como su madre con su padre. Pero si eso llega a pasar, hay otra persona capaz de sellarlo.

Jimin asintió, acercando su cuerpo por completo al de un sorprendido Jungkook que quedó helado al sentir los brazos del azabache pasar por su cintura y su rostro descansar en su pecho. Le tomó segundos corresponder sin sentir ese fuego de culpa saturando su garganta.