Para Namjoon, esos días y noches habían sido horribles, cansados y bastante reveladores de una realidad que ya sabía pero no quiso enfrentar. Su manada estaba repleta de lobos que aún quieren vivir exactamente como lo hacían cientos de años atrás.
Taehyung les dijo que si no querían que los mataran uno a uno, entonces que se fueran del clan. Y si, la mayoría fueron expulsados. Pensó que serían unos cuantos, pero sin duda fueron más de los que imaginó. Las reglas del clan Kim cambiaron para siempre, Seo Joon cumpliendo las órdenes que Taehyung le había dado, erradicar todas las reglas que suprimió la libertad de otro lobo sin una razón de peso.
Incluso aquellas demasiado metidas en los archivos como para recordarlas. El clan Kim había sido limpiado, poco a poco, se estaban levantando de nuevo.
Las personas heridas están sanando tanto física como mentalmente. Y los consejeros, algunos escaparon, los problemáticos mayormente, pero Taehyung logró encontrar al nuevo, Choi san, arrastrándose por el lodo lleno de nieve del bosque y lo tomó del cabello; gruñendo y no tuvo mucha piedad. Lo mató al instante cortando su cabeza.
O al menos eso pensaron hasta que llegó la misma anciana que Taehyung también se suponía había matado. Ambos lograron escapar ante la confusión de su líder y de él.
Taehyung estuvo a punto de matar al primero que se le cruzara por enfrente del enojo, pero se contuvo, gracias al cielo, lo hizo. Trató de pensar en frío y calmarse, Namjoon le ayudó y decidió que se ocupan de ellos más tarde, ahora solo pensaba en...
—Hermano, ahora que todo esto está más calmado y que tu también lo estás, quiero saber... ¿Irías por Hoseok y los niños? — Seo Joon dijo, con incertidumbre en su voz.
Era un día frío, las primeras nevadas ya estaban bajando pintando el paisaje de blanco. Ese día Seo joon lo había citado a la casa de Taehyung, no le dijo para qué, solo que estuviera allí. Taehyung se sentó en una de las sillas de la sala, sus manos descansando a los lados y sus ojos negros perdidos.
—No.
Eso lo sorprendió tanto a Seo Joon como a él. Jungkook, quien también se encontraba allí, no dijo nada, por más extraño que eso fuera, dándoles la espalda sentado en los escalones de la casa.
—No iré a buscarlos ahora — su voz temblaba, parecía enojado. Muy enojado pero conmigo mismo.— No tengo ningún derecho de ir con Hoseok y exigirle nada... cuando yo fui él que le hizo daño.
Nam entendía. La situación de su amigo era mucho más difícil que la suya, él tenía hijos y muchos años casado. También había pasado dos años en ese clan desde que Seo Joon se fue. Namjoon al menos pudo liberarse de las manipulaciones de esos malditos alejándose de ahí por la misión.
Sin embargo, entendía a Taehyung. No había cosa que ellos pudieran hacer para arreglar eso. Era como una tambaleante torre de cartas, a punto de caer con cualquiera corriente de viento.
—Me dejé manipular por ellos... — rio sin gracia el castaño, sus manos tiritando juntas.— Por unos malditos viejos que puede haber matado en cualquier momento, dejé que me manipulen al punto de hacerle daño a mi familia.
Seo joon suspiró hondo.
—Tae... no eres una mala persona. Lo que pasó no fue totalmente tu culpa.
Tae negó llevaba soltando aire y puso una expresión seria, el semblante que Namjoon recordaba tanto. El imponente líder que Taehyung siempre había sido volvió de nuevo.
—No importa si lo fue completamente o no, Seo joon, el que hizo las cosas así fui yo — susurró poniéndose de pie.— Mantente alerta de los lobos heridos y manda a los cazadores por más carne. Esta nevada será fuerte.
El consejero, su hermano, asintió. Pronto quedaron solo Namjoon y él en aquella casa. Jungkook y Taehyung salieron con unos ánimos que no se sabía bien qué era lo que pensaban o sentían.
—Nam... — alzó sus ojos confundido, Seo joon no lo veía a los ojos.— Ve al pequeño clan ubicado en el este, está cerca del clan Min. Cuando llegues, pide a su líder que te deje ver como están Jimin, Hoseok, sus niños y... SeokJin.
—¿Seo joon?
El de cabello corto soltó aire contenido, pero después sonrió, una sonrisa que por alguna razón le dio tranquilidad en todo ese caos.
—No sabemos quién es el líder de ese clan, puede ser alguien respetuoso pero esos tres siempre estarán protegidos por nosotros también... sin importar que camino toman. Así que necesitamos saber cómo están.
Asentir firme, poniéndose de pie con katana en mano. Antes de poner un pie fuera de la casa la voz de su segundo líder se escuchó.
—No les digas nada ni a Tae ni a Jungkook.
*
Llegar a donde estaba ese clan le tomó horas a su velocidad. Una persona no entrenada duraría unos días, el tiempo no se lo facilitó. Era mucho más caliente que en su manada haciendo el sudor pegarse a su cuerpo de manera pegajosa e incómoda.
Se detuvo en un claro al sentir la presencia de Jin, siempre podía sentirla a cierta distancia, estaba cerca.
Cuando llegó a las puertas del pueblo, su respiración, algo entrecortada en su forma de lobo, se empezaba a calmar. Se transformó en humano de nuevo, totalmente desnudo y rápidamente se vistió con su yukata oscura.
—¿Quién eres y qué quieres? — la voz fue firme, alzó su mirada y sin pensarlo se cubrió con su katana de una rara espada que parecía no tener filo. Un hombre rubio estaba frente a él, olía a conflicto y preocupación. Lo analizó con sus cansados ojos oscuros y saco su katana de la funda por si las cosas se ponían feas.
—Soy Kim Namjoon, únicamente vengo para cerciorarme que los lobos que dejaron nuestro clan estén bien.
Esto pareció sorprender al hombre que al instante endureció de nuevo su semblante, era un humano normal y aun así su esencia era fuerte.
—El clan Kim es famoso por su comportamiento violento y, que yo sepa, están en una guerra civil, no puedo dejarlo pasar — Nam frunció el ceño, la decepción golpeando su pecho.
—Estábamos, pero ya se terminó y ahora estamos tratando de arreglar las cosas — el hombre no dijo nada, así que el continuo.— Los que más salieron afectados de nuestros errores... fueron los lobos como los que tienen aquí, no haré nada y si no me dejan entrar... saben muy bien que podría pasar por encima de sus cadáveres si quisiera.
El humano se tensó pero parecía que sabía eso a la perfección.
—Tranquilo, no haré nada, sólo tengo que estar cerca de ellos y saber en qué condiciones los tienen.
El silencio se instaló por varios segundos, segundos en los que pensó que tendría que irse con las manos vacías pero el hombre guardó su espada y una sola mirada le dijo que lo siguiera.
Nam aguanto la respiración. Volver a ver a Jin otra vez, por tal vez última vez.
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Home [Vhope]
ФанфикManada. Traición. ¿Amor? Jimin y Hoseok escapan. Jungkook y Taehyung enloquecen. Nadie sabrá que futuros les espera. [Vhope] [Kookmin] [Namjin]