08- Sensuality

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Sus caderas se movían sensualmente al ritmo de la música, su espalda chocaba con el estático pecho contrario y una de sus manos colgada de su nuca, agarrándose. Kim disfrutaba y su acompañante también, aunque estaba como una columna de cemento, no sabía si moverse o no, decidió que debía parar con ello, su mayor estaba ebrio y no sabía que hacía.

Se dedicó a bajar sus manos a la cintura del chico, desde hace mucho tiempo ya quería hacerlo, pero sus intenciones eran detener los movimientos del chico. Dejo un apretón robándole un gemido al mas pequeño; el solo había tomado su cintura para detenerle, ahora se cuestionaba si quería hacerlo.

Sus ojos se abrieron, solo con un apretón lo había echo gemir.

Kim pego su trasero a la pelvis contraria, comenzando a moverse y song ya no se quedó atrás, acompaño los movimientos del chico, juntado más sus cuerpos. La música explotaba el lugar. Ellos parecían metidos en una burbuja dónde eran los únicos bailando.

Tomo con más fuerza la cintura del pelirrojo y comenzó a apretar hacia adelante su pelvis, sabía que esto no estaba bien, el chico estaba borracho y no sería nada ético de su parte el hacer eso. Vamos, ¿Cuándo volvería a tener a su mayor de esa forma? Pero no elevaría las cosas a menos que su acompañante se lo pidiera.

De un momento a otro el mas bajo volteo, encontrándose con el rostro de su dueto. A pesar de ser más bajo, solo tubo que levantar su cuerpo un poco para besarlo. Song bajo sus manos al voluptuoso trasero de su mayor, si que venía viendo este dede ya tiempo. Era redondo, bien formado y grande.

Le encantaba.

Ahora sabía porque aquel hombre que vio en la puerta del pelirojo hace semanas, le besaba con insistencia, Kim hongjoong era totalmente hipnotizante. Poseía una cuerpo de reloj de arena; bonitas caderas y buenos bustos, tanto de abajo como de arriba, también esa hermosa cintura que cualquier mujer envidiaría. Sin olvidarse de su perfecto rostro y labios pomposos que te invitaban a besarlos desesperadamente.

Era el hombre perfecto.

En cambio song también era uno de los chicos más deseados. A diferencia de su mayor, el era alguien mas robusto, alto, de tes canela. Sin necesidad de verle sin camiseta ya podías divisar el cuerpo formado, sus muslos eran anchos y regordetes, lo que ameritaba a qué fueron trabajados, en el gym tal vez. Tambien poseía un rostro algo cuadrado pero que le daba ese toque de hombría, labios también pomposos, ojos pequeños y rasgados que cuando te miraban parecía que una daga fuera clavada en ti, eran negros, lo que hacia a su vista una de las más posesivas, pero tambien poseía una gummy smile que te hacía repensar todo lo contrario.

Ambos eran diferentes, pero iguales al mismo tiempo y eso hacía que el peli-azul sintiera un fuerte recelo al recordar aquella noche; salía de su departamento dispuesto a correr, así como hacia cada noche. Cuando se llevó esa sorpresa, no pudo divisar bien la cara del chico pero si pudo ver cómo devoraba al pequeño sin pudor alguno. No negaría, no sabía quién mierda era ese chico pero ya no le agradaba. Ni el sabía porque, tal vez por el echo de estar junto a su hyung.

Ya se imaginaba que fue lo que sucedió allí dentro, aunque solía hacer desaparecer esas ideas.

Esa misma noche no salió a correr, tampoco durmió, solo se quedó recostado en su cama, mirando el techo blanco mientras su mente se llenaba de preguntas. ¿Quien era ese hombre? ¿Serían novios? Oh ¿Solo son amigos de cama? Aunque quisiera despejar el tema no podía y sabía que tampoco le correspondía el preguntarse ello, solo era su hyung. Y le había dicho que no le moleste.

De repente recordó donde estaba en tiempo y forma. Se aparto del cuerpo contrario. ¿Que mierda estaba haciendo? Su hyung estaba borracho y el se estaba aprovechando de ello -Aunque no negaría que le gustó ese beso- Tomo el brazo del chico. Dispuesto a llevárselo de ahí.

––Nos vamos. ––anuncio, su voz seca un tanto más alta debido a la música.

A pesar de los forcejeos y quejidos de su mayor, el era más fuerte por lo que el saco del lugar lo cuánto antes. No podía dejarle así ahí, el conocía cuando parar, pero habían idiotas que se aprovechaban de este tipo de situaciones. Aunque sonara muy hipócrita de su parte, pero el nunca haría algo sin su consentimiento.

No todo entendían ello.

––De-dejame. ––Kim intentaba zafarse.

Song abrió la puerta tomando al chico un tanto más fuerte, para sus llevarlo hacia afuera. Llegando al estacionamiento, al lado de su auto,  llamo a San, quien contesto luego de tres tonos, le aviso que se iría y llevaría a hongjoong consigo. Bueno, después de todo ambos le dejaron solo.

Así como la llamada acabo, se montó en su auto dispuestos irse. Aunque su mejor peleo por no entrar, al final se rindió, ahora ambos estaban sentados cada uno en su asiento.

––Ponte el cinturón. ––dijo/ordenó Mingi.

El pelirojo le miro disgustado, el alcohol ya estaba bajando de su sistema pero no tanto como para saber con quién hablaba.

––¿Y si no quiero, que? ––reto.

El alto volteo pasmado, su hyung borracho era todo un teatro, la próxima vez no deberían dejarlo solo. No dijo nada, se corrió un poco y a la fuerza le coloco el cinturón de seguridad. La mueca regalada por su mayor lo decía todo, no le agradó. Se volvió a su lugar y se colocó su cinturón mientras encendía el auto.

Con que esto era discutir con Kim Hongjoong.

––Evitemos accidentes ¿Si? ––acoto.

Kim no le dió importancia, se volteo viendo hacia afuera en lo que el auto arrancaba y cerro sus ojos, no faltó mucho para que se uniera en los brazos de Morfeo.

––Como puedes ser tan lindo. ––susurro sabiendo que su mayor ya estaba dormido.

Algún día se lo asumiría. Era un chico demaciado hermoso, con una vida un tanto dura.

....

1065 palabras.

Espero les guste ☺️(no eh fijado faltas oh errores, no duden en decírmelo)

[Corregido]
Holi, volví.
Nuevamente, es una breve corrección, posiblemente y considerando que los cambios no siempre se guardan bien, hallan algunos errores. Aún así, está un poco más decente.

_nani_

Darkness -mingjoong (En Corrección) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora