—¿A dónde fueron? —preguntó Megumi en cuanto se separó de mi y me miró con ojos curiosos.—Me acompañó al trabajo.—respondió Toji, agachándose hasta su altura y despeinando su cabello—. ¿Cómo te fue en la escuela?
—Muy bien pero, ¿por qué te acompaño?
—Tenía que ayudarme con unos pendientes. ¿Ya comieron?
—Estábamos esperándolos, ya que me que dijiste que te ibas a ir.—respondió Geto sentado, tecleando algo en su celular.
—¿A dónde te vas?
—Voy a tener que ausentarme unos días por trabajo. Quiero que te portes bien, ya sabes.
—¿Cuándo volverás?.
De repente me descubrí a mi misma esperando su respuesta también.
—No sé con exactitud, haré lo posible para no tardar demasiado.
—Oh, está bien. —Megumi lo abrazó antes de darle palmaditas en su espalda baja—. Te voy a extrañar mucho, papá.
—Yo también, pero todavía no me voy. —despeinó su cabello—. Vamos a comer.
Traté de no concentrarme en eso, en cómo podía ser un padre cariñoso; pero las escenas siempre tocaban algo dentro de mi.
—Hailey, ¿tú vas quedarte, verdad?
—Si. —le sonreí—. Y yo... en realidad no tengo hambre, coman ustedes.
Los tres pares de ojos se posaron en mi con atención.
—Tienes que comer.—exigió Toji.
—Todavía estoy llena por lo que comí en tu oficina, más al rato lo haré.
—Pero casi no comiste nada, dejaste la mitad.—replicó.
—Papá.
—Está bien, Hailey. Baja cuando tengas hambre.—agregó Geto y le sonreí ligeramente antes de irme.
Arroje los tacones en cuanto llegue a mi habitación y me arranque el vestido que me asfixiaba antes de lanzarlo lejos. Me puse ropa cómoda y me tiré en la cama, mirando a través de la ventana el cielo azul.
Estaba en el límite de mi cabeza. Pensando en ojos color bosque, pómulos esculpidos, cabello negro y labios sensuales y firmes.
No sé cuanto tiempo pasó para que se escuchara el cerrojo de la puerta y sentir una presencia. Por un momento pensé que sería Megumi, pero la presencia era oscura y poderosa.
No me moví, solo cerré los ojos fingiendo estar dormida, no quería enfrentarlo ni escuchar su voz que me envolvía en corrientes eléctricas. Escuché el eco de sus pasos aproximándose y su presencia más cerca antes de que se alejara.
Por lo menos se iría varios días, con eso debería bastarme para reorganizar mis pensamientos.
...
Los días siguientes pasaron como un borrón.
Megumi parecía estar acostumbrado a la ausencia ocasional de su padre; yo era todo lo contrario, no dejaba de pensar en él, tanto que mis pensamientos se habían vuelto una sombra tangible que me perseguía a cualquier lado en todo momento, incluso en mis sueños. Mi mente solo evocaba momentos que había pasado con él, sus caricias, sus besos posesivos, sus ojos puestos sobre mi... se repetían en mi cabeza como un disco atascado. Una y otra vez.
Había comenzado a cocinar un poco, a hablar más con Geto y a limpiar un poco pese a que venia Katana, porqué de lo contrario, enloquecería.
Pero todo iba bien y tranquilo, que casi había olvidado que en realidad, era una rehén de Toji Fushiguro, o que definitivamente estaba rota por pensar demasiado en él.
![](https://img.wattpad.com/cover/310101570-288-k889281.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Cautiva| Toji Fushiguro
Fiksi PenggemarLa bestia posó sus ojos en ella, y hará todo lo posible por mantenerla a su lado. Caí rápido, fuerte, y para siempre... Advertencia +18