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- ¿Por qué? ¿Por qué tanto tiempo?- Sollozaba.

- Tardé demasiado en comprender que te quiero.- Me mira a los ojos y suspira.

- ¿Entonces me quieres?

- Si. Y me arrepiento de haberte dicho lo contrario, espero que no sea demasiado tarde y que tú y Zack no hayáis...- Bajo la vista y me mira apenado.

- Zack no está, se fue a Italia a buscarte.

- ¿Por qué?

- Quería recuperarte porque decía que tú eras el más indicado para mí.

- Eso espero. Y quiero hacerte feliz.- Sonrío y me besa de nuevo.

[...]

Vamos a un un hotel frente a la gasolinera y nos tumbamos en la cama de dos plazas. Hablamos sin parar de lo que ha pasado estos 3 meses.

- ¿Saliste con alguien desde que me fui?- Pregunta y yo niego con la cabeza. -¿Y has tenido...?- Me mira de arriba a abajo y se muerde el labio.

- ¿Si he tenido el qué?- Quería tentarle.

- Ya sabes.- Insinúa y me encojo de hombros. Sonríe pícaramente y de un rápido movimiento me besa el cuello.

- No, no he tenido en 3 meses.- Murmuro y me muerde el labio.

- Yo tampoco. Solo tenía ojos para tí.- Se quita la camisa rápidamente, veo sus abdominales y puedo afirmar que está mas fuerte que antes.

- Hechaba tanto de menos esto...

[...]

Me despierto en brazos de mi rubio favorito y veo que aún está dormido. Veo su expresión relajada con el ceño ligeramente fruncido y los labios secos. Le doy un corto beso y noto que sus manos suben sigilosamente hasta mis caderas.

- Buenos días.- Digo a centímetros de sus apetitosos labios y sonríe.

- Me encanta tu forma de despertarme.- Dice con la voz ronca y muy sexy. Pongo mis piernas a cada lado de sus caderas y me mira mordiéndose el labio.

- ¿Quieres desayunar?- Pregunto acariciando el borde de sus boxers mientras él mete sus manos por debajo de la camisa que llevo puesta, que antes era suya.

- Quiero desayunarte a tí.

- Puedo hacerte sufrir, no me tientes.

- ¿Hacerme sufrir?- Bajo mis manos hasta su pequeño amigo ya despierto y lo acaricio. -Vale, vale... ya entiendo.- Intenta apartar mis manos pero no le dejo y sigo con mi trabajo. -Por favor.- Suplica y le bajo lentamente los boxers. Antes de que pueda ver de lo que está hecho Nick, me aparta y me tumba en la cama. -No hagas eso- Dice y se levanta para ir hasta la cocina.

Le sigo y apoyo mi hombro en el marco de la puerta observando como abre los armarios en busca del pan, la leche, el azúcar... Viendo cómo enciende el fuego y pone la sartén encima agarrando el mango con suavidad. Bajo la vista desde su nuca hasta el final de la espalda, dejándome ver su trasero bien definido en sus boxers negros. Se gira para verme y me muerdo el labio inconscientemente.

- ¿Qué miras tanto?- Sonríe de lado y yo me siento en el borde de la mesa.

- Sólo disfrutaba de las vistas.- Me encojo de hombros y él fija la vista de nuevo en la encimera. -¿Qué haces?- Ladeo la cabeza para poder ver pero no llego a determinalo.

- Sorpresa.

- ¿Y puedo ayudar con esa sorpresa?- Pregunto como una niña pequeña.

- ¿Qué te dije de ese tono de niña pequeña?

- Que... ¿no lo hiciera más veces por que te pone demasiado?

- Exacto.- Se ríe -Espera un rato, enseguida tendrás tu sorpresa.

- ¿Te hago sufrir otra vez?

- No, no hará falta.- Me siento en la silla y después de un rato me da un plato con un huevo, una tostada y bacon. -¡Tachán!- Pone otro plato enfrente para él y se sienta.

- Que rico se ve.- Le doy un bocado al bacon y sonrío. -Y está rico.- Afirmo y él se ruboriza.

[...]

Volvimos a mi casa y hablamos de nuevo. Me dijo que Naughty Jewel era su padre y su tío Modest y que se avergonzaba de ello, sólo estaba con ellos para sacarme de allí. Dijo que dejó de robar en cuanto se marchó a Italia y quería hacer más caso a la joya que era yo. Tampoco sabía nada de Zack, decía que le hechaba de menos y que le perdonaría por haberse acostado conmigo.

Empezó a llover y a Nick se le ocurrió poner una película, nos pusimos en el sofá y nos cubrimos con una manta. Apoyé mi cabeza en su hombro y estaba a mitad de película cuando empecé a aburrirme. Miré a Nick y parecía muy interesado, acerqué mis labios a su apetitosa oreja y mordí su lóbulo. Hice un recorrido de besos hasta su cuello y alterné a pequeños chupetones y mordiscos.

- Sophie...- Murmuró y yo puse mi mano en su pecho aún desnudo ya que no nos cambiamos de ropa.

- ¿Si?- Dije con el tono suave e infantil que tanto le encantaba.

- No hagas eso.- Se mordió el labio y seguí bajando mi mano hasta sus abultados boxers gracias a su amigo ahora contento.

- ¿Que no haga el qué...?- Seguí con el mismo tono y gimió al sentir mi mano ahí abajo.

- Mmm...- Subió la cabeza y apretó con fuerza la tela del sofá. Quise bajarle la única prenda sobrante pero de nuevo me interrumpió tumbándome en el sofá y poniéndose encima mio.

- Déjame bajarlo.- Suplicaba y empezó a besarme el cuello haciendo que me riera por las cosquillas que producía su lengua. Pone sus musculosos brazos a cada lado de mi cabeza y despeino su rubio cabello.

- No seas impaciente...- Me quita la camisa lentamente y vuelve con sus besos haciendo un recorrido desde mi cuello hasta mi abdomen. Viendo adonde se dirigía me muerdo el labio y juega con el elástico de mi ropa interior. De repente, suena el timbre y suspiramos los dos a la vez frustrados. -Voy yo- Dice pero le detengo.

- Luego terminamos.- Se levanta y se da la vuelta haciéndome observar grandes vistas.

Me siento en el sofá y me pongo la camisa que antes me ha quitado y veo que Nick se pone los pantalones de seda. Abre la puerta y sonrío al verle de nuevo.

- ¡Zack!- Corro hacia él y le abrazo, está mojado por la lluvia, pero me agarra de la cintura y hunde su cabeza en mi cuello. Nick se une a nuestro abrazo y me rodea con sus fuertes manos, me doy cuenta de que no llevo pantalones y me separo.

- Es un momento incómodo.- Dice Nick y observo su duradero amigo aún despierto. Miro a Zack y sonrío, tantas preguntas serán respondidas...

ObsessionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora