Zack me intentaba desabrochar mi sujetador, pero le aparté y le miré a esos brillantes ojos marrones.
- No, Zack... Esto está mal.
- Eres la secuestrada, ¿recuerdas? Y ya has oido a Nick...- Se acerca a mi- Haz TODO lo que yo te pida.- Me agarra de la cintura y me acerca más a él, puedo notar el bulto de sus pantalones.
- ¿Y qué me pides?- Pregunté tentadora.
- Acuéstate conmigo.- Dice en mi oído y me besa. Le sigo el beso y agarro su cuello.
[...]
Apoyo mi cabeza en el pecho de Zack y hago circulos imaginarios en su abdomen. Me rodea con el brazo y me da un beso corto en la cabeza.
- Has estado genial, cariño.- Susurra y apoya su cabeza en la mia.
- No me siento bien haciendo esto.
- Será por que yo no soy tu secuestrador.- Se ríe levemente.
Quería que Nick estuviera así conmigo, aunque todo el rato me he imaginado a él en vez de Zack. Por un lado estoy como engañándolo, pero por otro he obedecido sus órdenes al hacer lo que Zack me ha pedido. Me quedo dormida abrazada a él...
[...]
Nick POV's
Abro la puerta de casa con las bolsas del gimnasio, me apetece una ducha, estoy demasiado cansado. Solo quiero ver a Sophie. Dejo la bolsa en la cocina y voy hacia su cuarto, lo abro y... No.
- ¡¡ZACK!!- Me lo encontré en la cama con Sophie. No podía estar más enfadado.
- No es lo que parece, Nick. Te lo puedo explicar...- Decía mientras se ponía los pantalones.
- Me lo explicas fuera.- Salí de ahí lo más rápido posible. No quería ver a mi melocotón con mi "mejor amigo".
Me pongo frente a la puerta a esperarle y al rato sale con la ropa puesta, despeinado y Sophie detrás con una sábana cubriéndola. Dejo a Sophie detro de la habitación y la cierro. Me dirijo a Zack y frunzo el ceño.
- ¡Te dije que nada de sexo!
- Me dijiste que podia hacer lo que quisiera.
- ¡Pero nada de sexo!- suspiré frustrado
- A Sophie le has dicho que haga TODO lo que tu digas.
- No pensé que ibas a hacerle eso.
- Pero un trato es un trato. ¿Recuerdas?- No aguanto más y le doy un puñetazo en la cara. No contraataca y se frota donde le he golpeado.
- Vete de mi casa, Zack.- Apunto con el dedo a la puerta.
- Con gusto.- Va hacia ella y da un portazo al salir.
Maldito, le odio. Me la ha jugado. Estoy muy enfadado, los puños los tengo cerrados y mi respiración va deprisa, igual que mi corazón. Veo la lámpara en la mesilla, la cojo y la tiro al suelo haciendo que se rompa. Cojo varios libros y los tiro al suelo, haciéndoles compañía a los cristales rotos de la lámpara.
- Cariño...- Dice una relajante y suave voz detrás mio. Mi corazón se relaja y va más lento, mis músculos se relajan y me doy la vuelta para encontrarme a Sophie, asustada detrás de la puerta, mirándome.
- No me digas cariño, parece que ya no soy eso para tí.- Digo frío y me siento en el sofá tapándome la cara con las manos.
- No digas eso.- Se pone al lado mio.- Dijiste que tenía que hacer todo lo que él me ordenara.
- Lo sé, melocotón. Lo sé.- Se ríe como una niña pequeña y le miro. Observo que lleva una de mis camisetas. Una negra de manga corta. - ¿De qué te ríes?- Pregunto sonriendo al ver su cara inocente.
- Porque me llamas melocotón.- Se ríe de nuevo.
- Me encanta que lleves una de mis camisetas- Le doy un beso corto en los labios, ella me rodea la cara con sus pequeñas manos y sonríe.
- ¿Vienes del gimnasio?- Pasa sus manos por mi cuello hasta llegar a mis brazos. Aprieta mis músculos y los mira con interés.
- Si. - sonrío - Ahora me apetece una ducha.
- ¿Te acompaño?- Sonríe pícaramente y pone sus manos en mi cuello de nuevo.
- Me encantaría- sonrío y le doy otro beso.
[...]
Salimos de la ducha entre risas y besos, me tira a la cama y se pone encima mío, empieza a acariciar mis abdominales, me mira y sonríe.
- ¿Por qué eres tan cariñoso ahora conmigo?
- No puedo hacerme el duro contigo.
- ¿Te dió celos Zack?- sonríe y pone sus piernas a cada lado de mis caderas.
- ¿Esto es un interrogatorio?- Alzo una ceja.
- Si, pero sin electricidad.- Se ríe y da pequeños saltitos encima mio que hacen que me excite más de lo que ya estoy.- ¡Responde!
- Muchos celos.- Me besa y vuelve a mirarme con esos ojos marrones tan bellos.
- ¿Estás enamorado de mi?
- Demasiado. Desde que te vi.- sonríe- ¿Y tú?
- A lo mejor...- Se ríe como una niña pequeña.
- Vamos.- Digo riendo.
- Si, te quiero.- Me besa- Mucho.
- ¿Cuánto de mucho?- Pregunto ladeando la cabeza
- Pues...- Rueda los ojos pensativa y sonríe.- Como tu melocotón.- Se ríe.
- Ah, entonces mucho.- Me río- Aunque es más un plátano.- Afirmo.
- No te heches flores...- Sonríe
- ¿Dices que mi plátano no es grande?- Pregunto alzando una ceja divertido.
- No digo eso, aunque... - se muerde el labio- Aún no he podido comprobarlo bien...- insinúa
- Mi pervertida melocotón.- Me río y acaricio sus piernas.
- A través de una toalla no veo bien...- Dice con un tono divertido acariciándome por encima de la toalla haciendo que el bulto se haga más grande.
- Vas a ensuciarte otra vez, y nos acabamos de duchar.- Sonrío
- Correré el riesgo.
[...]
Miro a Sophie entre mis brazos apoyada en mi pecho y acariciando mis abdominales y sonrío. -¿Cómo eata chica a podido controlarme así?- Me he enamorado con tan solo dos noches con ella. Siento que ya no me falta nada más en la vida. Fue un gran acierto haberla secuestrado, aunque por una parte me siento culpable de haber cometido un crimen, pero por otro estoy satisfecho que al fin me quiera. -Tal vez te está engañando para salir de aquí- Dice mi subconsciente.
- ¿Qué piensas?- Me pregunta Sophie mirándome apoyada con su barbilla en mi pecho.
- Si... ¿Tú te quieres ir de aquí?- Suspira y hace una mueca.
- Solía cantar acerca de ser libre- dice con un tono musical y marcando el pulso chasqueando los dedos- pero ahora, ha cambiado su opinión...-sonríe y me mira
Pero mi Síndrome de Estocolmo está en tu habitación...
Sí, me enamoré de ti- se ríe levemente y yo hago igual.- Yo también me enamoré de tí, pero...- Se le va la sonrisa de la cara al verme preocupado
- ¿Que pasa?- Acaricia mi pecho con su dedo índice y alza una ceja.
- Me tendré que ir a otro país. Y no te podré llevar conmigo.
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Obsession
Roman d'amourNick Harper, un chico de 20 años que trabaja en un restaurante en California conoce a Sophie Williams, una clienta que será habitual en su trabajo y en su mente. Hasta llegar a un punto obsesivo