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- ¿Cómo?- Miro a Zack que parece despreocupado, se bebe de un tirón su café y se levanta. -¿Qué pasa?- Me coje del brazo y me lleva hasta la puerta, me intento soltar pero me sujeta más fuerte y me duele. Llega hasta su coche y me suelta para buscar las llaves. -¡¡Dime que pasa!!

- ¡Cállate!- Me dejó helada, su tono de voz frío y duro me hizo tragar saliva. Suspiró frustrado hasta que sacó las llaves y abrió la puerta del coche. -Móntate- Señaló el asiento del copiloto.

- Dime que pasa.

- Sophie, no.

- ¡¡Dímelo!!- Se acercó a mí rodeando el coche y me sujetó por los hombros, cada vez más fuerte.

- Cuando lleguemos a casa- Dijo con un tono más calmado. Se me hizo un nudo en la garganta y observé sus tensas manos sujetándome fuertemente.

- M-me haces daño.- Pude articular al fin, sus ojos oscuros se volvieron más brillantes y disminuyó su fuerza hasta soltarme.

- Vamos.- Entró en el coche y encendió el motor, yo me senté en el asiento del copiloto.

El viaje fue muy lento, silencioso e incómodo. Creí que me iba a pegar, que en cualquier momento recibiría un golpe por mi insistencia. Creo que decirle que me hacía daño fué lo que le sacó de su trance de "bestia" y convertirse en el chico que siempre a sido, pero ahora, me da miedo hacerle enfadar por lo que pueda hacerme. Siento que no le conozco del todo, y menos si no me contó que mi sueño fué realidad. Cuando estuvimos en casa, nos sentamos en el sofá y empezó a revolverse el cabello nerviso.

- Bueno...

***FLASHBACK***

Narra Zack:

- Le... le quiero.- decía entre sollozos -Quiero que esté bien- Se secaba las mejillas con su mano.

- Lo estará.- Digo seguro- Es un chico fuerte. - sonrío

Veo a Sophie llorar y me rompe el corazón, no quiero que tenga un recuerdo como este. Cojo cloroformo que me dió Nick del bolsillo, lo pongo en un pañuelo por detrás de su espalda mientras solloza en mi hombro y le acerco el pañuelo a la nariz.

- Zack...- Desliza sus brazos por mi cuello para intentar sujetarse pero se duerme y le sujeto antes de que se caiga al suelo. Le agarro de forma que queda su abdomen en mi hombro.

Vuelvo caminando a paso lento hasta la explanada donde no se oye nada, llego y hay varios hombres tirados en el suelo, busco a Nick con la miarada y está tranquilamente fumando apoyado en su coche. Me mira y frunce el ceño mientras camina hacia mí.

- ¿¡Qué le ha pasado!?- Pregunta alterado

- Tranquilo, solo es cloroformo.- suspiro -No quiero que recuerde esto, ¿tienes algo para que lo olvide?

- S-si, pero... ¿De verdad quieres que le drogue?

- No será drogarle, sólo... -hice una pausa -Un pequeño medicamento para que no recuerde.

- Osea, drogarla.- Afirma y yo niego con la cabeza, decido dejarlo y afirmar que es como drogarla.

- Si, bueno. ¿Tienes algo?

- Voy a buscar.- Abre el maletero y saca rápidamente un botiquín. Busca entre unos botes y saca una jeringuilla entre ellos. -Aquí está.

- Vale, pónselo- Se la inyecta con cuidado en su brazo y la pongo en el asiento del copiloto. Nos apoyamos en el coche y miramos el cielo, me ofrece un cigarrillo pero lo niego.

- ¿Sabes? Creo que no me la merezco.- Afirma derrumbando el muro de silencio que había entre los dos.

- ¿Qué? ¿Por qué dices eso?

- Mírala.- Miro sus ojos cerrados, tan inocente y frágil. Sin saber con quién está. -¿Crees que me merezco a una chica que tengo que drogar para que no vea lo terrible persona que soy?

- Nick...- Murmuro -No eres una terrible persona, ella te quiere. Cuando oyó el disparo lloró como una niña pequeña, y todo por tí.

- ¿Y con quién estaba? Contigo. Si de verdad me mereciera estaría con ella todo el tiempo y la trataría como a la única.

- ¿Y por qué no lo haces?

- Porque... Creo que no la amo.

- ¿Cómo?- Me quedé perplejo.- La secuestraste, Nick. Tenías una obsesión con ella, ¿qué a pasado?

- Se fué, supongo.- Expulsa el humo de su cigarrillo por la boca y lo sujeta con el dedo índice y corazón.

- El amor no se va, Nick.

- Pues no sé que me ha pasado. No siento lo mismo que cuando la secuestré.- Nos quedamos en silencio un momento y alcé una ceja.

- ¿Será por eso? A lo mejor sólo la quieres si está atada y amordazada, en tu poder.

- Pero no me gusta verla así, me tengo que alejar de ella.

- Pe-pero...

- No, Zack.- Se pone enfrente mío y me mira a los ojos -Si me voy quiero que te quedes con ella, tú la has tratado mejor que yo y quiero que lo sigas haciendo. Trátala como yo no lo hice, por favor.- Asentí con la cabeza y caminó hasta el asiento del piloto. Yo me senté en los asientos de atrás y me empezaron a pesar los párpados hasta que me dormí pensando en cómo sería vivir con Sophie.

***FIN DEL FLASHBACK***

Narra Sophie:

- ¿ME DROGASTEIS?- Empecé a gritar.

- Lo hice por tí.- Me levanto del sofá y él hace igual. Camino de un lado a otro confindida. -Cariño, lo hice por tí, no quería que recordadas...- Le callé con una bofetada en la mejilla.

- No me digas que lo hiciste por mí, porque drogar a alguien para que no recuerde nada no se puede llamar amor.

- Yo nunca lo llamé amor.

- Entonces... ¿Qué fué para tí hacer el amor?

- No lo sé, pero lo nuestro no se puede llamar amor.

- ¿Y qué es?- Nos quedamos en silencio, se me derramó una lágrima que la sequé al instante y me mira apenado.

- Hechas de menos a Nick. Eso es lo que me preocupa, si no puedes estar conmigo sin pensar en él... Esque no me quieres.

- Entonces... ¿Se acabó?- Lloré pero esta vez no me limpié las mejillas.

- No, Sophie. Quiero que seas feliz, y si no lo eres conmigo y lo eres con él te ayudaré a buscarlo.

- Está en Italia...- Sollocé -¿Cómo lo vamos a encontrar?

- ¿Aún tienes la tarjeta que te dió?- Asentí limpiándome las húmedas mejillas con la manga de mi jersey. -Nick me hizo prometer que te haría feliz, y así lo haré.- Me abrazó, quería pegarle pero le rodeé con mis brazos sintiéndome más segura. -Vamos a Italia- Susurró en mi oído.


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