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Navidad, dulce y próspera navidad. Las épocas de frío que te hacen helar hasta los huesos. Epoca en donde la mayoría del alumnado iba a su casa a festejar junto a sus familiares. El cual no era el caso de Linda ese año. Su madre y su hermano pasarían navidad con su abuela mientras se resolvía también el asunto del divorcio, en lo cual también se mudaban...pero al menos no estaría sola.
Después de las insistencias de Narcissa acepto (claro que Bellatrix la convencio), por lo que ahora pasaría navidad con la gran familia Black, y eso era algo que asustaba y tenía bastante nerviosa a Linda.
—¿Estás lista para conocer a la familia Black, angel?—pregunto Regulus ofreciendo su brazo para que Linda se enganchará en el, algo que claramente hizo.
—Si te soy sincera... No—contesto mientras lo miraba.
—Tranquila, nada malo te pasará. —le dió una pequeña sonrisa.
La campana sonó, dando aviso de que el tren partiría en cualquier momento.
—Bien, angel. Es hora. —ayudo a la castaña a subir, quien le dedicó una sonrisa de agradecimiento.
Al llegar al vagón pudieron divisar a Bellatrix, Lucius y a Severus en el. Lucius ayudo a Regulus a acomodar el baúl de Linda.
—¿Dónde está Cissy?—pregunto Linda, luego de que terminarán de acomodar los baúles.
—Fue con Andrómeda.
—Es nuestra hermana y la prima de nuestro querido Reggie—aclaro Bellatrix ante la mirada confundida de la castaña y la de Severus.
—Ella es Slytherin y su novio es un hijo de muggles al igual que tú, y no los odiamos, eso está claro, solo que... preferimos mantener un perfil bajo con Dumbledore. —dijo Regulus mientras le entregaba una tarta a Linda.
—Gracias Reg. ¿Entonces Andrómeda es como su espía?
—En efecto. Se podría decir que su fe de niña buena ha hecho que se gane la total confianza del viejo director. —Linda asintio comprendiendo, de pronto sintió como la tarta (la cual se encontraba en sus manos) se le era arrebatada.
Observó a Lucius quien la sostenía en sus manos con una sonrisa burlona. Un minuto después ocurrió algo que hizo que Malfoy se confundiera más. Linda sonrió casi cínica.
—Bella. La rubia teñida se quiere comer la tarta que Reg me acaba de regalar, además el otro día me dijo que tu pelo parecía un espantapájaros—Lucius la miro horrorizado mientras ella le sonreía inocente.
—¡Teñida! ¡Regresale la tarta a la niña!—Lucius se la regreso rápidamente a Linda quien sonrió complacida
—¡Te amo Bella!—respondio besando su mejilla.
—¡Y tú!—apunto a Lucius quien parecía nervioso—Vuelve a decir que me cabello parece un espantapájaros y te rapare la cabeza.
Linda compartió una mirada divertida con Severus y Regulus al ver cómo Lucius ponía las manos sobre su cabello protegiéndolo.
